LA BIBLIA (VERSIÓN REINA-VALERA DE 1909): JOSU�







LA BIBLIA Versión Reina-Valera de 1909Josu�
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Cap�tulo 1
1:1Y ACONTECIÓ despu�s de la muerte de Mois�s siervo de Jehov�, que Jehov� habló � Josu� hijo de Nun, ministro de Mois�s, diciendo:
1:2Mi siervo Mois�s es muerto: lev�ntate pues ahora, y pasa este Jord�n, tś y todo este pueblo, � la tierra que yo les doy � los hijos de Israel.
1:3Yo os he entregado, como lo hab�a dicho � Mois�s, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
1:4Desde el desierto y este L�bano hasta el gran r�o Eufrates, toda la tierra de los Hetheos hasta la gran mar del poniente del sol, ser� vuestro t�rmino.
1:5Nadie te podr� hacer frente en todos los d�as de tu vida: como yo fu� con Mois�s, ser� contigo; no te dejar�, ni te desamparar�.
1:6Esfu�rzate y s� valiente: porque tś repartir�s � este pueblo por heredad la tierra, de la cual jur� � sus padres que la dar�a � ellos.
1:7Solamente te esfuerces, y seas muy valiente, para cuidar de hacer conforme � toda la ley que mi siervo Mois�s te mandó: no te apartes de ella ni � diestra ni � siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.
1:8El libro de aquesta ley nunca se apartar� de tu boca: antes de d�a y de noche meditar�s en �l, para que guardes y hagas conforme � todo lo que en �l est� escrito: porque entonces har�s prosperar tu camino, y todo te saldr� bien.
1:9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehov� tu Dios ser� contigo en donde quiera que fueres.
1:10Y Josu� mandó � los oficiales del pueblo, diciendo:
1:11Pasad por medio del campo, y mandad al pueblo, diciendo: Preven�os de comida; porque dentro de tres d�as pasar�is el Jord�n, para que entr�is � poseer la tierra que Jehov� vuestro Dios os da para que la pose�is.
1:12Tambi�n habló Josu� � los Rubenitas y Gaditas, y � la media tribu de Manas�s, diciendo:
1:13Acordaos de la palabra que Mois�s, siervo de Jehov�, os mandó diciendo: Jehov� vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.
1:14Vuestras mujeres y vuestros nińos y vuestras bestias, quedar�n en la tierra que Mois�s os ha dado de esta parte del Jord�n; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasar�is armados delante de vuestros hermanos, y les ayudar�is;
1:15Hasta tanto que Jehov� haya dado reposo � vuestros hermanos como � vosotros, y que ellos tambi�n posean la tierra que Jehov� vuestro Dios les da: y despu�s volver�is vosotros � la tierra de vuestra herencia, la cual Mois�s siervo de Jehov� os ha dado, de esta parte del Jord�n hacia donde nace el sol; y la poseer�is.
1:16Entonces respondieron � Josu�, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, � iremos adonde quiera que nos mandares.
1:17De la manera que obedecimos � Mois�s en todas las cosas, as� te obedeceremos � ti: solamente Jehov� tu Dios sea contigo, como fu� con Mois�s.
1:18Cualquiera que fuere rebelde � tu mandamiento, y no obedeciere � tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.
Cap�tulo 2
2:1Y JOSU�, hijo de Nun, envió desde Sittim dos esp�as secretamente, dici�ndoles: Andad, reconoced la tierra, y � Jericó. Los cuales fueron, y entr�ronse en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron all�.
2:2Y fu� dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aqu� que hombres de los hijos de Israel han venido aqu� esta noche � espiar la tierra.
2:3Entonces el rey de Jericó, envió � decir � Rahab: Saca fuera los hombres que han venido � ti, y han entrado en tu casa; porque han venido � espiar toda la tierra.
2:4Mas la mujer hab�a tomado los dos hombres, y los hab�a escondido; y dijo: Verdad que hombres vinieron � m�, mas no supe de dónde eran:
2:5Y al cerrarse la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no s� � dónde se han ido: seguidlos apriesa, que los alcanzar�is.
2:6Mas ella los hab�a hecho subir al terrado, y hab�alos escondido entre tascos de lino que en aquel terrado ten�a puestos.
2:7Y los hombres fueron tras ellos por el camino del Jord�n, hasta los vados: y la puerta fu� cerrada despu�s que salieron los que tras ellos iban.
2:8Mas antes que ellos durmiesen, ella subió � ellos al terrado, y d�joles:
2:9S� que Jehov� os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha ca�do sobre nosotros, y todos los moradores del pa�s est�n desmayados por causa de vosotros;
2:10Porque hemos o�do que Jehov� hizo secar las aguas del mar Bermejo delante de vosotros, cuando salisteis de Egipto, y lo que hab�is hecho � los dos reyes de los Amorrheos que estaban de la parte all� del Jord�n, � Sehón y � Og, � los cuales hab�is destru�do.
2:11Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado m�s esp�ritu en alguno por causa de vosotros: porque Jehov� vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
2:12Ru�goos pues ahora, me jur�is por Jehov�, que como he hecho misericordia con vosotros, as� la har�is vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me dar�is una seńal cierta;
2:13Y que salvar�is la vida � mi padre y � mi madre, y � mis hermanos y hermanas, y � todo lo que es suyo; y que librar�is nuestras vidas de la muerte.
2:14Y ellos le respondieron: Nuestra alma por vosotros hasta la muerte, si no denunciareis este nuestro negocio: y cuando Jehov� nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.
2:15Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba � la pared del muro, y ella viv�a en el muro.
2:16Y d�joles: Marchaos al monte, porque los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos all� tres d�as, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y despu�s os ir�is vuestro camino.
2:17Y ellos le dijeron: Nosotros seremos desobligados de este juramento con que nos has conjurado.
2:18He aqu�, cuando nosotros entr�remos en la tierra, tś atar�s este cordón de grana � la ventana por la cual nos descolgaste: y tś juntar�s en tu casa tu padre y tu madre, tus hermanos y toda la familia de tu padre.
2:19Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre ser� sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre ser� sobre nuestra cabeza, si mano le tocare.
2:20Y si tś denunciares este nuestro negocio, nosotros seremos desobligados de este tu juramento con que nos has juramentado.
2:21Y ella respondió: Sea as� como hab�is dicho. Luego los despidió, y se fueron: y ella ató el cordón de grana � la ventana.
2:22Y caminando ellos, llegaron al monte, y estuvieron all� tres d�as, hasta que los que los segu�an se hubiesen vuelto: y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, mas no los hallaron.
2:23Y torn�ndose los dos varones, descendieron del monte, y pasaron, y vinieron � Josu� hijo de Nun, y cont�ronle todas las cosas que les hab�an acontecido.
2:24Y dijeron � Josu�: Jehov� ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y tambi�n todos los moradores del pa�s est�n desmayados delante de nosotros.
Cap�tulo 3
3:1Y LEVANTÓSE Josu� de mańana, y partieron de Sittim, y vinieron hasta el Jord�n, �l y todos los hijos de Israel, y reposaron all� antes que pasasen.
3:2Y pasados tres d�as, los oficiales atravesaron por medio del campo,
3:3Y mandaron al pueblo, diciendo: Cuando viereis el arca del pacto de Jehov� vuestro Dios, y los sacerdotes y Levitas que la llevan, vosotros partir�is de vuestro lugar, y marchar�is en pos de ella.
3:4Empero entre vosotros y ella haya distancia como de la medida de dos mil codos: y no os acercar�is � ella, � fin de que sep�is el camino por donde hab�is de ir: por cuanto vosotros no hab�is pasado antes de ahora por este camino.
3:5Y Josu� dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehov� har� mańana entre vosotros maravillas.
3:6Y habló Josu� � los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto, y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto, y fueron delante del pueblo.
3:7Entonces Jehov� dijo � Josu�: Desde aqueste d�a comenzar� � hacerte grande delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como fu� con Mois�s, as� ser� contigo.
3:8Tś, pues, mandar�s � los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: Cuando hubiereis entrado hasta el borde del agua del Jord�n, parar�is en el Jord�n.
3:9Y Josu� dijo � los hijos de Israel: Llegaos ac�, y escuchad las palabras de Jehov� vuestro Dios.
3:10Y ańadió Josu�: En esto conocer�is que el Dios viviente est� en medio de vosotros, y que �l echar� de delante de vosotros al Cananeo, y al Heteo, y al Heveo, y al Pherezeo, y al Gergeseo, y al Amorrheo, y al Jebuseo.
3:11He aqu�, el arca del pacto del Seńoreador de toda la tierra pasa el Jord�n delante de vosotros.
3:12Tomad, pues, ahora doce hombres de las tribus de Israel, de cada tribu uno.
3:13Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehov� Seńoreador de toda la tierra, fueren asentadas sobre las aguas del Jord�n, las aguas del Jord�n se partir�n: porque las aguas que vienen de arriba se detendr�n en un montón.
3:14Y aconteció, que partiendo el pueblo de sus tiendas para pasar el Jord�n, y los sacerdotes delante del pueblo llevando el arca del pacto,
3:15Cuando los que llevaban el arca entraron en el Jord�n, as� como los pies de los sacerdotes que llevaban el arca fueron mojados � la orilla del agua, (porque el Jord�n suele reverter sobre todos sus bordes todo el tiempo de la siega,)
3:16Las aguas que ven�an de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que est� al lado de Sareth�n; y las que descend�an � la mar de los llanos, al mar Salado, se acabaron y fueron partidas; y el pueblo pasó en derecho de Jericó.
3:17Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehov�, estuvieron en seco, firmes en medio del Jord�n, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jord�n; y todo Israel pasó en seco.
Cap�tulo 4
4:1Y CUANDO toda la gente hubo acabado de pasar el Jord�n, Jehov� habló � Josu�, diciendo:
4:2Tomad del pueblo doce hombres, de cada tribu uno,
4:3Y mandadles, diciendo: Tomaos de aqu� del medio del Jord�n, del lugar donde est�n firmes los pies de los sacerdotes, doce piedras, las cuales pasar�is con vosotros, y las asentar�is en el alojamiento donde hab�is de tener la noche.
4:4Entonces Josu� llamó � los doce hombres, los cuales hab�a �l ordenado de entre los hijos de Israel, de cada tribu uno;
4:5Y d�joles Josu�: Pasad delante del arca de Jehov� vuestro Dios al medio del Jord�n; y cada uno de vosotros tome una piedra sobre su hombro, conforme al nśmero de las tribus de los hijos de Israel;
4:6Para que esto sea seńal entre vosotros; y cuando vuestros hijos preguntaren � sus padres mańana, diciendo: żQu� os significan estas piedras?
4:7Les responder�is: Que las aguas del Jord�n fueron partidas delante del arca del pacto de Jehov�; cuando ella pasó el Jord�n, las aguas del Jord�n se partieron: y estas piedras ser�n por memoria � los hijos de Israel para siempre.
4:8Y los hijos de Israel lo hicieron as� como Josu� les mandó: que levantaron doce piedras del medio del Jord�n, como Jehov� lo hab�a dicho � Josu�, conforme al nśmero de las tribus de los hijos de Israel, y pas�ronlas consigo al alojamiento, y las asentaron all�.
4:9Josu� tambi�n levantó doce piedras en medio del Jord�n, en el lugar donde estuvieron los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto; y han estado all� hasta hoy.
4:10Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jord�n, hasta tanto que se acabó todo lo que Jehov� hab�a mandado � Josu� que hablase al pueblo, conforme � todas las cosas que Mois�s hab�a � Josu� mandado: y el pueblo se dió priesa y pasó.
4:11Y cuando todo el pueblo acabó de pasar, pasó tambi�n el arca de Jehov�, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.
4:12Tambi�n los hijos de Rub�n y los hijos de Gad, y la media tribu de Manas�s, pasaron armados delante de los hijos de Israel, segśn Mois�s les hab�a dicho:
4:13Como cuarenta mil hombres armados � punto pasaron hacia la campińa de Jericó delante de Jehov� � la guerra.
4:14En aquel d�a Jehov� engrandeció � Josu� en ojos de todo Israel: y temi�ronle, como hab�an temido � Mois�s, todos los d�as de su vida.
4:15Y Jehov� habló � Josu�, diciendo:
4:16Manda � los sacerdotes que llevan el arca del testimonio, que suban del Jord�n.
4:17Y Josu� mandó � los sacerdotes, diciendo: Subid del Jord�n.
4:18Y aconteció que como los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehov�, subieron del medio del Jord�n, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jord�n se volvieron � su lugar, � su lugar, fkbcorriendo como antes sobre todos sus bordes.
4:19Y el pueblo subió del Jord�n el diez del mes primero, y asentaron el campo en Gilgal, al lado oriental de Jericó.
4:20Y Josu� erigió en Gilgal las doce piedras que hab�an tra�do del Jord�n.
