JABÓN DE CASTILLA (sólo aceite de oliva)
Este es un jabón estupendo para todo tipo de pieles, sobre todo las sensibles ya que no lleva ni aromas
ni colorante. Hay que tener en cuenta que el aceite de oliva por si solo produce muy poca espuma.
Estamos acostumbrados a jabones espumosos y pensamos que un jabón con poca espuma no limpia, y
eso no es cierto. Seguro que si pruebas este jabón te enamorarás de él.
Ingredientes:
· 500 gramos de aceite
· 60 gramos de sosa en polvo o escamas (siempre mejor en polvo)
· 150 gramos de agua
Estas cantidades deben estar bien pesadas en una báscula digital.
¿Cómo lo hacemos?
1. Ponte los guantes y las gafas de protección, y no te los quites hasta que hayas completado todo el
proceso. Asegúrate también de que no haya alrededor ni niños ni mascotas.
2. En un sitio ventilado, mezcla la sosa en polvo con el agua en un recipiente de plástico o cristal que
aguante un poco de temperatura, ya que la mezcla produce calor. No respires los vapores que se
producen, mejor si usas mascarilla.
3. Deja que esta mezcla se enfríe un poco en un sitio seguro, ya que es cáustica, hasta que esté más o
menos a 40/50 ºC
4. Pon el aceite en una cacerola o ensaladera y poco a poco añade la mezcla de agua y sosa mientras
remueves con la cuchara
5. Una vez que ya hayas puesto toda la mezcla en los aceites, puedes batir con la batidora a velocidad
más bien baja durante un rato, hasta que veas que empieza a espesar como una mayonesa o natillas
claritas.
Más o menos como
aparece en la foto, incluso algo menos espeso, nos vale.
Este punto se llama “Traza” . Según el aceite o la batidora puede tardar más o menos tiempo. Más o
menos entre 2 y 15 minutos si lo haces con batidora, y hasta dos horas si lo haces a mano. En este caso
puedes parar y descansar cada 15 minutos.
6. Cuando lo tengas en este punto, que ya esté claramente más espeso, puedes ponerlo en el recipiente
plástico que habíamos preparado, y lo tapamos con su propia tapa o con film plástico (nunca con papel
de plata) y lo dejamos tapado y envuelto en una manta o toalla vieja hasta el día siguiente para que no
pierda calor. Verás que puede calentarse bastante las próximas horas, eso es normal y favorece la
calidad del jabón
7. Usa jabón o detergente para vajillas para limpiar el menaje que has usado, con los guantes puestos.
La batidora debes lavarla con especial cuidado, y volver a lavarla al día siguiente, así si hubiese
quedado algún resto, al día siguiente se habría transformado en jabón y se limpiaría con toda
seguridad.
8. Entre 24 y 48 horas después de hacer el jabón, verás que ya tiene consistencia dura (más o menos
como de queso manchego J ) y puedes cortarlo en pastillas. Ahora deja tus pastillas de jabón en un
sitio ventilado y seco durante cuatro semanas, dándolas la vuelta cada semana para que se sequen por
todas partes. Durante ese tiempo la reacción química que se produce termina de neutralizar toda la
sosa, y además el jabón pierde agua y gana consistencia. Cuanto más tiempo pase secando, mejor es el
jabón. Después de estas cuatro semanas, el jabón ya se puede usar. Veréis como vuestra piel os lo
agradece.
Como veis, es relativamente fácil, y seguro que os sale bien. Ahora vamos con la segunda receta, muy
simple también pero algo más elaborada. El menaje que vamos a emplear es el mismo que en la receta
anterior.