REACCIONES DEL PtfBLICO ANTĘ EL ARTE MODERNO
por Duncan F. Cameron
En el Congreso del Consejo Internacional de Museos celebrado en Washington y New York en 196$, algunos directores dc museos de arte moderno manifestaron su inquietud antę Jas dificultades eon que tro-piezan para interesar a vastos scctorcs dcl póblico. Consideraron que se debenan realizar eneuestas para conocer las razones de la resistcncia del publico a las cxposi-cioncs de arte moderno o contcmporanco y los que declararon no haber encontrado oposición reconocieron, no obstante, que se deberla realizar por lo menos una eneuesta sobre la dificultad que experimenta una parte del publico para comprender cl arte dcl siglo xx y de su propia epoca.
I a Sra. Ayala Zacks de Toronto ofrcció espontdneamente su colaboración para orga-nizar un comite encargado dc realizar esas eneuestas. Asi, en 1966, se organizó un Comitć en Toronto compucsto por un psi-cólogo, el Dr. Davis S. Abbey, un espccia-lista cn historia del arte y exdirector de museo, el Dr. Theodore Allen Heinrich, un director de galeria de arte, cl Sr. William Withrow, un profesor de bellas artes, el Dr. Robert Welsh, un representante del Comitć Nacional Canadiense del Consejo Internacional dc Museos, el Sr. Donald Crowdis y un museólogo, el Sr. Duncan F. Cameron.
Se cxaminaron los diversos tipos dc eneuestas posibles y para algunos dc ellos se llegaron a sentar las partes preliminares del estudio. Se decidió que seria sumamente util concebir una metodologia para definir la actitud del publico antę el arte moderno que se pudiera aplicar en cualquier ciudad independientemente del idioma liablado, de las pautas culturales dominantes o dc los tipos de museo de arte abiertos al publico objęto de la eneuesta. Sc admitió que el estudio realizado en Toronto no tratarla de resolver ninguno dc los problcmas plantea-dos por las reacciones del póblico en esa ciudad. El Comite se propuso no hacer mas que establecer una metodologia y cnsayarla para ver si permida obtener rcsultados validos, siemprc quc se cumplicran ciertos requisitos de la invesdgación.
Naturalmcnte, los rcsultados del estudio dcpcndlan antę todo de la cuidadosa selec-ción del grupo de personas a las quc se habrla dc interrogar. Asi se escogió una muestra de alto nivel probabillstico, lo que significa que cada uno de los residentes de Toronto tenla igualcs posibilidades de ser escogido para participar en esc estudio; la unica limitación impuesta era quc las personas deblan tener quince ańos como mlnimo.
Las entrevistas se realizaron personal-mente y se recurrió para cllo a los mejores entrevistadores profesionales disponibles. Las entrevistas se efectuaban a domicilio. En la primera parte de la entrcvista sc tra-taba dc recoger abundante información sobre los antecedentes de la persona, su familia, origen ćtnico, educación y tambićn sobre su formación pardeular en las artes visuales. Asimismo se recogieron datos sobre la instrucción del padre y de la mądre. La parte csencial de la entrevista consistla cn que la persona interrogada debla dar su opinión sobre obras de arte moderno repro-ducidas en tarjetas postales.
Naturalmente la parte mas diflcil y deli-cada de todo el proyecto fuc cscoger las rcproduccioncs adecuadas. La disponibi-lidad de reproducciones de obras de arte en tarjetas postales era un factor limitativo, pero aun asl, la selección preliminar ofrecla unas 2000 posibilidades. Luego hubo que reducii ćstas a un numero menor y mas practico. La selección sc confió a la Sra. Zacks y a los Dres. Welsh y Heinrich. Para rcducir las dos mil tarjetas postales a las 220 que finalmente se utilizaron se procedió eon el maximo cuidado, y se tuvicron en cuenta todas las razones quc influyen en el juicio de un experto. Las 220 tarjetas se separaron en 23 montones de diez basandosc esta selección en ciertas caracterlsticas formalcs co-munes a las obras de arte incluidas. Algunas tarjetas figuraban en mas de uno de los montones.
A cada una de las personas interrogadas sc lc pidió en primer lugar que tomase varias decisiones acerca de las tarjetas que consti-tulan uno de los montones. Deblan ordc-narlas segun sus preferencias y, como pudo verse por los rcsultados, segun la avcrsión que les inspiraban. Se les pidió que expre-saran verbalmente sus preferencias y antipa-tlas y que buscaran los factores comunes que justificaban el que las 10 tarjetas estuyieran en un mismo montón; tambien tenian que decidir si creian que algunas de las tarjetas no debla figurar cn esc montón y cxponer sus razones al rcspecto; asimismo tenian que decir cual de los cuadros hubieran deseado poseer y lo quc habrlan hecho eon el. Despues de contcmplar y manipular larga-mente Jas tarjetas de lo que se llamó el montón principal, se realizaron estudios mas breves de tres montones menores y tambien en este caso las personas interrogadas estable-cieron concretamente sus preferencias. El resultado mas sorprendente dcl cxperimcnto fue que las 500 personas profanas en la materia quc participaron en el estudio dcmostraron antc todo, por su orden dc pre-fcrcncia, que tcndlan a cscogcr las mismas reproducciones, tanto entre las que aprecia-ban como entre las que no les gustaban. De esto sc podrla dcducir quc las personas quc se considcran analfabetas desde un punto de vista estetico tienen gusto, aunque no sea lo que se llama un gusto educado. Tambien mostraron que podlan dar razones para justificar sus preferencias o sus avcr-siones y que cran capaces de adoptar una actitud dccidida y dc defendcrla eon razones.
El segundo resultado, si asl puede lla-marse tomando como base ese estudio expe-rimental, fue la demostración de una hipóte-sis establecida hace mucho tiempo de que existe un desfase de unos 50 ahos entre la innovación creadora y la aceptación generał. Los montones de tarjetas comprendlan varios ejemplos de la pintura realista dcl siglo xix y de las obras de los impresionis-tas. Estas pinturas obtuvieron una puntua-ción tan alta, en comparación eon el escaso numero dc puntos asignados incluso a las obras mas inofensivas dc la vanguardia del siglo xx, que cs diflcil interpretar este resultado de otrą manera quc por ese desfase. El Dr. Abbey sciialó que “la familiaridad suscita satisfacción” y demostró la existencia de correlaciones positivas entre Jos cuadros que las personas interrogadas declan haber visto antes y los que preferlan. Como alguna de las pinturas que un gran numero de las personas entrevistadas manifestó haber visto antes se hablan publicado e cxhibido muy raramentc en el Canada, el Dr. Heinrich argumentó que quiza el estilo haya resultado familiar ya quc no la obra de que se trata. Esto lleva a suponer una vez mas que la hipótesis del desfase estd bien fundada.
Naturalmente no eran estos los resultados que perseguia el grupo de Toronto. Lo que les interesaba sobre todo era saber si la metodologia aplicada podia producir resultados validos desde el punto de vista estadls-tico. Se llegó a la conclusión de que la metodologia era satisfactoria, es decir que dada una muestra dc alto nivcl probabillstico y de volumen adecuado, y empleando las tćcn^cas y los materiales de entrevista del estudio experimental de Toronto, se pueden obtener rcsultados cuantitativos validos desde un punto de vista estadlstico acerca de las reacciones del publico.
Lo quc hay quc hacer ahora es repetir el estudio experimental de Toronto en otros
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