4:21Y habló � los hijos de Israel, diciendo: Cuando mańana preguntaren vuestros hijos � sus padres, y dijeren: żQu� os significan estas piedras?
4:22Declarar�is � vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jord�n.
4:23Porque Jehov� vuestro Dios secó las aguas del Jord�n delante de vosotros, hasta que hab�ais pasado, � la manera que Jehov� vuestro Dios lo hab�a hecho en el mar Bermejo, al cual secó delante de nosotros hasta que pasamos:
4:24Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehov�, que es fuerte; para que tem�is � Jehov� vuestro Dios todos los d�as.
Cap�tulo 5
5:1Y CUANDO todos los reyes de los Amorrheos, que estaban de la otra parte del Jord�n al occidente, y todos los reyes de los Cananeos, que estaban cerca de la mar, oyeron como Jehov� hab�a secado las aguas del Jord�n delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo m�s esp�ritu en ellos delante de los hijos de Israel.
5:2En aquel tiempo Jehov� dijo � Josu�: Hazte cuchillos afilados, y vuelve � circuncidar la segunda vez � los hijos de Israel.
5:3Y Josu� se hizo cuchillos afilados, y circuncidó � los hijos de Israel en el monte de los prepucios.
5:4Esta es la causa por la cual Josu� los circuncidó: todo el pueblo que hab�a salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, hab�an muerto en el desierto por el camino, despu�s que salieron de Egipto.
5:5Porque todos los del pueblo que hab�an salido, estaban circuncidados: mas todo el pueblo que hab�a nacido en el desierto por el camino, despu�s que salieron de Egipto, no estaban circuncidados.
5:6Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta ańos, hasta que toda la gente de los hombres de guerra que hab�an salido de Egipto, fu� consumida, por cuanto no obedecieron � la voz de Jehov�; por lo cual Jehov� les juró que no les dejar�a ver la tierra, de la cual Jehov� hab�a jurado � sus padres que nos la dar�a, tierra que fluye leche y miel.
5:7Y los hijos de ellos, que �l hab�a hecho suceder en su lugar, Josu� los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no hab�an sido circuncidados por el camino.
5:8Y cuando hubieron acabado de circuncidar toda la gente, qued�ronse en el mismo lugar en el campo, hasta que sanaron.
5:9Y Jehov� dijo � Josu�: Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto: por lo cual el nombre de aquel lugar fu� llamado Gilgal, hasta hoy.
5:10Y los hijos de Israel asentaron el campo en Gilgal, y celebraron la pascua � los catorce d�as del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó.
5:11Y al otro d�a de la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y en el mismo d�a espigas nuevas tostadas.
5:12Y el man� cesó el d�a siguiente, desde que comenzaron � comer del fruto de la tierra: y los hijos de Israel nunca m�s tuvieron man�, sino que comieron de los frutos de la tierra de Cana�n aquel ańo.
5:13Y estando Josu� cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vió un varón que estaba delante de �l, el cual ten�a una espada desnuda en su mano. Y Josu� y�ndose hacia �l, le dijo: żEres de los nuestros, ó de nuestros enemigos?
5:14Y �l respondió: No; mas Pr�ncipe del ej�rcito de Jehov�, ahora he venido. Entonces Josu� postr�ndose sobre su rostro en tierra le adoró; y d�jole: żQu� dice mi Seńor � su siervo?
5:15Y el Pr�ncipe del ej�rcito de Jehov� repondió � Josu�: Quita tus zapatos de tus pies; porque el lugar donde est�s es santo. Y Josu� lo hizo as�.
Cap�tulo 6
6:1EMPERO Jericó estaba cerrada, bien cerrada, � causa de los hijos de Israel: nadie entraba, ni sal�a.
6:2Mas Jehov� dijo � Josu�: Mira, yo he entregado en tu mano � Jericó y � su rey, con sus varones de guerra.
6:3Cercar�is pues la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez: y esto har�is seis d�as.
6:4Y siete sacerdotes llevar�n siete bocinas de cuernos de carneros delante del arca; y al s�ptimo d�a dar�is siete vueltas � la ciudad, y los sacerdotes tocar�n las bocinas.
6:5Y cuando tocaren prolongadamente el cuerno de carnero, as� que oyereis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritar� � gran voz, y el muro de la ciudad caer� debajo de s�: entonces el pueblo subir� cada uno en derecho de s�.
6:6Y llamando Josu� hijo de Nun � los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuernos de carneros delante del arca de Jehov�.
6:7Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que est�n armados pasar�n delante del arca de Jehov�.
6:8Y as� que Josu� hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuernos de carneros, pasaron delante del arca de Jehov�, y tocaron las bocinas: y el arca del pacto de Jehov� los segu�a.
6:9Y los armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la gente reunida iba detr�s del arca, andando y tocando bocinas.
6:10Y Josu� mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no dar�is grita, ni se oir� vuestra voz, ni saldr� palabra de vuestra boca, hasta el d�a que yo os diga: Gritad: entonces dar�is grita.
6:11El arca pues de Jehov� dió una vuelta alrededor de la ciudad, y vini�ronse al real, en el cual tuvieron la noche.
6:12Y Josu� se levantó de mańana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehov�.
6:13Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuernos de carneros, fueron delante del arca de Jehov�, andando siempre y tocando las bocinas; y los armados iban delante de ellos, y la gente reunida iba detr�s del arca de Jehov�, andando y tocando las bocinas.
6:14As� dieron otra vuelta � la ciudad el segundo d�a, y volvi�ronse al real: de esta manera hicieron por seis d�as.
6:15Y al s�ptimo d�a levant�ronse cuando sub�a el alba, y dieron vuelta � la ciudad de la misma manera siete veces: solamente este d�a dieron vuelta alrededor de ella siete veces.
6:16Y como los sacerdotes hubieron tocado las bocinas la s�ptima vez, Josu� dijo al pueblo: Dad grita, porque Jehov� os ha entregado la ciudad.
6:17Mas la ciudad ser� anatema � Jehov�, ella con todas las cosas que est�n en ella: solamente Rahab la ramera vivir�, con todos los que estuvieren en casa con ella, por cuanto escondió los mensajeros que enviamos.
6:18Empero guardaos vosotros del anatema, que ni toqu�is, ni tom�is alguna cosa del anatema, porque no hag�is anatema el campo de Israel, y lo turb�is.
6:19Mas toda la plata, y el oro, y vasos de metal y de hierro, sea consagrado � Jehov�, y venga al tesoro de Jehov�.
6:20Entonces el pueblo dió grita, y los sacerdotes tocaron las bocinas: y aconteció que como el pueblo hubo o�do el sonido de la bocina, dió el pueblo grita con gran vocer�o, y el muro cayó � plomo. El pueblo subió luego � la ciudad, cada uno en derecho de s�, y tom�ronla.
6:21Y destruyeron todo lo que en la ciudad hab�a; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, � filo de espada.
6:22Mas Josu� dijo � los dos hombres que hab�an reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de all� � la mujer, y � todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.
6:23Y los mancebos esp�as entraron, y sacaron � Rahab, y � su padre, y � su madre, y � sus hermanos, y todo lo que era suyo; y tambi�n sacaron � toda su parentela, y pusi�ronlos fuera del campo de Israel.
6:24Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella hab�a: solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehov� la plata, y el oro, y los vasos de metal y de hierro.
6:25Mas Josu� salvó la vida � Rahab la ramera, y � la casa de su padre, y � todo lo que ella ten�a: y habitó ella entre los Israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros que Josu� envió � reconocer � Jericó.
6:26Y en aquel tiempo Josu� les juramentó diciendo: Maldito delante de Jehov� el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. En su primog�nito eche sus cimientos, y en su menor asiente sus puertas.
6:27Fu� pues Jehov� con Josu�, y su nombre se divulgó por toda la tierra.
Cap�tulo 7
7:1EMPERO los hijos de Israel cometieron prevaricación en el anatema: porque Ach�n, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Jud�, tomó del anatema; y la ira de Jehov� se encendió contra los hijos de Israel.
7:2Y Josu� envió hombres desde Jericó � Hai, que estaba junto � Beth-aven hacia el oriente de Beth-el; y hablóles diciendo: Subid, y reconoced la tierra. Y ellos subieron, y reconocieron � Hai.
7:3Y volviendo � Josu�, dij�ronle: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil ó como tres mil hombre, y tomar�n � Hai: no fatigues � todo el pueblo all�, porque son pocos.
7:4Y subieron all� del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai.
7:5Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombre, y sigui�ronlos desde la puerta hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada: por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino � ser como agua.
7:6Entonces Josu� rompió sus vestidos, y postróse en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehov� hasta la tarde, �l y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
7:7Y Josu� dijo: ĄAh, Seńor Jehov�! żPor qu� hiciste pasar � este pueblo el Jord�n, para entregarnos en las manos de los Amorrheos, que nos destruyan? ĄOjal� nos hubi�ramos quedado de la otra parte del Jord�n!
7:8ĄAy Seńor! żqu� dir�, ya que Israel ha vuelto las espaldas delante de sus enemigos?
7:9Porque los Cananeos y todos los moradores de la tierra oir�n, y nos cercar�n, y raer�n nuestro nombre de sobre la tierra: entonces żqu� har�s tś � tu grande nombre?
7:10Y Jehov� dijo � Josu�: Lev�ntate; żpor qu� te postras as� sobre tu rostro?
7:11Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les hab�a mandado; pues aun han tomado del anatema, y hasta han hurtado, y tambi�n han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.
7:12Por esto los hijos de Israel no podr�n estar delante de sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volver�n las espaldas; por cuanto han venido � ser anatema: ni ser� m�s con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.
7:13Lev�ntate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mańana, porque Jehov� el Dios de Israel dice as�: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podr�s estar delante de tus enemigos, hasta tanto que hay�is quitado el anatema de en medio de vosotros.
7:14Os allegar�is, pues, mańana por vuestras tribus; y la tribu que Jehov� tomare, se allegar� por sus familias; y la familia que Jehov� tomare, se allegar� por sus casas; y la casa que Jehov� tomare, allegar�se por los varones;
7:15Y el que fuere cogido en el anatema, ser� quemado � fuego, �l y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehov�, y ha cometido maldad en Israel.
7:16Josu�, pues, levant�ndose de mańana, hizo allegar � Israel por sus tribus; y fu� tomada la tribu de Jud�;
7:17Y haciendo allegar la tribu de Jud�, fu� tomada la familia de los de Zera; haciendo luego allegar la familia de los de Zera por los varones, fu� tomado Zabdi;
7:18E hizo allegar su casa por los varones, y fu� tomado Ach�n, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Jud�.
7:19Entonces Josu� dijo � Ach�n: Hijo m�o, da gloria ahora � Jehov� el Dios de Israel, y dale alabanza, y decl�rame ahora lo que has hecho; no me lo encubras.
7:20Y Ach�n respondió � Josu�, diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehov� el Dios de Israel, y he hecho as� y as�:
7:21Que vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un changote de oro de peso de cincuenta siclos; lo cual codici�, y tom�: y he aqu� que est� escondido debajo de tierra en el medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.
7:22Josu� entonces envió mensajeros, los cuales fueron corriendo � la tienda; y he aqu� estaba escondido en su tienda, y el dinero debajo de ello:
7:23Y tom�ndolo de en medio de la tienda, traj�ronlo � Josu� y � todos los hijos de Israel, y pusi�ronlo delante de Jehov�.
7:24Entonces Josu�, y todo Israel con �l, tomó � Ach�n hijo de Zera, y el dinero, y el manto, y el changote de oro, y sus hijos, y sus hijas, y sus bueyes, y sus asnos, y sus ovejas, y su tienda, y todo cuanto ten�a, y llev�ronlo todo al valle de Ach�r;
7:25Y dijo Josu�: żPor qu� nos has turbado? Tśrbete Jehov� en este d�a. Y todos los Israelitas los apedrearon, y los quemaron � fuego, despu�s de apedrearlos con piedras;
7:26Y levantaron sobre �l un gran montón de piedras, hasta hoy. Y Jehov� se tornó de la ira de su furor. Y por esto fu� llamado aquel lugar el Valle de Ach�r, hasta hoy.
Cap�tulo 8
8:1Y JEHOV� dijo � Josu�: No temas, ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y lev�ntate y sube � Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, y � su pueblo, � su ciudad, y � su tierra.
8:2Y har�s � Hai y � su rey como hiciste � Jericó y � su rey: sólo que sus despojos y sus bestias tomar�is para vosotros. Pondr�s, pues, emboscadas � la ciudad detr�s de ella.
8:3Y levantóse Josu�, y toda la gente de guerra, para subir contra Hai: y escogió Josu� treinta mil hombres fuertes, los cuales envió de noche.
