Partida 57
EL PASEO DEL REY
M. Botvinnik ‐ I. Kann
Sverdlovsk, 1943
Defensa Siciliana [B84]
En una posición del medio juego, con todas las piezas aún en el
tablero, Botvinnik hace un par de movimientos hábiles y la escena se
transforma como por arte de magia. El medio juego se ha convertido de
repente en un final, con dos peones blancos cerca de la casilla de
coronación. Sigue una bonita serie de jugadas en la que el rey tiene un
papel importante cuando, una vez más, se produce un cambio repentino.
Los peones pasados desaparecen ‐ambos son entregados para simplificar
la posición‐ y Botvinnik queda con un final limpio, fácil de ganar.
1.e4
c5
2.
k
f3
e6
3.d4
cxd4
4.
k
xd4
k
f6
5.
k
c3
d6
La siciliana es una defensa
formidable y, en opinión de la
mayoría de los maestros, la mejor
manera de responder a 1.e4. Es
especialmente efectiva contra
una rival impetuoso, que puede
sentirse tentado a atacar antes de
tiempo.
6.
j
e2
a6
La variante Scheveningen, en la
cual el negro intenta establecer
este tipo de formación: peones en
a6, b5, d6 y e6; dama en c7;
alfiles en b7 y e7; caballo de rey
en f6; caballo de dama en c6 o d7;
torre de dama en c8; torre de rey
(después del enroque) en d8. Las
negras juegan (1) para controlar
la columna c, y (2) para ocupar el
puesto avanzado c4 con su
caballo de dama. Una vez que el
caballo llega a esa casilla, domina
una buena parte del tablero
desde allí, o fuerza a las blancas a
entregar un alfil (que podría ser
un problema) por el caballo.
7.a4
Esto evita que el negro juegue
7...b5, uno de los objetivos de la
formación ideal. El lector atento
notará que el maestro de ajedrez
está tan preocupado con la
obstaculización del desarrollo de
su oponente como con la
realización
de
su
propio
desarrollo.
7...
m
c7
8.f4
k
bd7
9.0–0
b6
10.
j
f3
Listo para disputar el control de la
gran diagonal.
10...
j
b7
11.f5!
Una jugada activa, que deja al
negro buscando el mal menor.
11...
e5
Esto debilita la casilla d5 y deja
retrasado el peón de dama, pero
la alternativa 11...exf5 12.exf5,
abriendo la columna de rey, no
era más apetecible.
12.
k
b3
k
c5
13.
m
e2!
j
e7
A las negras les gustaría cambiar
piezas y aliviar su defensa, pero si
13...
k
xb3 14.cxb3 se abre la
columna c con ventaja para el
blanco.
14.
n
h1
h6
Esto evita una clavada molesta
con 15.
j
g5, así como un
problemático ataque mediante
15.g4 y 16.g5.
15.
j
d2
l
d8
16.
j
e1
El alfil estaba haciendo poco en
d2; movió allí sólo porque fue
privado de la oportunidad de
desarrollarse agresivamente en
g5. La retirada a e1 le permitirá ir
a g3 o h4, donde puede tomar un
papel más activo.
16...
m
c8
La dama se dirige a a8 para añadir
peso a la presión sobre el peón de
rey blanco, que sería atacado por
cuatro piezas.
17.
l
d1
m
a8
Con la esperanza de que el
intenso ataque al peón de rey
induzca al blanco a cambiar
caballos.
18.
k
xc5!
El blanco acepta esta idea porque
el cambio le resulta ventajoso, no
importa cómo sea recapturado el
caballo.
18...
dxc5
No es mejor 18...bxc5, ya que la
respuesta es 19.
j
h4 seguida de
20.
j
xf6. La eliminación de este
caballo permitiría a las blancas
ocupar
el
puesto
avanzado
permanente d5 con una pieza.
19.
j
g3!
l
xd1
20.
l
xd1
m
b8
21.
k
d5!
El caballo salta sin dudarlo.
21...
k
xd5
22.exd5
¡De repente el blanco tiene un
peón pasado, su dama ha vuelto a
la vida, y amenaza con ganar un
peón!
22...
j
d6
Esto es probablemente lo mejor,
y si le deja solo, el negro jugará
23...f6 para dificultar el avance. La
alternativa es 22...f6 23.d6
j
xf3
24.
m
xf3 (o bien 24.d7+ seguido
de
m
xf3), con una posición
ganadora para las blancas.
23.f6!
g6
Esto es mejor que 23...gxf6, ya
que el blanco puede bloquear la
posición con 24.
j
e4 y, a
continuación, recuperar su peón
con ventaja mediante 25.
j
h4 y
26.
l
f1.
