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Las negras están indefensas ante el avance del peón pasado blanco: 27 ... bxc6 28 bxc6 Cc8 29 c7 Tf8 30 Cc6!, con la doble amenaza 31 Axe6+ y 31 Axc8, seguido de 32 Ce7+.

Está muy claro que las blancas deben el éxito en esta partida a su mayoría del flanco de dama, pero hay que precisar que para imponerse, tuvieron que explotar ese factor. Lo cierto es que tenían muchas posibilidades de equivocarse de camino, y en varios casos se vieron obligadas a encontrar la jugada precisa para neutralizar el ataque negro en el flanco de rey (15 g3, 20 De2 y 27 Rh1). También tuvieron que realizar, en el momento oportuno, las jugadas preparatorias para su avance en el flanco de dama (17 a3, 18 Ce5, 22 Cb5 y 24 Ad7), sin las cuales el avance de los peones hubiera resultado prematuro. ése es el procedimiento normal del juego, que puede resumirse como sigue:


1.

Dictaminar y analizar las posibilidades de contrajuego del oponente.

2.

Preparar cuidadosamente la propia vía de acción.

Este último punto es un requisito muy especial, cuando se trata de una mayoría de peones en el flanco de dama. En la posición del diagrama 18 los peones, por el momento, no han conseguido nada por sí solos. Todos ellos están protegidos (a3, b4, c5), pero su fuerza no radica en sus cualidades estáticas, sino en su capacidad de avance. Esta amenaza ata a diversas piezas contrarias, de modo que no es fácil para el oponente emprender acciones en otro sector del tablero. Tras alguna preparación, las blancas pudieron finalmente poner en marcha su mayoría de peones. ¿Por qué no antes? Porque cada paso delante de un peón constituye un debilitamiento que sólo podemos permitirnos si estamos seguros de que el enemigo no lo podrá explotar en su favor. En c5 el peón blanco está sólidamente protegido por otros peones. En c6, sin embargo, el

peón blanco necesita ser protegido por piezas, y en nuestro ejemplo, las blancas se cuidaron de proteger la casilla c6 con caballo y alfil, antes de efectuar el avance del peón.

Una vez más, echemos un vistazo al diagrama 16 y efectuemos un dictamen y un plan.

Dictamen: Las blancas están mejor, porque tienen mayoría de peones en el flanco de dama, contra lo cual la mayoría de peones negros en el flanco de rey no constituye compensación suficiente.

Plan: El plan de las blancas, en lo que concierne a su mayoría en el flanco de dama, consta de dos fases:

1)

Cuidadosa preparación del avance de peones, incluidas algunas precauciones contra el debilitamiento originado por un prematuro avance. Esta preparación consiste, sobre todo, en proteger la mayoría de peones y cubrir las casillas que el peón pasado (aspirante a coronar) debe cruzar.

2)

El avance propiamente dicho, que debe producirse tan pronto como se esté seguro de que el oponente no puede impedir la promoción del peón blanco, o que sólo lo puede conseguir comprometiendo una considerable parte de sus fuerzas en la tarea.


En la elaboración de un plan siempre deben tenerse presentes las posibilidades del enemigo. En el ejemplo anterior, las blancas deben elegir una posición defensiva apropiada, contra la mayoría de peones negros en el flanco de rey.

Una última observación, en respuesta a nuestro ejemplo. Es muy poco frecuente que una característica domine el juego, excluyendo por completo todas las demás. En la práctica, es mucho más habitual que tres o cuatro características influyan sobre la situación, de modo que la partida se vuelve mucho más complicada. Sin embargo, sin entender el significado de cada característica posicional de forma independiente, no se puede llegar a dominar estos casos más complejos.


Continuaremos examinando los diversos tipos de complicaciones que pueden influir sobre el curso de los acontecimientos, que se irán clarificando a medida que estudiemos las siguientes partidas ilustrativas. No obstante, deseamos hacer énfasis en un punto, que se refiere a la culminación de los esfuerzos blancos para convertir su mayoría de peones en una ventaja decisiva. En la posición mostrada en el diagrama 16, la hora h se producía cuando las blancas, tras muchas maniobras, tanto defensivas como ofensivas, consideraron que había llegado el momento de realizar el avance decisivo a c6. ¿Tenía este peón, en aquel preciso momento, el suficiente apoyo por parte de sus propias fuerzas, para superar cualquier medida defensiva que eventualmente pudiese plantear el oponente? ésta es la cuestión clave que, en el ejemplo citado, tiene una respuesta afirmativa. Otras situaciones pueden no ser tan claras, pero un método que en ajedrez soluciona todos los problemas y elimina todas las complicaciones aún no ha sido encontrado (por suerte), y debemos contentarnos con indicar principios orientativos, ideas y sugerencias, para ayudar al propio dictamen e imaginación del jugador.

Ahora examinaremos varios ejemplos ilustrativos de algunas formas que puede adoptar la mayoría en el flanco de dama. Se comentarán en menor detalle y sirven al propósito de dilucidar aún más las ideas ya debatidas.



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