8:4Y mandóles, diciendo: Mirad, pondr�is emboscada � la ciudad detr�s de ella: no os alejar�is mucho de la ciudad, y estar�is todos apercibidos.
8:5Y yo, y todo el pueblo que est� conmigo, nos acercaremos � la ciudad; y cuando saldr�n ellos contra nosotros, como hicieron antes, huiremos delante de ellos.
8:6Y ellos saldr�n tras nosotros, hasta que los arranquemos de la ciudad; porque ellos dir�n: Huyen de nosotros como la primera vez. Huiremos, pues, delante de ellos.
8:7Entonces vosotros os levantar�is de la emboscada, y os echar�is sobre la ciudad; pues Jehov� vuestro Dios la entregar� en vuestras manos.
8:8Y cuando la hubiereis tomado, le prender�is fuego. Har�is conforme � la palabra de Jehov�. Mirad que os lo he mandado.
8:9Entonces Josu� los envió; y ellos se fueron � la emboscada, y pusi�ronse entre Beth-el y Hai, al occidente de Hai: y Josu� se quedó aquella noche en medio del pueblo.
8:10Y levant�ndose Josu� muy de mańana, revistó al pueblo, y subió �l, con los ancianos de Israel, delante del pueblo contra Hai.
8:11Y toda la gente de guerra que con �l estaba, subió, y acercóse, y llegaron delante de la ciudad, y asentaron el campo � la parte del norte de Hai: y el valle estaba entre �l y Hai.
8:12Y tomó como cinco mil hombres, y pśsolos en emboscada entre Beth-el y Hai, � la parte occidental de la ciudad.
8:13Y el pueblo, todo el campo que estaba � la parte del norte de la ciudad, colocado ya cerca, y su emboscada al occidente de la ciudad, v�nose Josu� aquella noche al medio del valle.
8:14Lo cual como viese el rey de Hai, levantóse prestamente de mańana, y salió con la gente de la ciudad contra Israel, �l y todo su pueblo, para combatir por el llano al tiempo seńalado, no sabiendo que le estaba puesta emboscada � las espaldas de la ciudad.
8:15Entonces Josu� y todo Israel, haci�ndose vencidos, huyeron delante de ellos por el camino del desierto.
8:16Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos: y siguieron � Josu�, siendo as� arrancados de la ciudad.
8:17Y no quedó hombre en Hai y Beth-el, que no saliera tras de Israel; y por seguir � Israel dejaron la ciudad abierta.
8:18Entonces Jehov� dijo � Josu�: Levanta la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregar� en tu mano. Y Josu� levantó hacia la ciudad la lanza que en su mano ten�a.
8:19Y levant�ndose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que �l alzó su mano, y vinieron � la ciudad, y la tomaron, y apresur�ronse � prenderle fuego.
8:20Y como los de la ciudad miraron atr�s, observaron, y he aqu� el humo de la ciudad que sub�a al cielo, y no tuvieron arbitrio para huir ni � una parte ni � otra: y el pueblo que iba huyendo hacia el desierto, se volvió contra los que le segu�an.
8:21Josu� y todo Israel, viendo que los de la emboscada hab�an tomado la ciudad, y que el humo de la ciudad sub�a, tornaron, � hirieron � los de Hai.
8:22Y los otros salieron de la ciudad � su encuentro: y as� fueron encerrados en medio de Israel, los unos de la una parte, y los otros de la otra. Y los hirieron hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase.
8:23Y tomaron vivo al rey de Hai, y traj�ronle � Josu�.
8:24Y cuando los Israelitas acabaron de matar � todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los hab�an perseguido, y que todos hab�an ca�do � filo de espada hasta ser consumidos, todos los Israelitas se tornaron � Hai, y tambi�n la pusieron � cuchillo.
8:25Y el nśmero de los que cayeron aquel d�a, hombres y mujeres, fu� doce mil, todos los de Hai.
8:26Y Josu� no retrajo su mano que hab�a extendido con la lanza, hasta que hubo destru�do � todos los moradores de Hai.
8:27Empero los Israelitas tomaron para s� las bestias y los despojos de la ciudad, conforme � la palabra de Jehov� que �l hab�a mandado � Josu�.
8:28Y Josu� quemó � Hai y redśjola � un montón perpetuo, asolado hasta hoy.
8:29Mas al rey de Hai colgó de un madero hasta la tarde: y como el sol se puso, mandó Josu� que quitasen del madero su cuerpo, y lo echasen � la puerta de la ciudad: y levantaron sobre �l un gran montón de piedras, hasta hoy.
8:30Entonces Josu� edificó un altar � Jehov� Dios de Israel en el monte de Ebal,
8:31Como Mois�s, siervo de Jehov�, lo hab�a mandado � los hijos de Israel, como est� escrito en el libro de la ley de Mois�s, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro: y ofrecieron sobre �l holocaustos � Jehov�, y sacrificaron v�ctimas pac�ficas.
8:32Tambi�n escribió all� en piedras la repetición de la ley de Mois�s, la cual �l hab�a escrito delante de los hijos de Israel.
8:33Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces, estaban de la una y de la otra parte junto al arca, delante de los sacerdotes Levitas que llevan el arca del pacto de Jehov�; as� extranjeros como naturales, la mitad de ellos estaba hacia el monte de Gerizim, y la otra mitad hacia el monte de Ebal; de la manera que Mois�s, siervo de Jehov�, lo hab�a mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel.
8:34Despu�s de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme � todo lo que est� escrito en el libro de la ley.
8:35No hubo palabra alguna de todas las cosas que mandó Mois�s, que Josu� no hiciese leer delante de toda la congregación de Israel, mujeres y nińos, y extranjeros que andaban entre ellos.
Cap�tulo 9
9:1Y ACONTECIÓ que como oyeron estas cosas todos los reyes que estaban de esta parte del Jord�n, as� en las montańas como en los llanos, y en toda la costa de la gran mar delante del L�bano, los Hetheos, Amorrheos, Cananeos, Pherezeos, Heveos, y Jebuseos;
9:2Junt�ronse � una, de un acuerdo, para pelear contra Josu� � Israel.
9:3Mas los moradores de Gabaón, como oyeron lo que Josu� hab�a hecho � Jericó y � Hai,
9:4Ellos usaron tambi�n de astucia; pues fueron y fingi�ronse embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,
9:5Y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre s�; y todo el pan que tra�an para el camino, seco y mohoso.
9:6As� vinieron � Josu� al campo en Gilgal, y dij�ronle � �l y � los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana: haced pues ahora con nosotros alianza.
9:7Y los de Israel respondieron � los Heveos: Quiz�s vosotros habit�is en medio de nosotros: żcómo pues podremos nosotros hacer alianza con vosotros?
9:8Y ellos respondieron � Josu�: Nosotros somos tus siervos. Y Josu� les dijo: żQui�n sois vosotros y de dónde ven�s?
9:9Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras, por la fama de Jehov� tu Dios; porque hemos o�do su fama, y todas las cosas que hizo en Egipto,
9:10Y todo lo que hizo � los dos reyes de los Amorrheos que estaban de la otra parte del Jord�n; � Sehón rey de Hesbón, y � Og rey de Bas�n, que estaba en Astaroth.
9:11Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, � id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros siervos, y haced ahora con nosotros alianza.
9:12Este nuestro pan tomamos caliente de nuestras casas para el camino el d�a que salimos para venir � vosotros; y helo aqu� ahora que est� seco y mohoso:
9:13Estos cueros de vino tambi�n los henchimos nuevos; helos aqu� ya rotos: tambi�n estos nuestros vestidos y nuestros zapatos est�n ya viejos � causa de lo muy largo del camino.
9:14Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no preguntaron � la boca de Jehov�.
9:15Y Josu� hizo paz con ellos, y concertó con ellos que les dejar�a la vida: tambi�n los pr�ncipes de la congregación les juraron.
9:16Pasados tres d�as despu�s que hicieron con ellos el concierto, oyeron como eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.
9:17Y parti�ronse los hijos de Israel, y al tercer d�a llegaron � sus ciudades: y sus ciudades eran Gabaón, Caphira, Beeroth, y Chiriath-jearim.
9:18Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los pr�ncipes de la congregación les hab�an jurado por Jehov� el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los pr�ncipes.
9:19Mas todos los pr�ncipes respondieron � toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por Jehov� Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.
9:20Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, porque no venga ira sobre nosotros � causa del juramento que les hemos hecho.
9:21Y los pr�ncipes les dijeron: Vivan; mas sean leńadores y aguadores para toda la congregación, como los pr�ncipes les han dicho.
9:22Y llam�ndolos Josu�, les habló diciendo: żPor qu� nos hab�is engańado, diciendo, Habitamos muy lejos de vosotros; una vez que mor�is en medio de nosotros?
9:23Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltar� de vosotros siervo, y quien corte la leńa y saque el agua para la casa de mi Dios.
9:24Y ellos respondieron � Josu�, y dijeron: Como fu� dado � entender � tus siervos, que Jehov� tu Dios hab�a mandado � Mois�s su siervo que os hab�a de dar toda la tierra, y que hab�a de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de vosotros por nuestras vidas, � hicimos esto.
9:25Ahora pues, henos aqu� en tu mano: lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.
9:26Y �l lo hizo as�; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen.
9:27Y constituyólos Josu� aquel d�a por leńadores y aguadores para la congregación y para el altar de Jehov�, en el lugar que �l escogiese: lo que son hasta hoy.
Cap�tulo 10
10:1Y COMO Adonisedec rey de Jerusalem oyó que Josu� hab�a tomado � Hai, y que la hab�an asolado, (como hab�a hecho � Jericó y � su rey, as� hizo � Hai y � su rey;) y que los moradores de Gabaón hab�an hecho paz con los Israelitas, y que estaban entre ellos;
10:2Tuvieron muy gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus hombres fuertes.
10:3Envió pues � decir Adonisedec rey de Jerusalem, � Oham rey de Hebrón, y � Phiream rey de Jerimoth, y � Japhia rey de Lach�s, y � Debir rey de Eglón:
10:4Subid � m�, y ayudadme, y combatamos � Gabaón: porque ha hecho paz con Josu� y con los hijos de Israel.
10:5Y cinco reyes de los Amorrheos, el rey de Jerusalem, el rey de Hebrón, el rey de Jerimoth, el rey de Lach�s, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ej�rcitos, y asentaron campo sobre Gabaón, y pelearon contra ella.
10:6Y los moradores de Gabaón enviaron � decir � Josu� al campo en Gilgal: No encojas tus manos de tus siervos; sube prestamente � nosotros para guardarnos y ayudarnos: porque todos los reyes de los Amorrheos que habitan en las montańas, se han juntado contra nosotros.
10:7Y subió Josu� de Gilgal, �l y todo el pueblo de guerra con �l, y todos los hombres valientes.
10:8Y Jehov� dijo � Josu�: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parar� delante de ti.
10:9Y Josu� vino � ellos de repente, toda la noche subió desde Gilgal.
10:10Y Jehov� los turbó delante de Israel, � hiriólos con gran mortandad en Gabaón: y siguiólos por el camino que sube � Beth-oron, � hiriólos hasta Azeca y Maceda.
10:11Y como iban huyendo de los Israelitas, � la bajada de Beth-oron, Jehov� echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos m�s murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel hab�an muerto � cuchillo.
10:12Entonces Josu� habló � Jehov� el d�a que Jehov� entregó al Amorrheo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los Israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tś, Luna, en el valle de Ajalón.
10:13Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta tanto que la gente se hubo vengado de sus enemigos. żNo est� aquesto escrito en el libro de Jasher? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró � ponerse casi un d�a entero.
10:14Y nunca fu� tal d�a antes ni despu�s de aqu�l, habiendo atendido Jehov� � la voz de un hombre: porque Jehov� peleaba por Israel.
10:15Y Josu�, y todo Israel con �l, volv�ase al campo en Gilgal.
10:16Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.
10:17Y fu� dicho � Josu� que los cinco reyes hab�an sido hallados en una cueva en Maceda.
10:18Entonces Josu� dijo: Rodad grandes piedras � la boca de la cueva, y poned hombres junto � ella que los guarden;
10:19Y vosotros no os par�is, sino seguid � vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehov� vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.
10:20Y aconteció que como Josu� y los hijos de Israel hubieron acabado de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.
10:21Y todo el pueblo se volvió salvo al campo � Josu� en Maceda; que no hubo quien moviese su lengua contra los hijos de Israel.
10:22Entonces dijo Josu�: Abrid la boca de la cueva, y sacadme de ella � estos cinco reyes.
10:23E hici�ronlo as�, y sac�ronle de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalem, al rey de Hebrón, al rey de Jerimoth, al rey de Lach�s, al rey de Eglón.
