Prefacio

¡A todos aquellos para quienes el ajedrez es un arte!




Con este libro espero poder mostrar a todos aquellos que aman el ajedrez que también ellos pueden tener un lugar especial en este mundillo. Pueden hacerlo, no tan sólo consiguiendo mejores puntuaciones Elo, sino también mediante sus contribuciones como promotores, escritores, periodistas, profesores, entrenadores u organizadores de actividades relacionadas con el ajedrez.

El mundo ajedrecístico reconoce que el ajedrez está compuesto por al menos tres elementos: arte, deporte y ciencia. La puntuación en Elo refleja el componente deportivo y puede medirse objetivamente. Pero ¿qué hay de arte y cuanto de ciencia? Aun siendo cualidades subjetivas, deberían poder cuantificarse de acuerdo con alguna pauta, tal y como ocurre en otras disciplinas. De no ser así, no sería posible decidir quién es el ganador de una competición musical o artística o a quién se le otorga el Premio Nobel de Ciencias. En ajedrez, los criterios artísticos o científicos podrían ser: 1) la novedad de las ideas y 2) la fuerza de la oposición y la precisión en el juego.

Así pues, mi propuesta es que la puntuación global de un jugador debería calcularse mediante la valoración conjunta de estos tres elementos. Después de todo, el auténtico valor de un jugador no se basa únicamente en su superioridad como deportista, sino también en sus contribuciones con ideas novedosas que colaboran en el desarrollo del ajedrez y en la creación de partidas bonitas que proporcionan un placer estético.

Es así como debemos entender nuestra “búsqueda de La Gioconda”, como una lucha permanente por crear belleza estética sobre el tablero. Unos buenos resultados deportivos nos garantizarán una puntuación Elo que refleje nuestras ambiciones competitivas, pero nosotros que jugamos este Juego Real conocemos el gozo que nos produce una concepción bella del juego, o una combinación, por ejemplo, que surge “de la nada” a partir de una posición estéril. Espero poder compartir con mis lectores, en las páginas que siguen, alguno de los grandes placeres que yo he tenido el privilegio de disfrutar durante mi vida ajedrecística.

Quisiera expresar mi más sincera gratitud a mis amigos de Los Ángeles (EE.UU.), al árbitro internacional Alfred Deuel y al maestro internacional Anthony Aidy por su participación en la correción del manuscrito.


GM Eduard Gufeld

Los Ángeles (EE.UU.)



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