Autohipnosis.

Siéntate en una silla cómoda con las manos descansando sobre el regazo y los pies en el suelo, o recuéstate con las manos a los costados. Fija la vista en un punto del techo que esté sobre tus ojos.

»Entonces empieza a contar lentamente de 1 a 10. Dirige tu atención a los párpados y, entre cada número, repítete a ti mismo que Los párpados se te van volviendo muy, muy pesados, y que tus ojos están más y más cansados. Dilo una y otra vez: “Los párpados se me ponen muy pesados. Siento como me pesan los párpados, cada vez me pesan más, y cuanto más me pesen, más relajado estaré, y podré seguir todas las indicaciones que me dé a mí mismo. Los párpados me pesan mucho. Me sentará muy bien cerrar los ojos…

»Para cuando cuentes 2, piensa todas Las indicaciones que puedas como las que acabo de mencionar para que puedas sentir de verdad la pesadez de tus párpados. Cuando estés seguro de que los párpados te pesan bastante, cuenta 3 y deja que rueden tus ojos hacia la parte de atrás de la cabeza durante unos segundos. Entonces di: “Mis párpados están ahora tan fuertemente cerrados que dudo que pudiera abrirlos. Los párpados se me cierran con más y más fuerza, empiezo a sentir una sensación agradable, tranquila, sedante y relajada en los dedos de los pies, que se desplaza hacia las piernas y los muslos mientras cuento. Es la misma sensación que tengo en la mandíbula cuando el dentista me inyecta anestesia, la misma sensación que tengo cuando me quedo dormido sobre el brazo; la misma sensación que tengo cuando me siento durante mucho tiempo sobre las piernas. Una sensación de adormecimiento, que comienza en los dedos de los pies y va subiendo por las piernas”.

»Ahora cuenta 4 y di: “Para cuando cuente 5, mis piernas, desde los dedos de los pies hasta los muslos, estarán tan pesadas como el plomo.

Puedo notar cómo se van relajando las piernas desde los dedos de los pies hasta los muslos, puedo sentir como poco a poco asciende y se van haciendo más y más pesados... 5. Están ahora tan pesadas mis piernas que no creo que pudiera moverlas”. Entonces vuelve atrás para repetir: “Tengo los párpados cerrados tan fuerte, tan fuerte, que no creo que pudiera abrirlos. Tengo Las piernas completamente relajadas desde los dedos de los pies hasta los muslos”. Cada vez que vuelvas a estas indicaciones subraya la muestra de respuesta aprendida.

»Continúa de esta manera: “Cuando llegue a contar 6 y 7, tendré los dedos, las manos y los brazos muy, muy pesados. Estoy empezando a sentir el mismo entumecimiento que sube desde los dedos de las manos por los brazos. Una sensación de pesadez que va pasando de los dedos de la mano a la palma, la muñeca, más allá del codo, por encima, hasta llegar al hombro. Tengo entumecidos los brazos desde las manos hasta los hombros; una sensación de pesadez de madera. Cuando haya contado 7, tendré los brazos tan pesados y relajados como los párpados, y tan dormidos como las piernas, como si me hubiera dormido encima de ellos”.

»No te preocupes si olvidas las palabras exactas. Las palabras exactas son mucho menos importantes que el efecto que intentan conseguir: una sensación de adormecimiento en todo el espacio desde los dedos hasta la muñeca, el antebrazo, el codo, el brazo, el hombro, y hasta el cuello. En la práctica, esto será un poco más difícil de conseguir en las primeras sesiones en casa, pero la sensación vendrá pronto en los intentos siguientes. Lo más importante es que no te desanimes nunca y que no dediques más de 30 minutos diarios en el ejercicio.

»Cuando al fin alcances el punto en el que, al contar 7, tus miembros estén lo suficientemente relajados, repite otra vez todas las indicaciones que te has ido dando, volviendo a tus párpados:

“Mis ojos están cerrados tan fuerte que creo que no podría abrirlos. Tengo las piernas tan pesadas que creo que no podría moverlas. Tengo los brazos tan pesados que no puedo levantarlos”. Después añade: “Y cuando haya contado 7 y 8, tendré el tronco relajado”.

»Ahora vuelve a los párpados, piernas y brazos. Entonces di:

“Cuando haya contado 8 y 9, mi pecho también estará relajado. Con cada respiración siento como entro más y más profundamente en un estado de gran relajación. La espalda y el abdomen se me están adormeciendo.

Siento como los músculos de mi pecho se han relajado por completo. No puedo abrir los ojos. No puedo mover las piernas. No puedo mover los brazos. Siento todo el cuerpo relajado, profundamente relajado. Es muy reparador mantener este estado profundo y tranquilo.

»“Ahora relajaré el cuello y la cabeza, de manera que, al contar 10, estaré totalmente relajado desde las puntas de los dedos de los pies hasta la cabeza. Siento que cada vez que respiro estoy más tranquilo y profundamente relajado..., profunda y profundamente relajado..., hacia un estado tranquilo, calmo y reparador. Todo se hace cada vez mas relajado.

Siento como si flotan..., cayendo más y más profundo..., no estoy dormido sino profundamente relajado... 10. Estoy completamente relajado. Mis ojos y miembros pesan como el plomo. El cuerpo entero está adormecido, pesado, como un tronco, a la vez que caigo más y más en la profundidad.

»“Ahora voy a contar hasta 3. Cuando cuente 3 abriré los ojos. Estaré completamente relajado, totalmente descansado... 1... 2... 3”».

Después de haber practicado la técnica descrita durante una semana, estás preparado para empezar una secuencia de imágenes que se describe en este libro. Sugiero que no se practique más de tres veces al día, diez minutos cada vez, y espaciar estas sesiones prácticas lo más posible durante el día. Hay personas a las que les resulta bien hacerlo antes del desayuno, al volver a casa del trabajo y justo antes de dormir. Son buenos momentos. Tres puntos oportunos situados a lo largo del día son más efectivos para influir en tu subconsciente que un montón de tiempo concentrado. Lo ideal es tres veces al día, la utopía ideal como estratagema, y por favor no te preocupes si no llegas a eso. Estoy seguro de que eres una persona ocupada y, si consigues practicar algo, se te debe felicitar.

Una vez al día, o incluso una a la semana, también pueden servir Sé bueno contigo. Antes o después alcanzarás lo que deseas.