10:24Y cuando hubieron sacado estos reyes � Josu�, llamó Josu� � todos los varones de Israel, y dijo � los principales de la gente de guerra que hab�an venido con �l: Llegad y poned vuestros pies sobre los pescuezos de aquestos reyes. Y ellos se llegaron, y pusieron sus pies sobre los pescuezos de ellos.
10:25Y Josu� les dijo: No tem�is, ni os atemoric�is; sed fuertes y valientes: porque as� har� Jehov� � todos vuestros enemigos contra los cuales pele�is.
10:26Y despu�s de esto Josu� los hirió y los mató, � h�zolos colgar en cinco maderos: y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde.
10:27Y cuando el sol se iba � poner, mandó Josu� que los quitasen de los maderos, y los echasen en la cueva donde se hab�an escondido: y pusieron grandes piedras � la boca de la cueva, hasta hoy.
10:28En aquel mismo d�a tomó Josu� � Maceda, y la puso � cuchillo, y mató � su rey; � ellos y � todo lo que en ella ten�a vida, sin quedar nada: mas al rey de Maceda hizo como hab�a hecho al rey de Jericó.
10:29Y de Maceda pasó Josu�, y todo Israel con �l, � Libna; y peleó contra Libna:
10:30Y Jehov� la entregó tambi�n � ella, y � su rey, en manos de Israel; y metióla � filo de espada, con todo lo que en ella hab�a vivo, sin quedar nada: mas � su rey hizo de la manera que hab�a hecho al rey de Jericó.
10:31Y Josu�, y todo Israel con �l, pasó de Libna � Lach�s, y puso campo contra ella, y combatióla:
10:32Y Jehov� entregó � Lach�s en mano de Israel, y tomóla al d�a siguiente, y metióla � cuchillo, con todo lo que en ella hab�a vivo, como hab�a hecho en Libna.
10:33Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Lach�s; mas � �l y � su pueblo hirió Josu�, hasta no quedar ninguno de ellos.
10:34De Lach�s pasó Josu�, y todo Israel con �l, � Eglón: y pusieron campo contra ella, y combati�ronla:
10:35Y la tomaron el mismo d�a, y meti�ronla � cuchillo; y aquel d�a mató � todo lo que en ella hab�a vivo, como hab�a hecho en Lach�s.
10:36Subió luego Josu�, y todo Israel con �l, de Eglón � Hebrón, y combati�ronla;
10:37Y tom�ndola, la metieron � cuchillo, � su rey y � todas su ciudades, con todo lo que en ella hab�a vivo, sin quedar nada: como hab�an hecho � Eglón, as� la destruyeron con todo lo que en ella hab�a vivo.
10:38Y volvi�ndose Josu�, y todo Israel con �l, sobre Debir, combatióla;
10:39Y tomóla, y � su rey, y � todas sus villas; y meti�ronlos � cuchillo, y destruyeron todo lo que all� dentro hab�a vivo, sin quedar nada; como hab�a hecho � Hebrón, as� hizo � Debir y � su rey; y como hab�a hecho � Libna y � su rey.
10:40Hirió pues Josu� toda la región de las montańas, y del mediod�a, y de los llanos, y de las cuestas, y � todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que ten�a vida mató, al modo que Jehov� Dios de Israel lo hab�a mandado.
10:41E hiriólos Josu� desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gos�n hasta Gabaón.
10:42Todos estos reyes y sus tierras tomó Josu� de una vez; porque Jehov� el Dios de Israel peleaba por Israel.
10:43Y tornóse Josu�, y todo Israel con �l, al campo en Gilgal.
Cap�tulo 11
11:1OYENDO esto Jab�n rey de Hasor, envió mensaje � Jobab rey de Madón, y al rey de Simrom, y al rey de Achsaph,
11:2Y � los reyes que estaban � la parte del norte en las montańas, y en el llano al mediod�a de Cinneroth, y en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente;
11:3Y al Cananeo que estaba al oriente y al occidente, y al Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Jebuseo en las montańas, y al Heveo debajo de Hermón en tierra de Mizpa.
11:4Estos salieron, y con ellos todos sus ej�rcitos, pueblo mucho en gran manera, como la arena que est� � la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.
11:5Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campos junto � las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
11:6Mas Jehov� dijo � Josu�: No tengas temor de ellos, que mańana � esta hora yo entregar� � todos �stos, muertos delante de Israel: � sus caballos desjarretar�s, y sus carros quemar�s al fuego.
11:7Y vino Josu�, y con �l todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dió de repente sobre ellos junto � las aguas de Merom.
11:8Y entrególos Jehov� en manos de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiri�ndolos hasta que no les dejaron ninguno.
11:9Y Josu� hizo con ellos como Jehov� le hab�a mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó al fuego.
11:10Y torn�ndose Josu�, tomó en el mismo tiempo � Hasor, � hirió � cuchillo � su rey: la cual Hasor hab�a sido antes cabeza de todos estos reinos.
11:11E hirieron � cuchillo todo cuanto en ella hab�a vivo, destruyendo y no dejando cosa con vida; y � Asor pusieron � fuego.
11:12Asimismo tomó Josu� todas las ciudades de aquestos reyes, y � todos los reyes de ellas, y los metió � cuchillo, y los destruyó, como Mois�s siervo de Jehov� lo hab�a mandado.
11:13Empero todas las ciudades que estaban en sus cabezos, no las quemó Israel, sacando � sola Asor, la cual quemó Josu�.
11:14Y los hijos de Israel tomaron para s� todos los despojos y bestias de aquestas ciudades: pero � todos los hombres metieron � cuchillo hasta destruirlos, sin dejar alguno con vida.
11:15De la manera que Jehov� lo hab�a mandado � Mois�s su siervo, as� Mois�s lo mandó � Josu�: y as� Josu� lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehov� hab�a mandado � Mois�s.
11:16Tomó pues Josu� toda aquella tierra, las montańas, y toda la región del mediod�a, y toda la tierra de Gos�n, y los bajos y los llanos, y la montańa de Israel y sus valles.
11:17Desde el monte de Halac, que sube hasta Seir, hasta Baal-gad en la llanura del L�bano, � las ra�ces del monte Hermón: tomó asimismo todos sus reyes, los cuales hirió y mató.
11:18Por muchos d�as tuvo guerra Josu� con estos reyes.
11:19No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, sacados los Heveos, que moraban en Gabaón: todo lo tomaron por guerra.
11:20Porque esto vino de Jehov�, que endurec�a el corazón de ellos para que resistiesen con guerra � Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehov� lo hab�a mandado � Mois�s.
11:21Tambi�n en el mismo tiempo vino Josu� y destruyó los Anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Jud�, y de todos los montes de Israel: Josu� los destruyó � ellos y � sus ciudades.
11:22Ninguno de los Anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gath, y en Asdod.
11:23Tomó, pues, Josu� toda la tierra, conforme � todo lo que Jehov� hab�a dicho � Mois�s; y entrególa Josu� � los Israelitas por herencia, conforme � sus repartimientos de sus tribus: y la tierra reposó de guerra.
Cap�tulo 12
12:1ESTOS son los reyes de la tierra que los hijos de Israel hirieron, y cuya tierra poseyeron de la otra parte del Jord�n al nacimiento del sol, desde el arroyo de Arnón hasta el monte Hermón, y toda la llanura oriental:
12:2Sehón rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón, y seńoreaba desde Aroer, que est� � la ribera del arroyo de Arnón, y desde en medio del arroyo, y la mitad de Galaad, hasta el arroyo Jaboc, el t�rmino de los hijos de Ammón;
12:3Y desde la campińa hasta la mar de Cinneroth, al oriente; y hasta la mar de la llanura, el mar Salado, al oriente, por el camino de Beth-jesimoth; y desde el mediod�a debajo de las vertientes del Pisga.
12:4Y los t�rminos de Og rey de Bas�n, que hab�a quedado de los Rapheos, el cual habitaba en Astaroth y en Edrei,
12:5Y seńoreaba en el monte de Hermón, y en Salca, y en todo Bas�n hasta los t�rminos de Gessuri y de Maach�ti, y la mitad de Galaad, t�rmino de Sehón rey de Hesbón.
12:6A estos hirieron Mois�s siervo de Jehov� y los hijos de Israel; y Mois�s siervo de Jehov� dió aquella tierra en posesión � los Rubenitas, Gaditas, y � la media tribu de Manas�s.
12:7Y estos son los reyes de la tierra que hirió Josu� con los hijos de Israel, de esta parte del Jord�n al occidente, desde Baal-gad en el llano del L�bano hasta el monte de Halac que sube � Seir; la cual tierra dió Josu� en posesión � las tribus de Israel, conforme � sus repartimientos;
12:8En montes y en valles, en llanos y en vertientes, al desierto y al mediod�a; el Hetheo, y el Amorrheo, y el Cananeo, y el Pherezeo, y el Heveo, y el Jebuseo.
12:9El rey de Jericó, uno: el rey de Hai, que est� al lado de Beth-el, otro:
12:10El rey de Jerusalem, otro: el rey de Hebrón, otro:
12:11El rey de Jarmuth, otro: el rey de Lach�s, otro:
12:12El rey de Eglón, otro: el rey de Gezer, otro:
12:13El rey de Debir, otro: el rey de Geder, otro:
12:14El rey de Horma, otro: el rey de Arad, otro:
12:15El rey de Libna, otro: el rey de Adullam, otro:
12:16El rey de Maceda, otro: el rey de Beth-el, otro:
12:17El rey de Tappua, otro: el rey de Hepher, otro:
12:18El rey de Aphec, otro: el rey de Lasarón, otro:
12:19El rey de Madón, otro: el rey de Hasor, otro:
12:20El rey de Simrom-meron, otro: el rey de Achsaph, otro:
12:21El rey de Taanach, otro: el rey de Megiddo, otro:
12:22El rey de Chędes, otro: el rey de Jocneam de Carmel, otro:
12:23El rey de Dor, de la provincia de Dor, otro; el rey de Gentes en Gilgal, otro:
12:24El rey de Tirsa, otro: treinta y un reyes en todo.
Cap�tulo 13
13:1Y SIENDO Josu� ya viejo, entrado en d�as, Jehov� le dijo: Tś eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aśn muy mucha tierra por poseer.
13:2Esta es la tierra que queda; todos los t�rminos de los Philisteos, y toda Gessuri;
13:3Desde Sihor, que est� delante de Egipto, hasta el t�rmino de Accarón al norte, repśtase de los Cananeos: cinco provincias de los Philisteos; los Gazeos, Asdodios, Ascalonitas, Getheos, y Accaronitas; y los Heveos;
13:4Al mediod�a toda la tierra de los Cananeos, y Mehara que es de los Sidonios, hasta Aphec, hasta el t�rmino del Amorrheo;
13:5Y la tierra de los Gibleos, y todo el L�bano hacia donde sale el sol, desde Baal-gad � las ra�ces del monte Hermón, hasta entrar en Hamath;
13:6Todos los que habitan en las montańas desde el L�bano hasta las aguas calientes, todos los Sidonios; yo los desarraigar� delante de lo hijos de Israel: solamente repartir�s tś por suerte el pa�s � los Israelitas por heredad, como te he mandado.
13:7Parte, pues, tś ahora esta tierra en heredad � las nueve tribus, y � la media tribu de Manas�s.
13:8Porque la otra media recibió su heredad con los Rubenitas y Gaditas, la cual les dió Mois�s de la otra parte del Jord�n al oriente, segśn que se la dió Mois�s siervo de Jehov�:
13:9Desde Aroer, que est� � la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que est� en medio del arroyo, y toda la campińa de Medeba, hasta Dibón;
13:10Y todas las ciudades de Sehón rey de los Amorrheos, el cual reinó en Hesbón, hasta los t�rminos de los hijos de Ammón;
13:11Y Galaad, y los t�rminos de Gessuri, y de Maach�ti, y todo el monte de Hermón, y toda la tierra de Bas�n hasta Salch�:
13:12Todo el reino de Og en Bas�n, el cual reinó en Astaroth y Edrei, el cual hab�a quedado del residuo de los Rapheos; pues Mois�s los hirió, y echó.
13:13Mas � los de Gessuri y Maach�ti no echaron los hijos de Israel; antes Gessur y Maach�t habitaron entre los Israelitas hasta hoy.
13:14Empero � la tribu de Lev� no dió heredad: los sacrificios de Jehov� Dios de Israel son su heredad, como �l les hab�a dicho.
13:15Dió, pues, Mois�s � la tribu de los hijos de Rub�n conforme � sus familias:
13:16Y fu� el t�rmino de ellos desde Aroer, que est� � la orilla del arroyo de Arnón, y la ciudad que est� en medio del arroyo, y toda la campińa, hasta Medeba;
13:17Hesbón, con todas sus villas que est�n en la llanura; Dibón, y Bamoth-baal, y Beth-baal-meón;
13:18Y Jaas, y Keddemoth, y Mephaath,
13:19Y Ch�riataim, y Sibma, y Zerethshahar en el monte del valle;
13:20Y Beth-peor, y Asdoth-pisga, y Beth-jesimoth;
13:21Y todas las ciudades de la campińa, y todo el reino de Sehón rey de los Amorrheos, que reinó en Hesbón, al cual hirió Mois�s, y � los pr�ncipes de Madi�n, Hevi, Recem, y Sur, y Hur, y Reba, pr�ncipes de Sehón que habitaban en aquella tierra.
