INSTRUCCIONES PARA ABRIR EL PAQUETE DE JABON SUNLIGHT (Alejandro Dolina)
(Trabajo realizado por Manuel Mandeb por encargo de la agencia de publicidad Vivencia.)
1) Busque la flecha indicadora.
2) Presione con el dedo pulgar hasta que el cart�n del envase ceda.
3) Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasi�n que �sta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue abriendo este est�pido paquete y yo le dir� algunas verdades.
4) Los vendedores de elixir nos convidan todos los d�as a olvidar las penas y mantener jubiloso el �nimo. El Pensamiento Oficial del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.
5) La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas m�s saludables. Al parecer, la verdad perjudica la funci�n hep�tica.
6) Viene gente. Siga la l�nea de puntos en la direcci�n indicada por la flecha.
7) Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la triste es la �nica actitud posible que los compradores de este jab�n pueden adoptar ante un universo que no se les acomoda. Toda alegr�a no es m�s que un olvido moment�neo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno re�rse del cuento de los supositorios, pero �ste es apenas un descanso en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ese es el sentido original de la palabra diversi�n: apartar, desviar, llamar la atenci�n hacia una cosa que no es la principal.
8) Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la peor educaci�n. Los comerciantes se escandalizan, las personas optimistas huyen despavoridas, los maximalistas declaran que la angustia ante la muerte es un entretenimiento burgu�s y los escritores comprometidos gritan que la preocupaci�n metaf�sica es literatura de evasi�n. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de jab�n al alcance de los ni�os, le juro que todo lo que se escribe es de evasi�n, menos la metaf�sica: las noticias pol�ticas los libros de sociolog�a, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre reservas de petr�leo, no hacen m�s que apartarnos del tema central, que es la muerte.
9) Calcular 100 gramos de jab�n por cada kilo de ropa sucia.
10) Cuanto m�s inteligente, profunda y sensible es una persona, m�s probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegr�a suelen proponer la interrupci�n del pensamiento: "es mejor no pensar...". Casi todos los aparatos y artificios que el hombre ha inventado para producir alegr�a suspenden toda reflexi�n: la pirotecnia, la m�sica bailable, las cantinas de La Boca, el metegol, los concursos de la televisi�n, las kermeses.
11) Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que la tristeza tiene m�s fuerza que la alegr�a: un hombre recibe dos noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla, prevalecer� la tristeza. El premio no lo consolar� de la desgracia. Byron dec�a que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.
12) No mezcle este jab�n con otros productos y no haga caso de los sofistas risue�os. Tarde o temprano alguien le dir�: "Si un problema tiene soluci�n, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene, �qu� se gana con la preocupaci�n?". Confunde esta gente las arduas cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la angustia, el desencanto y la injusticia no son problemas sino tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera.
Lloraba Sol�n la muerte de su hijo.
Un amigo se acerca y le dice:
- �Por qu� lloras, si sabes que es in�til?
- Por eso - contest� Sol�n- porque s� que es in�til.
13) No est� tan mal ser triste, se�ora. El que se entristece se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien est� triste se ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditaci�n. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviando este cup�n por correo.
14) Ahora que se fue el jabonero, aprovecho para confesarle que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrim�genas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos re�mos mucho, le aseguro. Pero eso s�: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por la v�ctima de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombr�o y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atenci�n, muchachos, que no me he olvidado de nada".
Nota: Las instrucciones para abrir el paquete de jab�n Sunlight fueron rechazadas.
"El Libro del Fantasma" � Alejandro Dolina, 1999.