img298 (4)

img298 (4)



risas. Tambien a rato descansaban junto a las delgadas acacias del paseo, eon las cabezas juntas, inclinadas a mirar minusculos objetos que se enseńaban unos a otros. Me parecia que los conocia a todos y sabia sus nombres, que habia estado en sus casas. A veces me daba por imaginar, no se por que, lo que harian eon ellos si viniese una guerra; dónde los escondenan. Chillaban, parecian multiplicarse. Lorenzo abria el periódico, y yo, de cuando en cuando, le echaba un vistazo a los titulares. “Una barriada de 400 viviendas”. “Pereg-rinación juvenil”. “Nuevo embajador britanico”. No lo podia sopor-tar. Detras de un silencio asl, sin motivo, estallaba la rina. No le podia decir que me irritaba que leyese un periódico. Nos habiamos reido tantas veces de los matrimonios de los chistes. Me empezaba a quejar de soledad, de cualquier cosa, ya no reeuerdo. Todo lo mezclaba: iba formando un alud confuso eon mis palabras y bajo el me sentia aplastada e indefensa.

(Carmen Martin Gaite, ur. 1925, Lo que ijueda enterrado)

11.

En el jardin, lleno de silencio, se escucha el chiar de las rapidas golondrinas. El agua de la fuente cae deshilachada por el tazón de marmol. Al pie de los cipreses se abren las rosas fugaces, blancas, amarillas, bermejas. Un denso aroma de jazmines y magnolias embalsama el aire. Sobre las paredes de nitida cal resalta el verde de la fronda; por encima del verde y del blanco, se extiende el anil del cielo. Alisa se halla en el jardin, sentada, eon un libro en la mano. Sus menudos pies asoman por debajo de la fałda de fino contray; estan calzados eon chapines de terciopelo negro, adornados eon rapacejos y clavetes de bruńida piata. Los ojos de Alisa son verdes, como los de su mądre, el rostro mas bien alargado que redondo. iQuien podria contar la niiidez y sedosidad de sus manos? Pues de la dulzura de su habla, ^cuantos loores no podriamos decir?

En el jardin todo es silencio y paz. En lo alto de la solana, recostado sobre la barandilla, Calixto contempla extatico a su hija. De pronto, un halcón aparece revolando rapida y violentamente por entre los arboles. Tras el, persiguiendole, todo agitado y descompuesto, surge un manccbo. Al Ilegar frente a Alisa, se detiene absorto, sonrie y comienza a hablarla.

Calixto lo ve desde el carasol y adivina sus palabras. Unas nubes redondas, blancas, pasan lentamente, sobre el cielo azul, en la lejania.

(Azorin, 1873-1967, Castilla)

12.

Existe el prejuicio inaceptable de no considerar bellos mas que los paisajes donde la verdura triunfa. Creo yo que influye en esta opinión cierto confuso resto de utilitarismo, ajeno y aun enemigo de la estetica contemplación. El paisaje verde promete una vida cómoda y abundan-te. El menudo burgues indestructible que se afana siempre en algun rincón de nuestra alma favorece interesadamente nuestro entusiasmo desinteresado hacia los explendores de la vegetación. No le importa el valor estetico de la verdura esmeralda; pero, hipócrita, la alaba mientras piensa en la cosecha que ella anuncia y aplaude el espec-taculo eon secretas intenciones alimenticias.

En cambio, don Francisco Giner, para quien solo lo inutil era necesario, solia insistir sobre la superior belleza del paisaje castellano.

No es verde, sin duda; pero se, en cambio, un panorama de coral y de oro, de violeta y de piata cristalina. Los fisiólogas saben piuy bien que los colores amarillo y rojo aumentan de un modo automatico nuestras pulsaciones, y que su numero crece tanto mas cuanto mas extensa es la superficie de tonos calientes extendida antę nosotros.

Pero se lamentan los investigadores de no poder hacer sus experimentos eon grandes planos encendidos; son gente del centro y del norte europeos, donde los campos verdes retardan el compas del corazón. Pues bien; aqui, en Castilla, encontraran el paisaje encen-diado que no existe en Europa; aqui, los campos rojos y aureos ponen los pulsos al galope.

(Jose Ortega y Gasset, 1883- 1955, De Madrid a Asturias o los dos paisajes)

13.

...Yo imagino que el cinematógrafo pudiera aplicarse a la Historia y, condensados en breves minutos, corriesen antę nosotros los cuatro ultimos siglos de vida espańola. (...)

Entonces veriamos que de 1580 hasta el dia cuanto en Espana acontece es decadencia y desintegración. El proceso incorporativo va

l


f


95


Wyszukiwarka

Podobne podstrony:
Skanuj0027 54 Lekcja siódma tambien me gustaria ir a las montańas (a nawet) estoy seguro que iremfl
28 (172) irARJETERO nHaga un nudo dobie piano eon las dos primeras cuerdas del frente y eon las dos&
Llena tu casa de eorazones y estrellas. Cuelga estos discretos adomos en las ramas de las coronas o
41 (306) * * * . * ^ * •# •& ■# # •«- Fije el centro del lazo eon un chenille. Corte los extre
p0008 on un cinceladot; se pueden tambien decorar las verduras como los pepinos y los ckampiiio
•    Tambien puede utilizar cordón delgado dorado o galones para adornar
16(2) 5. Pega la cabeza del gaiło en la caja y pega tambien los otros detalles 4. Recorta las p
Prace z plasteliny9 ~ ! J 1 laz tambien unas marcas eon el pun/.ón en las hojas dc la palmera y une

więcej podobnych podstron