13:22Tambi�n mataron � cuchillo los hijos de Israel � Balaam adivino, hijo de Beor, con los dem�s que mataron.
13:23Y fueron los t�rminos de los hijos de Rub�n el Jord�n con su t�rmino. Esta fu� la herencia de los hijos de Rub�n conforme � sus familias, estas ciudades con sus villas.
13:24Dió asimismo Mois�s � la tribu de Gad, � los hijos de Gad, conforme � sus familias.
13:25Y el t�rmino de ellos fu� Jacer, y todas las ciudades de Galaad, y la mitad de la tierra de los hijos de Ammón hasta Aroer, que est� delante de Rabba.
13:26Y desde Hesbón hasta Ramath-mispe, y Betonim; y desde Mahanaim hasta el t�rmino de Debir:
13:27Y la campińa de Beth-aram, y Beth-nimra, y Sucoth, y Saphón, resto del reino de Sehón, rey en Hesbón: el Jord�n y su t�rmino hasta el cabo de la mar de Cinnereth de la otra parte del Jord�n al oriente.
13:28Esta es la herencia de los hijos de Gad, por sus familias, estas ciudades con sus villas.
13:29Tambi�n dió Mois�s herencia � la media tribu de Manas�s: y fu� de la media tribu de los hijos de Manas�s, conforme � sus familias.
13:30El t�rmino de ellos fu� desde Mahanaim, todo Bas�n, todo el reino de Og rey de Bas�n, y todas las aldeas de Jair que est�n en Bas�n, sesenta poblaciones.
13:31Dióse adem�s la mitad de Galaad, y Astaroth, y Edrei, ciudades del reino de Og en Bas�n, � los hijos de Mach�r, hijo de Manas�s, � la mitad de los hijos de Mach�r conforme � sus familias.
13:32Esto es lo que Mois�s repartió en heredad en los llanos de Moab, de la otra parte del Jord�n de Jericó, al oriente.
13:33Mas � la tribu de Lev� no dió Mois�s heredad: Jehov� Dios de Israel es la heredad de ellos como �l les hab�a dicho.
Cap�tulo 14
14:1ESTO pues es lo que los hijos de Israel tomaron por heredad en la tierra de Cana�n, lo cual les repartieron Eleazar sacerdote, y Josu� hijo de Nun, y los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
14:2Por suerte dióseles su heredad, como Jehov� lo hab�a mandado por Mois�s, que diese � las nueve tribus y � la media tribu.
14:3Porque � las dos tribus, y � la media tribu, les hab�a Mois�s dado heredad de la otra parte del Jord�n: mas � los Levitas no dió heredad entre ellos.
14:4Porque los hijos de Jos� fueron dos tribus, Manas�s y Ephraim: y no dieron parte � los Levitas en la tierra, sino ciudades en que morasen, con sus ejidos para sus ganados y rebańos.
14:5De la manera que Jehov� lo hab�a mandado � Mois�s, as� lo hicieron los hijos de Israel en el repartimiento de la tierra.
14:6Y los hijos de Jud� vinieron � Josu� en Gilgal; y Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, le dijo: Tś sabes lo que Jehov� dijo � Mois�s, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante � m� y � ti.
14:7Yo era de edad de cuarenta ańos, cuando Mois�s siervo de Jehov� me envió de Cades-barnea � reconocer la tierra; y yo le refer� el negocio como lo ten�a en mi corazón:
14:8Mas mis hermanos, los que hab�an subido conmigo, menguaron el corazón del pueblo; empero yo cumpl� siguiendo � Jehov� mi Dios.
14:9Entonces Mois�s juró, diciendo: Si la tierra que holló tu pie no fuere para ti, y para tus hijos en herencia perpetua: por cuanto cumpliste siguiendo � Jehov� mi Dios.
14:10Ahora bien, Jehov� me ha hecho vivir, como �l dijo, estos cuarenta y cinco ańos, desde el tiempo que Jehov� habló estas palabras � Mois�s, cuando Israel andaba por el desierto: y ahora, he aqu� soy hoy d�a de ochenta y cinco ańos:
14:11Pero aun hoy estoy tan fuerte como el d�a que Mois�s me envió: cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y para salir y para entrar.
14:12Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehov� aquel d�a; porque tś o�ste en aquel d�a que los Anaceos est�n all�, y grandes y fuertes ciudades. Quiz� Jehov� ser� conmigo, y los echar� como Jehov� ha dicho.
14:13Josu� entonces le bendijo, y dió � Caleb hijo de Jephone � Hebrón por heredad.
14:14Por tanto Hebrón fu� de Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, en heredad hasta hoy; porque cumplió siguiendo � Jehov� Dios de Israel.
14:15Mas Hebrón fu� antes llamada Ch�riath-arba; fu� Arba un hombre grande entre los Anaceos. Y la tierra tuvo reposo de las guerras.
Cap�tulo 15
15:1Y FU� la suerte de la tribu de los hijos de Jud�, por sus familias, junto al t�rmino de Edom, del desierto de Zin al mediod�a, al lado del sur.
15:2Y su t�rmino de la parte del mediod�a fu� desde la costa del mar Salado, desde la lengua que mira hacia el mediod�a;
15:3Y sal�a hacia el mediod�a � la subida de Acrabim, pasando hasta Zin; y subiendo por el mediod�a hasta Cades-barnea, pasaba � Hebrón, y subiendo por Addar daba vuelta � Carca;
15:4De all� pasaba � Azmón, y sal�a al arroyo de Egipto; y sale este t�rmino al occidente. Este pues os ser� el t�rmino del mediod�a.
15:5El t�rmino del oriente es el mar Salado hasta el fin del Jord�n. Y el t�rmino de la parte del norte, desde la lengua del mar, desde el fin del Jord�n:
15:6Y sube este t�rmino por Beth-hogla, y pasa del norte � Beth-araba, y de aqu� sube este t�rmino � la piedra de Boh�n, hijo de Rub�n.
15:7Y torna � subir este t�rmino � Debir desde el valle de Ach�r: y al norte mira sobre Gilgal, que est� delante de la subida de Adumin, la cual est� al mediod�a del arroyo: y pasa este t�rmino � las aguas de En-semes, y sale � la fuente de Rogel:
15:8Y sube este t�rmino por el valle del hijo de Hinnom al lado del Jebuseo al mediod�a: esta es Jerusalem. Luego sube este t�rmino por la cumbre del monte que est� delante del valle de Hinnom hacia el occidente, el cual est� al cabo del valle de los gigantes al norte:
15:9Y rodea este t�rmino desde la cumbre del monte hasta la fuente de las aguas de Nephtoa, y sale � la ciudades del monte de Ephrón, rodeando luego el mismo t�rmino � Baala, la cual es Ch�riath-jearim.
15:10Despu�s torna este t�rmino desde Baala hacia el occidente al monte de Seir: y pasa al lado del monte de Jearim hacia el norte, esta es Chesalón, y desciende � Beth-semes, y pasa � Timna.
15:11Sale luego este t�rmino al lado de Ecrón hacia el norte; y rodea el mismo t�rmino � Sichęron, y pasa por el monte de Baala, y sale � Jabneel: y sale este t�rmino � la mar.
15:12El t�rmino del occidente es la mar grande. Este pues, es el t�rmino de los hijos de Jud� en derredor, por sus familias.
15:13Mas � Caleb, hijo de Jephone, dió parte entre los hijos de Jud�, conforme al mandamiento de Jehov� � Josu�: esto es, � Ch�riath-arba, del padre de Anac, que es Hebrón.
15:14Y Caleb echó de all� tres hijos de Anac, � Sesai, Aiman, y Talmai, hijos de Anac.
15:15De aqu� subió � los que moraban en Debir: y el nombre de Debir era antes Ch�riath-sepher.
15:16Y dijo Caleb: Al que hiriere � Ch�riath-sepher, y la tomare, yo le dar� � mi hija Axa por mujer.
15:17Y tomóla Othoniel, hijo de Cenez, hermano de Caleb; y �l le dió por mujer � su hija Axa.
15:18Y aconteció que cuando la llevaba, �l la persuadió que pidiese � su padre tierras para labrar. Ella entonces se apeó del asno. Y Caleb le dijo: żQu� tienes?
15:19Y ella respondió: Dame bendición: pues que me has dado tierra de secadal, dame tambi�n fuentes de aguas. El entonces le dió las fuentes de arriba, y las de abajo.
15:20Esta pues es la herencia de las tribu de los hijos de Jud� por sus familias.
15:21Y fueron las ciudades del t�rmino de la tribu de los hijos de Jud� hacia el t�rmino de Edom al mediod�a: Cabseel, y Eder, y Jagur,
15:22Y Cina, y Dimona, y Adada,
15:23Y Cedes, y Asor, � Itn�n,
15:24Ziph, y Telem, Bealoth,
15:25Y Asor-hadatta, y Chęrioth-hesron, que es Asor,
15:26Amam, y Sema, y Molada,
15:27Y Asar-gadda, y Hesmón, y Beth-pelet,
15:28Y Hasar-sual, Beersebah, y Bizotia,
15:29Baala, � Iim, y Esem,
15:30Y Eltolad, y Cesil, y Horma,
15:31Y Siclag, y Madmanna, Sansana,
15:32Y Lebaoth, Silim, y A�n, y Rimmón; en todas veintinueve ciudades con sus aldeas.
15:33En las llanuras, Estaol, y Sorea, y Asena,
15:34Y Zanoa, y Engannim, Tappua, y Enam,
15:35Jerimoth, y Adullam, Soch�, y Aceca,
15:36Y Saraim, y Adithaim, y Gedera, y Gederothaim; catorce ciudades con sus aldeas.
15:37Sen�n, y Hadasa, y Migdalgad,
15:38Y Dil�n, y Mizpa, y Jocteel,
15:39Lach�s, y Boscath, y Eglón,
15:40Y Cabón, y Lamas, y Ch�tlis,
15:41Y Gederoh, Beth-dagón, y Naama, y Maceda; diecis�is ciudades con sus aldeas.
15:42Libna, y Ether, y As�n,
15:43Y Jiphta, y Asna, y Nesib,
15:44Y Ceila, y Achzib, y Maresa; nueve ciudades con sus aldeas.
15:45Ecrón con sus villas y sus aldeas:
15:46Desde Ecrón hasta la mar, todas las que est�n � la costa de Asdod con sus aldeas.
15:47Asdod con sus villas y sus aldeas: Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el r�o de Egipto, y la gran mar con sus t�rminos.
15:48Y en las montańas, Samir, y Jattir, y Succoth,
15:49Y Danna, y Ch�riath-sanna, que es Debir,
15:50Y Anab, y Estemo, y Anim,
15:51Y Gos�n, y Olón, y Gilo; once ciudades con sus aldeas.
15:52Arab, y Dumah, y Es�n,
15:53Y Janum, y Beth-tappua, y Apheca,
15:54Y Humta, y Ch�riath-arba, que es Hebrón, y Sior; nueve ciudades con sus aldeas.
15:55Maón, Carmel, y Ziph, y Juta,
15:56E Izreel, Jocdeam, y Zanoa,
15:57Ca�n, Gibea, y Timna; diez ciudades con sus aldeas.
15:58Halhul, y Bethfur, y Gedor,
15:59Y Maarath, y Beth-anoth, y Eltecón; seis ciudades con sus aldeas.
15:60Ch�riath-baal, que es Ch�riath-jearim, y Rabba; dos ciudades con sus aldeas.
15:61En el desierto, Beth-araba, Midd�n, y Sech�ch�,
15:62Y Nibsan, y la ciudad de la sal, y Engedi; seis ciudades con sus aldeas.
15:63Mas � los Jebuseos que habitaban en Jerusalem, los hijos de Jud� no los pudieron desarraigar; antes quedó el Jebuseo en Jerusalem con los hijos de Jud�, hasta hoy.
Cap�tulo 16
16:1Y LA suerte del los hijos de Jos� salió desde el Jord�n de Jericó hasta las aguas de Jericó hacia el oriente, al desierto que sube de Jericó al monte de Beth-el:
16:2Y de Beth-el sale � Luz, y pasa al t�rmino de Archi en Ataroth;
16:3Y torna � descender hacia la mar al t�rmino de Japhlet, hasta el t�rmino de Beth-oron la de abajo, y hasta Gezer; y sale � la mar.
16:4Recibieron pues heredad los hijos de Jos�, Manas�s y Ephraim.