24.
j
xe5!
Esto gana un importante peón.
Las negras no pueden permitirse
el lujo de capturar el alfil, ya que
la consecuencia de 24...
j
xe5
sería 25.d6
n
d8 26.
m
xe5
l
e8
27.
m
e7+!
l
xe7 28.dxe7+
n
c7
(28...
n
e8 29.
j
xb7 gana) 29.
l
d8
y el blanco gana pieza y la partida.
24...
n
d8
25.
j
xd6
m
xd6
26.
m
e7+!
¡Esto tuvo que ser un shock para
Kann!
26...
m
xe7
27.fxe7+
n
d7
Desafortunadamente, las negras
no pueden tomar el peón, porque
entonces 28.d6+ descubre un
ataque sobre el alfil.
28.d6
Y ahora las blancas tienen dos
formidables
peones
pasados
conectados, uno de ellos a un
sólo paso de coronar.
28...
j
xf3
29.gxf3
l
c8
30.
n
g2
g5
31.
l
d5!
La torre está sin protección pero
no hay peligro, ya que un ataque
contra ella con 31...
n
e6 o
31...
n
c6 pierde al instante por
32.d7.
31...
l
g8
La torre está atada a la primera
fila. Un ataque sobre el peón de
dama carece de sentido: 31...
l
c6
32.
n
g3
l
xd6 33.e8
m
+ y el
negro pierde su torre.
32.
n
g3
f6
33.
n
g4
n
e6
Para evitar una mayor incursión a
través de 34.
n
f5 y 35.
n
xf6, pero
las blancas tienen dos cuerdas en
su arco, como los antiguos
novelistas solían decir.
34.
n
h5!
El rey se pasea por el tablero
despreocupadamente para tomar
uno o dos peones antes de forzar
la simplificación decisiva. Puede
ser apropiado detener la partida
un momento y escuchar los
consejos de los grandes maestros
sobre el papel del rey en los
finales. Steinitz: En el final el rey
es una magnífica pieza para asistir
a los peones propios, o para
detener los peones adversarios.
Tarrasch:
No
puede
ser
excesivo hacer hincapié en que el
papel más importante en los
finales de peones lo juega el rey.
Capablanca:
El
rey,
que
durante la apertura y el medio
juego es a menudo una carga
porque tiene que ser defendido,
se convierte en el final del juego
en una pieza agresiva y vital; el
principiante debe darse cuenta de
esto, y utilizar su rey tanto como
sea posible.
Nimzovich: La gran movilidad
del rey constituye una de las
principales características de toda
la estrategia final del juego. En el
medio juego el rey es un mero
"figurante"; en el final del juego,
por otro lado, es uno de los
"protagonistas". Por lo tanto,
debe ser desarrollado y llevado
cerca de la línea de combate.
Znosko‐Borovsky: El rey juega
un papel más importante en el
final del juego, y gana en potencia
y actividad según el número de
piezas en el tablero disminuye.
Poder mover en ocho direcciones
diferentes lo convierte, en lugar
de la pieza más débil, en una de
las más formidables.
Fine: El rey es una pieza
fuerte; ¡úselo!
Las
blancas
amenazan
con
capturar el peón de torre. El peón
no puede ser protegido con
34...
l
h8, ya que las blancas
simplemente responden 35.
n
g6
seguido de 36.
n
g7, ganando con
facilidad.
34...
a5
35.
n
xh6
n
f7
Amenaza mate, un momentáneo
estremecimiento del negro.
36.
n
h5
l
h8+
37.
n
g4
l
h4+
38.
n
g3
Por supuesto, no 38.
n
f5
l
f4
mate.
38...
l
h8
La torre debe volver rápidamente,
ya que de lo contrario 39.d7 y las
blancas ganan.
39.f4
gxf4+
40.
n
xf4
n
e6
41.d7!
Esto desencadena el desenlace.
Botvinnik entrega sus hermosos
peones pasados, pero se queda
con un final fácilmente ganado.
41...
n
xe7
42.d8
m
+
l
xd8
43.
l
xd8
n
xd8
44.
n
f5
Rinden
En caso de 44...
n
e7 el blanco
puede ganar con 45.h4 (el peón
pasado
alejado
suele
ser
determinante en los finales con el
mismo número de peones)
45...
n
f7 46.h5
n
g7 47.h6+
n
xh6 48.
n
xf6, y el resto de
peones de las negras están
impotentes. Las blancas también
pueden ganar limpiamente, como
señala Botvinnik, con 45.
n
g6
n
e6 46.h4 f5 47.
n
g5
n
e5 48.h5
f4 49.h6 f3 50.h7 f2 51.h8
m
+.
1–0