Partida 56
DOMINIO DEL TABLERO
A. Rubinstein ‐ C. Schlechter
San Sebastián, 1912
Defensa Semi‐Tarrasch [D41]
Las partidas de Rubinstein fluyen suave y fácilmente, y son tan
agradables de jugar otra vez que uno tiende a olvidar que también ofrecen
valiosas enseñanzas. La importancia de la centralización de las piezas, por
ejemplo, es algo en lo que los escritores de ajedrez siguen haciendo
hincapié en sus capítulos sobre estrategia. El hecho de que la
centralización por sí misma pueda conferir la suficiente ventaja como para
ser decisiva parece casi increíble y, sin embargo, Rubinstein no pide nada
más. En el medio juego, con su rey y el alfil cerca del centro, su caballo en
pie sobre e5, y una torre dominando la séptima fila, Rubinstein es dueño
absoluto de la situación. Dada tal superioridad en el medio juego, no es de
extrañar que juegue el final con un estilo exquisito. Todo el juego,
incluyendo el delicioso viaje del rey a la fortaleza enemiga, es un placer.
Una de las mejores obras de Rubinstein.
1.d4
d5
2.
k
f3
k
f6
3.c4
e6
4.
k
c3
c5
Esta es la Defensa Semi‐Tarrasch.
Ofrece más libertad para las
piezas negras que la Defensa
Ortodoxa, pero requiere un
manejo cuidadoso para lograr la
igualdad.
5.cxd5
k
xd5
6.e4
k
xc3
7.bxc3
cxd4
8.cxd4
j
b4+
Las negras tienen una buena
opción con 8...
j
e7, pudiendo
continuar 9.
j
e2 0–0 10.0–0 b6
11.
m
d2
j
b7 12.
m
e3
k
d7
13.
j
b2
k
f6
14.
j
d3
l
c8
15.
l
ac1
l
xc1 16.
l
xc1
m
a8,
como en la partida Lilienthal‐
Flohr, Moscú, 1935.
9.
j
d2
m
a5
Aquí es donde el negro se
equivoca. Los cambios que ahora
siguen traen al rey blanco más
cerca del centro, donde está bien
situado para el final. La presión
subsiguiente de las torres blancas
en las columnas abiertas también
hará que sea difícil para las negras
desarrollar su flanco de dama con
normalidad. Más segura era
9...
j
xd2+ 10.
m
xd2 0–0 11.
j
c4
k
c6 12.0–0 b6 13.
l
fd1
k
a5
14.
j
d3
j
b7, con un juego
igualado.
10.
l
b1!
j
xd2+
El negro evita la plausible
10...
k
c6, que pierde por 11.
l
xb4
k
xb4 12.
m
b3
m
xa2 13.
m
xa2
k
xa2 14.
j
c4 y el caballo está
atrapado.
11.
m
xd2
m
xd2+
12.
n
xd2
0–0
Era
mejor
12...
n
e7,
centralizando el rey. Con las
damas fuera del tablero y la
partida aproximándose al final, el
rey ha de acercarse al centro,
donde puede participar en la
acción.
13.
j
b5!
Un movimiento potente, que
tiene un objetivo doble: impedir
el desarrollo negro y provocar
una debilidad en su posición.
13...
a6
Esto debilita la casilla b6, pero
¿qué más hay?
(1) 13...
j
d7 14.
j
xd7
k
xd7
15.
l
xb7, y las blancas ganan un
peón.
(2) 13...
k
d7 14.
j
xd7
j
xd7
15.
l
xb7 gana un peón.
(3) 13...
k
c6 14.
j
xc6 bxc6
15.
l
hc1
j
d7 16.
k
e5, y las
blancas ganan un peón.
(4) 13...b6 14.
l
hc1
j
b7 15.
n
e3
l
c8 16.
l
xc8+
j
xc8 17.
l
c1
j
d7
18.
k
e5
con
posición
ganadora.
14.
j
d3
l
d8
15.
l
hc1
b5
Si 15...
k
c6, 16.
n
e3 deja al negro
sin una continuación razonable.
16.
l
c7!
El dominio de la séptima fila
debería ser suficiente para ganar
la partida.
16...
k
d7
17.
n
e3
k
f6
18.
k
e5
j
d7
El blanco domina una buena
cantidad del tablero. El siguiente
paso es hacer las cosas difíciles
para el negro, en este caso
desalojando su caballo de su
fuerte puesto.
19.g4!
Amenaza ganar una pieza con
20.g5
k
e8 22.
l
xd7. Si las negras
enfrentan esta amenaza con
19...
j
e8, sigue 20.g5
k
h5 (si
20...
k
d7 21.
k
c6
l
dc8 22.
k
e7+
gana una torre) 21.
l
bc1 y las
perspectivas de las negras son
tristes.
19...
h6
20.f4
j
e8
21.g5
hxg5
22.fxg5
k
h7
El menor de los males, ya que
22...
k
d7 pierde en el acto por
23.
k
c6. En sus notas sobre esta
posición, Capablanca comenta
con admiración la precisión con la
que Rubinstein lleva a cabo este
juego.
23.h4
l
dc8
24.
l
bc1
l
xc7
25.
l
xc7
l
d8
El negro podría haber opuesto
más resistencia jugando ahora
25...f6,
en
lugar
de
un
movimiento más tarde.
26.
l
a7
f6
27.gxf6
gxf6
28.
k
g4
j
h5
29.
k
h6+
n
h8
30.
j
e2!
Aprovechando el hecho de que
30...
j
xe2 costaría al negro la
calidad después de 31.
k
f7+.
30...
j
e8
31.
l
xa6
n
g7
32.
k
g4
f5
33.
l
a7+!
Obliga al rey a retirarse para
evitar la pérdida de una pieza, o
incluso el mate. Por ejemplo, si
33...
n
g6 34.h5+
n
g5 35.
l
g7+
n
xh5 36.
k
f6+ jaque doble,
36...
n
h6 37.
l
xh7+
n
g6 38.e5, y
el blanco ha ganado una pieza. O
si 33...
n
g6 34.h5+
n
g5 35.
l
g7+
n
h4 36.exf5 exf5 37.
k
h6
k
f8
38.
k
xf5+
n
h3 39.
j
f1+
n
h2
40.
l
g2+
n
h3 (si 40...
n
h1
41.
k
g3 mate) 41.
n
f2, y no
puede escapar de 42.
l
g3+ jaque
doble y 43.
l
h3 mate.
33...
n
h8
34.
k
e5
fxe4
35.
j
xb5!
k
f6
Aquí también el negro no puede
permitirse 35...
j
xb5 a causa de
la respuesta 36.
k
f7+, ganando la
torre.
36.
j
xe8
l
xe8
37.
n
f4
n
g8
38.
n
g5
l
f8
No hay esperanza en 38.
k
h7+
39.
n
h6 y las amenazas son
desbordantes (40.
l
g7+, seguido
de mate con el caballo o 40.
k
g6,
y mate con la torre en g7).
39.
n
g6
Rinden
Amenaza 40.
l
g7+
n
h8 41.
k
f7+
l
xf7 42.
l
xf7 seguido de mate. Si
39...
k
e8,
40.
k
f7!
con
la
amenaza
41.
k
h6+,
n
h8
y
42.
l
h7 mate.
1–0