16:5Y fu� el t�rmino de los hijos de Ephraim por sus familias, fu� el t�rmino de su herencia � la parte oriental, desde Ataroth-addar hasta Beth-oron la de arriba:
16:6Y sale este t�rmino � la mar, y � Michmetat al norte, y da vuelta este t�rmino hacia el oriente � Tanath-silo, y de aqu� pasa al oriente � Janoa:
16:7Y de Janoa desciende � Ataroth, y � Naaratha, y toca en Jericó, y sale al Jord�n.
16:8Y de Tappua torna este t�rmino hacia la mar al arroyo de Cana, y sale � la mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Ephraim por sus familias.
16:9Hubo tambi�n ciudades que se apartaron para los hijos de Ephraim en medio de la herencia de los hijos de Manas�s, todas ciudades con sus aldeas.
16:10Y no echaron al Cananeo que habitaba en Gezer; antes quedó el Cananeo en medio de Ephraim, hasta hoy, y fu� tributario.
Cap�tulo 17
17:1Y TUVO tambi�n suerte la tribu de Manas�s, porque fu� primog�nito de Jos�. Mach�r, primog�nito de Manas�s, y padre de Galaad, el cual fu� hombre de guerra, tuvo � Galaad y � Bas�n.
17:2Tuvieron tambi�n suerte los otros hijos de Manas�s conforme � sus familias: los hijos de Abiezer, y los hijos de Helec, y los hijos de Esriel, y los hijos de Sichęm, y los hijos de Hepher, y los hijos de Semida; estos fueron los hijos varones de Manas�s hijo de Jos�, por sus familias.
17:3Pero Salphaad, hijo de Hepher, hijo de Galaad, hijo de Mach�r, hijo de Manas�s, no tuvo hijos, sino hijas, los nombres de las cuales son estos: Maala, Noa, Hogla, Milch�, y Tirsa.
17:4Estas vinieron delante de Eleazar sacerdote, y de Josu� hijo de Nun, y de los pr�ncipes, y dijeron: Jehov� mandó � Mois�s que nos diese herencia entre nuestros hermanos. Y �l les dió herencia entre los hermanos del padre de ellas, conforme al dicho de Jehov�.
17:5Y cayeron � Manas�s diez suertes � m�s de la tierra de Galaad y de Bas�n, que est� de la otra parte del Jord�n:
17:6Porque las hijas de Manas�s poseyeron herencia entre sus hijos: y la tierra de Galaad fu� de los otros hijos de Manas�s.
17:7Y fu� el t�rmino de Manas�s desde Aser hasta Michmetat, la cual est� delante de Sichęm; y va este t�rmino � la mano derecha, � los que habitan en Tappua.
17:8Y la tierra de Tappua fu� de Manas�s; pero Tappua, que est� junto al t�rmino de Manas�s, es de los hijos de Ephraim.
17:9Y desciende este t�rmino al arroyo de Cana, hacia el mediod�a del arroyo. Estas ciudades de Ephraim est�n entre las ciudades de Manas�s: y el t�rmino de Manas�s es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son � la mar.
17:10Ephraim al mediod�a, y Manas�s al norte, y la mar es su t�rmino: y encu�ntranse con Aser � la parte del norte, y con Issach�r al oriente.
17:11Tuvo tambi�n Manas�s en Issach�r y en Aser � Beth-san y sus aldeas, � Ibleam y sus aldeas, y los moradores de Dor y sus aldeas, y los moradores de Endor y sus aldeas, y los moradores de Taanach y sus aldeas, y los moradores de Megiddo y sus aldeas: tres provincias.
17:12Mas los hijos de Manas�s no pudieron echar � los de aquellas ciudades; antes el Cananeo quiso habitar en la tierra.
17:13Empero cuando los hijos de Israel tomaron fuerzas, hicieron tributario al Cananeo, mas no lo echaron.
17:14Y los hijos de Jos� hablaron � Josu�, diciendo: żPor qu� me has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo yo un pueblo tan grande y que Jehov� me ha as� bendecido hasta ahora?
17:15Y Josu� les respondió: Si eres pueblo tan grande, sube tś al monte, y corta para ti all� en la tierra del Pherezeo y de los gigantes, pues que el monte de Ephraim es angosto para ti.
17:16Y los hijos de Jos� dijeron: No nos bastar� � nosotros este monte: y todos los Cananeos que habitan la tierra de la campińa, tienen carros herrados; los que est�n en Beth-san y en sus aldeas, y los que est�n en el valle de Jezreel.
17:17Entonces Josu� respondió � la casa de Jos�, � Ephraim y Manas�s, diciendo: Tś eres gran pueblo, y tienes gran fuerza; no tendr�s una sola suerte;
17:18Mas aquel monte ser� tuyo; que bosque es, y tś lo cortar�s, y ser�n tuyos sus t�rminos: porque tś echar�s al Cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte.
Cap�tulo 18
18:1Y TODA la congregación de los hijos de Israel se juntó en Silo, y asentaron all� el tabern�culo del testimonio, despu�s que la tierra les fu� sujeta.
18:2Mas hab�an quedado en los hijos de Israel siete tribus, � las cuales aun no hab�an repartido su posesión.
18:3Y Josu� dijo � los hijos de Israel: żHasta cuando ser�is negligentes para venir � poseer la tierra que os ha dado Jehov� el Dios de vuestros padres?
18:4Seńalad tres varones de cada tribu, para que yo los env�e, y que ellos se levanten, y recorran la tierra, y la describan conforme � sus heredades, y se tornen � m�.
18:5Y la dividir�n en siete partes: y Jud� estar� en su t�rmino al mediod�a, y los de la casa de Jos� estar�n en el suyo al norte.
18:6Vosotros, pues, delinear�is la tierra en siete partes, y me traer�is la descripción aqu�, y yo os echar� las suertes aqu� delante de Jehov� nuestro Dios.
18:7Empero los Levitas ninguna parte tienen entre vosotros; porque el sacerdocio de Jehov� es la heredad de ellos: Gad tambi�n y Rub�n, y la media tribu de Manas�s, ya han recibido su heredad de la otra parte del Jord�n al oriente, la cual les dió Mois�s siervo de Jehov�.
18:8Levant�ndose pues aquellos varones, fueron: y mandó Josu� � los que iban para delinear la tierra, dici�ndoles: Id, recorred la tierra, y delineadla, y tornad � m�, para que yo os eche las suertes aqu� delante de Jehov� en Silo.
18:9Fueron pues aquellos varones y pasearon la tierra, deline�ndola por ciudades en siete partes en un libro, y tornaron � Josu� al campo en Silo.
18:10Y Josu� les echó las suertes delante de Jehov� en Silo; y all� repartió Josu� la tierra � los hijos de Israel por sus porciones.
18:11Y sacóse la suerte de la tribu de los hijos de Benjam�n por sus familias: y salió el t�rmino de su suerte entre los hijos de Jud� y los hijos de Jos�.
18:12Y fu� el t�rmino de ellos al lado del norte desde el Jord�n: y sube aquel t�rmino al lado de Jericó al norte; sube despu�s al monte hacia el occidente, y viene � salir al desierto de Beth-aven:
18:13Y de all� pasa aquel t�rmino � Luz, por el lado de Luz (esta es Beth-el) hacia el mediod�a. Y desciende este t�rmino de Ataroth-addar al monte que est� al mediod�a de Beth-oron la de abajo.
18:14Y torna este t�rmino, y da vuelta al lado de la mar, al mediod�a hasta el monte que est� delante de Beth-oron al mediod�a; y viene � salir � Ch�riath-baal, que es Ch�riath-jearim, ciudad de los hijos de Jud�. Este es el lado del occidente.
18:15Y el lado del mediod�a es desde el cabo de Ch�riath-jearim, y sale el t�rmino al occidente, y sale � la fuente de las aguas de Nephtoa:
18:16Y desciende aqueste t�rmino al cabo del monte que est� delante del valle del hijo de Hinnom, que est� en la campińa de los gigantes hacia el norte: desciende luego al valle de Hinnom, al lado del Jebuseo al mediod�a, y de all� desciende � la fuente de Rogel:
18:17Y del norte torna y sale � Ensemes, y de all� sale � Geliloth, que est� delante de la subida de Adummim, y descend�a � la piedra de Bohan, hijo de Rub�n:
18:18Y pasa al lado que est� delante de la campińa del norte, y desciende � los llanos:
18:19Y torna � pasar este t�rmino por el lado de Beth-hogla hacia el norte, y viene � salir el t�rmino � la lengua del mar Salado al norte, al cabo del Jord�n al mediod�a. Este es el t�rmino de hacia el mediod�a.
18:20Y el Jord�n acaba aqueste t�rmino al lado del oriente. Esta es la heredad de los hijos de Benjam�n por sus t�rminos alrededor, conforme � sus familias.
18:21Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjam�n, por sus familias, fueron Jericó, Beth-hogla, y el valle de Casis,
18:22Beth-araba, Samaraim, y Beth-el;
18:23Y Avim, y Para, y Ophra,
18:24Y Cephar-hammonai, Ophni, y Gaba; doce ciudades con sus aldeas:
18:25Gabaón, Rama, Beeroth,
18:26Y Mizpa, Chephira, y Moza,
18:27Recom, Irpeel y Tarala,
18:28Y Sela, Eleph, Jebus, que es Jerusalem, Gibeath, y Ch�riath; catorce ciudades con sus aldeas. Esta es la heredad de los hijos de Benjam�n, conforme � sus familias.
Cap�tulo 19
19:1LA SEGUNDA suerte salió por Simeón, por la tribu de los hijos de Simeón conforme � sus familias; y su heredad fu� entre la heredad de los hijos de Jud�.
19:2Y tuvieron en su heredad � Beer-seba, Seba, y Molada,
19:3Hasar-sual, Bala, y Esem,
19:4Heltolad, Betul, y Horma,
19:5Siclag, Beth-march�both, y Hasar-susa,
19:6Beth-lebaoth, y Saruh�n; trece ciudades con sus aldeas:
19:7A�n, Rimmón, Eter, y As�n; cuatro ciudades con sus aldeas:
19:8Y todas las aldeas que estaban alrededor de estas ciudades hasta Baalath-beer, que es Ramat del mediod�a. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Simeón, segśn sus familias.
19:9De la suerte de los hijos de Jud� fu� sacada la heredad de los hijos de Simeón; por cuanto la parte de los hijos de Jud� era excesiva para ellos: as� que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en medio de la de ellos.
19:10La tercera suerte salió por los hijos de Zabulón conforme � sus familias: y el t�rmino de su heredad fu� hasta Sarid.
19:11Y su t�rmino sube hasta la mar y hasta Merala, y llega hasta Dabbe-seth, y de all� llega al arroyo que est� delante de Jocneam.
19:12Y tornando de Sarid hacia oriente, donde nace el sol al t�rmino de Chisiloth-tabor, sale � Dabrath, y sube � Japhia;
19:13Y pasando de all� hacia el lado oriental � Gith-hepher y � Itta-kazin, sale � Rimmón rodeando � Nea;
19:14Y de aqu� torna este t�rmino al norte � Hanatón, viniendo � salir al valle de Iphtael;
19:15Y abraza Catah, y Naalal, y Simrón, � Ideala, y Beth-lehem; doce ciudades con sus aldeas.
19:16Esta es la heredad de los hijos de Zabulón por sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
19:17La cuarta suerte salió por Issach�r, por los hijos de Issach�r conforme � sus familias.
19:18Y fu� su t�rmino Izreel, y Chesullot, y Sunem,
19:19Y Hapharaim, y Sión, y Anaarath,
19:20Y Rabbit, y Chisión, y Ebes,
19:21Y Rameth, y En-gannim, y En-hadda y Beth-passes;
19:22Y llega este t�rmino hasta Tabor, y Sahasim, y Beth-semes; y sale su t�rmino al Jord�n: diez y seis ciudades con sus aldeas.
19:23Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Issach�r conforme � sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
19:24Y salió la quinta suerte por la tribu de los hijos de Aser por sus familias.
19:25Y su t�rmino fu� Helch�t, y Hal�, y Bet�n, y Axaph,
19:26Y Alammelec, y Amead, y Miseal; y llega hasta Carmel al occidente, y � Sihor-libnath;
19:27Y tornando de donde nace el sol � Beth-dagón, llega � Zabulón, y al valle de Iphtael al norte, � Beth-emec, y � Nehiel, y sale � Cabul � la izquierda;
19:28Y abraza � Hebrón, y Rehob, y Hammón, y Cana, hasta la gran Sidón;
19:29Y torna de all� este t�rmino � Horma, y hasta la fuerte ciudad de Tiro, y torna este t�rmino � Hosa, y sale � la mar desde el territorio de Achzib:
19:30Abraza tambi�n Umma, y Aphec, y Rehob: veinte y dos ciudades con sus aldeas.
19:31Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Aser por sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
19:32La sexta suerte salió por los hijos de Nephtal�, por los hijos de Nephtal� conforme � sus familias.
19:33Y fu� su t�rmino desde Heleph, y Allón-saananim, y Adami-neceb, y Jabneel, hasta Lacum; y sale al Jord�n;
19:34Y tornando de all� este t�rmino hacia el occidente � Aznot-tabor, pasa de all� � Hucuca, y llega hasta Zabulón al mediod�a, y al occidente confina con Aser, y con Jud� al Jord�n hacia donde nace el sol.
19:35Y las ciudades fuertes son Siddim, Ser, y Hamath, Raccath, y Cinneroth,
19:36Y Adama, y Rama, y Asor,
19:37Y Cedes, y Edrei, y En-hasor,
19:38E Irón, y Migdalel, y Horem, y Beth-anath, y Beth-semes: diez y nueve ciudades con sus aldeas.
19:39Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Nephtal� por sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
19:40La s�ptima suerte salió por la tribu de los hijos de Dan por sus familias.
19:41Y fu� el t�rmino de su heredad, Sora, y Estaol, � Ir-semes,
19:42Y Saalab�n, y Ailón, y Jeth-la,
19:43Y Elón, y Timnatha, y Ecrón,
19:44Y Eltechę, Gibbethón, y Baalath,
19:45Y Jehud, y Bene-ber�c, y Gath-rimmón,
19:46Y Mejarcón, y Raccón, con el t�rmino que est� delante de Joppa.
19:47Y faltóles t�rmino � los hijos de Dan; y subieron los hijos de Dan y combatieron � Lesem, y tom�ndola meti�ronla � filo de espada, y la poseyeron, y habitaron en ella; y llamaron � Lesem, Dan, del nombre de Dan su padre.
19:48Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme � sus familias; estas ciudades con sus aldeas.
19:49Y despu�s que acabaron de repartir la tierra en heredad por sus t�rminos, dieron los hijos de Israel heredad � Josu� hijo de Nun en medio de ellos:
19:50Segśn la palabra de Jehov�, le dieron la ciudad que �l pidió, Timnath-sera, en el monte de Ephraim; y �l reedificó la ciudad, y habitó en ella.
19:51Estas son las heredades que Eleazar sacerdote, y Josu� hijo de Nun, y los principales de los padres, entregaron por suerte en posesión � las tribus de los hijos de Israel en Silo delante de Jehov�, � la entrada del tabern�culo del testimonio; y acabaron de repartir la tierra.
Cap�tulo 20
20:1Y HABLÓ Jehov� � Josu�, diciendo:
20:2Habla � los hijos de Israel, diciendo: Seńalaos las ciudades de refugio, de las cuales yo os habl� por Mois�s;
20:3Para que se acoja all� el homicida que matare � alguno por yerro y no � sabiendas; que os sean por acogimiento del cercano del muerto.
20:4Y el que se acogiere � alguna de aquellas ciudades, presentar�se � la puerta de la ciudad, y dir� sus causas, oy�ndolo los ancianos de aquella ciudad: y ellos le recibir�n consigo dentro de la ciudad, y le dar�n lugar que habite con ellos.
20:5Y cuando el cercano del muerto le siguiere, no entregar�n en su mano al homicida, por cuanto hirió � su prójimo por yerro, ni tuvo con �l antes enemistad.
20:6Y quedar� en aquella ciudad hasta que parezca en juicio delante del ayuntamiento, hasta la muerte del gran sacerdote que fuere en aquel tiempo: entonces el homicida tornar� y vendr� � su ciudad y � su casa y � la ciudad de donde huyó.
20:7Entonces seńalaron � Cedes en Galilea, en el monte de Nephtal�, y � Sichęm en el monte de Ephraim, y � Ch�riath-arba, que es Hebrón, en el monte de Jud�.
20:8Y de la otra parte del Jord�n de Jericó, al oriente, seńalaron � Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rub�n, y � Ramoth en Galaad de la tribu de Gad, y � Gaulón en Bas�n de la tribu de Manas�s.
20:9Estas fueron las ciudades seńaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que morase entre ellos, para que se acogiese � ellas cualquiera que hiriese hombre por yerro, y no muriese por mano del cercano del muerto, hasta que compareciese delante del ayuntamiento.
Cap�tulo 21
21:1Y LOS principales de los padres de los Levitas vinieron � Eleazar sacerdote, y � Josu� hijo de Nun, y � los principales de los padres de las tribus de los hijos de Israel;
21:2Y habl�ronles en Silo en la tierra de Cana�n, diciendo: Jehov� mandó por Mois�s que nos fuesen dadas villas para habitar, con sus ejidos para nuestras bestias.
21:3Entonces los hijos de Israel dieron � los Levitas de sus posesiones, conforme � la palabra de Jehov�, estas villas con sus ejidos.
21:4Y salió la suerte por las familias de los Coathitas; y fueron dadas por suerte � los hijos de Aarón sacerdote, que eran de los Levitas, por la tribu de Jud�, por la de Simeón y por la de Benjam�n, trece villas.
21:5Y � los otros hijos de Coath se dieron por suerte diez villas de las familias de la tribu de Ephraim, y de la tribu de Dan, y de la media tribu de Manas�s;
21:6Y � los hijos de Gersón, por las familias de la tribu de Issach�r, y de la tribu de Aser, y de la tribu de Nephtal�, y de la media tribu de Manas�s en Bas�n, fueron dadas por suerte trece villas.
21:7A los hijos de Merari por sus familias se dieron doce villas por la tribu de Rub�n, y por la tribu de Gad, y por la tribu de Zabulón.
21:8Y as� dieron por suerte los hijos de Israel � los Levitas estas villas con sus ejidos, como Jehov� lo hab�a mandado por Mois�s.
21:9Y de la tribu de los hijos de Jud�, y de la tribu de los hijos de Simeón dieron estas villas que fueron nombradas:
21:10Y la primera suerte fu� de los hijos de Aarón, de la familia de Coath, de los hijos de Lev�;
21:11A los cuales dieron Ch�riath-arba, del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Jud�, con sus ejidos en sus contornos.
21:12Mas el campo de aquesta ciudad y sus aldeas dieron � Caleb hijo de Jephone, por su posesión.
21:13Y � los hijos de Aarón sacerdote dieron la ciudad de refugio para los homicidas, � Hebrón con sus ejidos; y � Libna con sus ejidos,
21:14Y � Jattir con sus ejidos, y � Estemoa con sus ejidos,
21:15A Helón con sus ejidos, y � Debir con sus ejidos,
21:16A Ain con sus ejidos, � Jutta con sus ejidos, y � Beth-semes con sus ejidos; nueve villas de estas dos tribus:
21:17Y de la tribu de Benjam�n, � Gibeón con sus ejidos, � Geba con sus ejidos,
21:18A Anathoth con sus ejidos, � Almón con sus ejidos: cuatro villas.
21:19Todas las villas de los sacerdotes, hijos de Aarón, son trece con sus ejidos.
21:20Mas las familias de los hijos de Coath, Levitas, los que quedaban de los hijos de Coath, recibieron por suerte villas de la tribu de Ephraim.
21:21Y di�ronles � Sichęm, villa de refugio para los homicidas, con sus ejidos, en el monte de Ephraim; y � Geser con sus ejidos.
21:22Y � Kibsaim con sus ejidos, y � Beth-oron con sus ejidos: cuatro villas:
21:23Y de la tribu de Dan � Eltheco con sus ejidos, � Gibethón con sus ejidos,
21:24A Ayalón con sus ejidos, � Gath-rimmón con sus ejidos: cuatro villas:
21:25Y de la media tribu de Manas�s, � Taanach con sus ejidos, y � Gath-rimmón con sus ejidos: dos villas.
21:26Todas las villas para el resto de las familias de los hijos de Coath fueron diez con sus ejidos.
21:27A los hijos de Gersón de las familias de los Levitas, dieron la villa de refugio para los homicidas, de la media tribu de Manas�s: � Gaulón en Bas�n con sus ejidos, y � Bosra con sus ejidos: dos villas.
21:28Y de la tribu de Issach�r, � Cesión con sus ejidos, � Dabereth con sus ejidos,
21:29A Jarmuth con sus ejidos, y � En-gannim con sus ejidos: cuatro villas:
21:30Y de la tribu de Aser, � Miseal con sus ejidos, � Abdón con sus ejidos,
21:31A Helch�th con sus ejidos, y � Rehob con sus ejidos: cuatro villas:
21:32Y de la tribu de Nephtal�, la villa de refugio para los homicidas, � Cedes en Galilea con sus ejidos, � Hammoth-dor con sus ejidos, y � Cart�n con sus ejidos: tres villas:
21:33Todas las villas de los Gersonitas por sus familias fueron trece villas con sus ejidos.
21:34Y � las familias de los hijos de Merari, Levitas que quedaban, dióseles de la tribu de Zabulón, � Jocneam con sus ejidos, Cartha con sus ejidos,
21:35Dimna con sus ejidos, Naalal con sus ejidos: cuatro villas:
21:36Y de la tribu de Rub�n, � Beser con sus ejidos, � Jasa con sus ejidos,
21:37A Cedemoth con sus ejidos, y Mephaat con sus ejidos: cuatro villas:
21:38De la tribu de Gad, la villa de refugio para los homicidas, Ramoth en Galaad con sus ejidos, y Mahanaim con sus ejidos,
21:39Hesbón con sus ejidos, y Jacer con sus ejidos: cuatro villas.
21:40Todas las villas de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias de los Levitas, fueron por sus suertes doce villas.
21:41Y todas la villas de los Levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho villas con sus ejidos.
21:42Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra cada cual con sus ejidos alrededor de ellas: lo cual fu� en todas estas ciudades.
21:43As� dió Jehov� � Israel toda la tierra que hab�a jurado dar � sus padres; y posey�ronla, y habitaron en ella.
21:44Y Jehov� les dió reposo alrededor, conforme � todo lo que hab�a jurado � sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehov� entregó en sus manos � todos sus enemigos.
21:45No faltó palabra de todas la buenas que habló Jehov� � la casa de Israel; todo se cumplió.
Cap�tulo 22
22:1ENTONCES Josu� llamó � los Rubenitas y � los Gaditas, y � la media tribu de Manas�s,
22:2Y d�joles: Vosotros hab�is guardado todo lo que Mois�s siervo de Jehov� os mandó, y hab�is obedecido � mi voz en todo lo que os he mandado.
22:3No hab�is dejado � vuestros hermanos en estos muchos d�as hasta hoy, antes hab�is guardado la observancia de los mandamientos de Jehov� vuestro Dios.
22:4Ahora pues que Jehov� vuestro Dios ha dado reposo � vuestros hermanos, como se lo hab�a prometido, volved, y tornad � vuestras tiendas, � la tierra de vuestras posesiones, que Mois�s siervo de Jehov� os dió de la otra parte del Jord�n.
22:5Solamente que con diligencia cuid�is de poner por obra el mandamiento y la ley, que Mois�s siervo de Jehov� os intimó: que am�is � Jehov� vuestro Dios, y and�is en todos sus caminos; que guard�is sus mandamientos, y os allegu�is � �l, y le sirv�is de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.
22:6Y bendici�ndolos Josu�, los envió: y fu�ronse � sus tiendas.
22:7Tambi�n � la media tribu de Manas�s hab�a dado Mois�s posesión en Bas�n; mas � la otra media dió Josu� heredad entre sus hermanos de estotra parte del Jord�n al occidente: y tambi�n � �stos envió Josu� � sus tiendas, despu�s de haberlos bendecido.
22:8Y hablóles, diciendo: Volveos � vuestras tiendas con grandes riquezas, y con grande copia de ganado, con plata, y con oro, y metal, y muchos vestidos: partid con vuestros hermanos el despojo de vuestros enemigos.
22:9Y los hijos de Rub�n y los hijos de Gad, y la media tribu de Manas�s, se tornaron, y parti�ronse de los hijos de Israel, de Silo, que est� en la tierra de Cana�n, para ir � la tierra de Galaad, � la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, segśn palabra de Jehov� por mano de Mois�s.
22:10Y llegando � los t�rminos del Jord�n, que est� en la tierra de Cana�n, los hijos de Rub�n y los hijos de Gad, y la media tribu de Manas�s, edificaron all� un altar junto al Jord�n, un altar de grande apariencia.
22:11Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rub�n y los hijos de Gad, y la media tribu de Manas�s, hab�an edificado un altar delante de la tierra de Cana�n, en los t�rminos del Jord�n, al paso de los hijos de Israel:
22:12Lo cual como los hijos de Israel oyeron, juntóse toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir � pelear contra ellos.
22:13Y enviaron los hijos de Israel � los hijos de Rub�n y � los hijos de Gad y � la media tribu de Manas�s en la tierra de Galaad, � Phinees hijo de Eleazar sacerdote,
22:14Y � diez pr�ncipes con �l; un pr�ncipe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de sus padres en la multitud de Israel.
22:15Los cuales vinieron � los hijos de Rub�n y � los hijos de Gad, y � la media tribu de Manas�s, en la tierra de Galaad; y habl�ronles, diciendo:
22:16Toda la congregación de Jehov� dice as�: żQu� transgresión es �sta con que prevaric�is contra el Dios de Israel, volvi�ndoos hoy de seguir � Jehov�, edific�ndoos altar para ser hoy rebeldes contra Jehov�?
22:17żNos ha sido poco la maldad de Peor, de la que no estamos aśn limpios hasta este d�a, por la cual fu� la mortandad en la congregación de Jehov�?
22:18Y vosotros os volv�is hoy de seguir � Jehov�; mas ser� que vosotros os rebelar�is hoy contra Jehov�, y mańana se airar� �l contra toda la congregación de Israel.
22:19Que si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos � la tierra de la posesión de Jehov�, en la cual est� el tabern�culo de Jehov�, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebel�is contra Jehov�, ni os rebel�is contra nosotros, edific�ndoos altar � m�s del altar de Jehov� nuestro Dios.
22:20żNo cometió Ach�n, hijo de Zera, prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.
22:21Entonces los hijos de Rub�n y los hijos de Gad, y la media tribu de Manas�s, respondieron y dijeron � los principales de la multitud de Israel:
22:22El Dios de los dioses, Jehov�, el Dios de los dioses, Jehov�, �l sabe, y sabr� Israel: si por rebelión ó por prevaricación contra Jehov� (no nos salves hoy,)
22:23Nos hemos edificado altar para tornarnos de en pos de Jehov�, ó para sacrificar holocausto ó presente, ó para hacer sobre �l sacrificios pac�ficos, el mismo Jehov� nos lo demande.
22:24Asimismo, si no lo hicimos por temor de esto, diciendo: Mańana vuestros hijos dir�n � nuestros hijos: żQu� ten�is vosotros con Jehov� el Dios de Israel?;
22:25Jehov� ha puesto por t�rmino el Jord�n entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rub�n � hijos de Gad; no ten�is vosotros parte en Jehov�: y as� vuestros hijos har�n que nuestros hijos no teman � Jehov�.
22:26Por esto dijimos: Hagamos ahora por edificarnos un altar, no para holocausto ni para sacrificio,
22:27Sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendr�n despu�s de nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehov� delante de �l con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestros pac�ficos; y no digan mańana vuestros hijos � los nuestros: Vosotros no ten�is parte en Jehov�.
22:28Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que tal digan � nosotros, ó � nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos: Mirad el s�mil del altar de Jehov�, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos ó sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros.
22:29Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra Jehov�, ó que nos apartemos hoy de seguir � Jehov�, edificando altar para holocaustos, para presente, ó para sacrificio, � m�s del altar de Jehov� nuestro Dios que est� delante de su tabern�culo.
22:30Y oyendo Phinees el sacerdote y los pr�ncipes de la congregación, y las cabezas de la multitud de Israel que con �l estaban, las palabras que hablaron los hijos de Rub�n y los hijos de Gad y los hijos de Manas�s, fueron contentos de ello.
22:31Y dijo Phinees hijo del sacerdote Eleazar, � los hijos de Rub�n, � los hijos de Gad, y � los hijos de Manas�s: Hoy hemos entendido que Jehov� est� entre nosotros, pues que no hab�is intentado esta traición contra Jehov�. Ahora hab�is librado � los hijos de Israel de la mano de Jehov�.
22:32Y Phinees hijo del sacerdote Eleazar, y los pr�ncipes, volvi�ronse de con los hijos de Rub�n, y de con los hijos de Gad, de la tierra de Galaad � la tierra de Cana�n, � los hijos de Israel: � los cuales dieron la respuesta.
22:33Y el negocio plugo � los hijos de Israel, y bendijeron � Dios los hijos de Israel; y no hablaron m�s de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rub�n y los hijos de Gad.
22:34Y los hijos de Rub�n y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar Ed; porque es testimonio entre nosotros que Jehov� es Dios.
Cap�tulo 23
23:1Y ACONTECIÓ, pasados muchos d�as despu�s que Jehov� dió reposo � Israel de todos sus enemigos al contorno, que Josu�, siendo viejo, y entrado en d�as,
23:2Llamó � todo Israel, � sus ancianos, � sus pr�ncipes, � sus jueces y � sus oficiales, y d�joles: Yo soy ya viejo y entrado en d�as:
23:3Y vosotros hab�is visto todo lo que Jehov� vuestro Dios ha hecho con todas estas gentes en vuestra presencia; porque Jehov� vuestro Dios ha peleado por vosotros.
23:4He aqu� os he repartido por suerte, en herencia para vuestras tribus, estas gentes, as� las destru�das como las que quedan, desde el Jord�n hasta la gran mar hacia donde el sol se pone.
23:5Y Jehov� vuestro Dios las echar� de delante de vosotros, y las lanzar� de vuestra presencia: y vosotros poseer�is sus tierras, como Jehov� vuestro Dios os ha dicho.
23:6Esforzaos pues mucho � guardar y hacer todo lo que est� escrito en el libro de la ley de Mois�s, sin apartaros de ello ni � la diestra ni � la siniestra;
23:7Que cuando entrareis � estas gentes que han quedado con vosotros, no hag�is mención ni jur�is por el nombre de sus dioses, ni los sirv�is, ni os inclin�is � ellos:
23:8Mas � Jehov� vuestro Dios os allegar�is, como hab�is hecho hasta hoy;
23:9Pues ha echado Jehov� delante de vosotros grandes y fuertes naciones, y hasta hoy nadie ha podido parar delante de vuestro rostro.
23:10Un varón de vosotros perseguir� � mil: porque Jehov� vuestro Dios pelea por vosotros, como �l os dijo.
23:11Por tanto, cuidad mucho por vuestras almas, que am�is � Jehov� vuestro Dios.
23:12Porque si os apartareis, y os allegareis � lo que resta de aquestas gentes que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, y entrareis � ellas, y ellas � vosotros;
23:13Sabed que Jehov� vuestro Dios no echar� m�s estas gentes delante de vosotros; antes os ser�n por lazo, y por tropiezo, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezc�is de aquesta buena tierra que Jehov� vuestro Dios os ha dado.
23:14Y he aqu� que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra: reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas la buenas palabras que Jehov� vuestro Dios hab�a dicho de vosotros: todas os han venido, no se ha perdido de ellas ni una.
23:15Mas ser�, que como ha venido sobre vosotros toda palabra buena que Jehov� vuestro Dios os hab�a dicho, as� tambi�n traer� Jehov� sobre vosotros toda palabra mala, hasta destruiros de sobre la buena tierra que Jehov� vuestro Dios os ha dado;
23:16Cuando traspasareis el pacto de Jehov� vuestro Dios que �l os ha mandado, yendo y honrando dioses ajenos, � inclin�ndoos � ellos. Y el furor de Jehov� se inflamar� contra vosotros, y luego perecer�is de aquesta buena tierra que �l os ha dado.
Cap�tulo 24
24:1Y JUNTANDO Josu� todas las tribus de Israel en Sichęm, llamó � los ancianos de Israel, y � sus pr�ncipes, � sus jueces, y � sus oficiales; y present�ronse delante de Dios.
24:2Y dijo Josu� � todo el pueblo: As� dice Jehov�, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente de esotra parte del r�o, es � saber, Thar�, padre de Abraham y de Nach�r; y serv�an � dioses extrańos.
24:3Y yo tom� � vuestro padre Abraham de la otra parte del r�o, y tr�jelo por toda la tierra de Cana�n, y aument� su generación, y d�le � Isaac.
24:4Y � Isaac d� � Jacob y � Esaś: y � Esaś d� el monte de Seir, que lo poseyese: mas Jacob y sus hijos descendieron � Egipto.
24:5Y yo envi� � Mois�s y � Aarón, y her� � Egipto, al modo que lo hice en medio de �l, y despu�s os saqu�.
24:6Y saqu� � vuestros padres de Egipto: y como llegaron � la mar, los Egipcios siguieron � vuestros padres hasta el mar Bermejo con carros y caballer�a.
24:7Y como ellos clamasen � Jehov�, �l puso oscuridad entre vosotros y los Egipcios, � hizo venir sobre ellos la mar, la cual los cubrió: y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Despu�s estuvisteis muchos d�as en el desierto.
24:8Y os introduje en la tierra de los Amorrheos, que habitaban de la otra parte del Jord�n, los cuales pelearon contra vosotros; mas yo los entregu� en vuestras manos, y pose�steis su tierra, y los destru� de delante de vosotros.
24:9Y levantóse despu�s Balac hijo de Sephor, rey de los Moabitas, y peleó contra Israel; y envió � llamar � Balaam hijo de Beor, para que os maldijese.
24:10Mas yo no quise escuchar � Balaam, antes os bendijo repetidamente, y os libr� de sus manos.
24:11Y pasado el Jord�n, vinisteis � Jericó; y los moradores de Jericó pelearon contra vosotros: los Amorrheos, Pherezeos, Cananeos, Hetheos, Gergeseos, Heveos, y Jebuseos: y yo los entregu� en vuestras manos.
24:12Y envi� t�banos delante de vosotros, los cuales los echaron de delante de vosotros, � saber, � los dos reyes de los Amorrheos; no con tu espada, ni con tu arco.
24:13Y os d� la tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales mor�is; y de las vińas y olivares que no plantasteis, com�is.
24:14Ahora pues, temed � Jehov�, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los dioses � los cuales sirvieron vuestros padres de esotra parte del r�o, y en Egipto; y servid � Jehov�.
24:15Y si mal os parece servir � Jehov�, escogeos hoy � qui�n sirv�is; si � los dioses � quienes siervieron vuestros padres, cuando estuvieron de esotra parte del r�o, ó � los dioses de los Amorrheos en cuya tierra habit�is: que yo y mi casa serviremos � Jehov�.
24:16Entonces el pueblo repondió, y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos � Jehov� por servir � otros dioses:
24:17Porque Jehov� nuestro Dios es el que nos sacó � nosotros y � nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de sevidumbre; el cual delante de nuestros ojos ha hecho estas grandes seńales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.
24:18Y Jehov� echó de delante de nosotros � todos los pueblos, y al Amorrheo que habitaba en la tierra: nosotros, pues, tambi�n serviremos � Jehov�, porque �l es nuestro Dios.
24:19Entonces Josu� dijo al pueblo: No podr�is servir � Jehov�, porque �l es Dios santo, y Dios celoso; no sufrir� vuestras rebeliones y vuestros pecados.
24:20Si dejareis � Jehov� y sirviereis � dioses ajenos, se volver�, y os maltratar�, y os consumir�, despu�s que os ha hecho bien.
24:21El pueblo entonces dijo � Josu�: No, antes � Jehov� serviremos.
24:22Y Josu� respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos, de que os hab�is elegido � Jehov� para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos.
24:23Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que est�n entre vosotros, � inclinad vuestro corazón � Jehov� Dios de Israel.
24:24Y el pueblo respondió � Josu�: A Jehov� nuestro Dios serviremos, y � su voz obedeceremos.
24:25Entonces Josu� hizo alianza con el pueblo el mismo d�a, y pśsole ordenanzas y leyes en Sichęm.
24:26Y escribió Josu� estas palabras en el libro de la ley de Dios; y tomando una grande piedra, levantóla all� debajo de un alcornoque que estaba junto al santuario de Jehov�.
24:27Y dijo Josu� � todo el pueblo: He aqu� esta piedra ser� entre nosotros por testigo, la cual ha o�do todas las palabras de Jehov� que �l ha hablado con nosotros: ser�, pues, testigo contra vosotros, porque no mint�is contra vuestro Dios.
24:28Y envió Josu� al pueblo, cada uno � su heredad.
24:29Y despu�s de estas cosas murió Josu�, hijo de Nun, siervo de Jehov� siendo de ciento y diez ańos.
24:30Y enterr�ronlo en el t�rmino de su posesión en Timnath-sera, que est� en el monte de Ephraim, al norte del monte de Gaas.
24:31Y sirvió Israel � Jehov� todo el tiempo de Josu�, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron despu�s de Josu�, y que sab�an todas las obras de Jehov�, que hab�a hecho por Israel.
24:32Y enterraron en Sichęm los huesos de Jos� que los hijos de Israel hab�an tra�do de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hemor padre de Sichęm, por cien corderas; y fu� en posesión � los hijos de Jos�.
24:33Tambi�n murió Eleazar, hijo de Aarón; al cual enterraron en el collado de Phinees su hijo, que le fu� dado en el monte de Ephraim.