PARTIDA 17
EL ARTE DE CAMBIAR PIEZAS
V.Menchik · J.Capablanca
Hastings, 1931
Defensa India de Dama Antigua [A47]
Nada excitante parece suceder en esta partida, y sin embargo es un placer
reproducirla. En ella vemos un aspecto interesante de la técnica maravillosa de
Capablanca: su inimitable sentido para extraer una ventaja con los
procedimientos más rutinarios. Aquí, por ejemplo, Miss Menchik trata de forzar
unas tablas cambiando tantas piezas como le sea posible. Lejos de evitar esas
intenciones de simplificar la partida, Capablanca da la bienvenida a los cambios, y
emerge después de cada uno de ellos con una posición ligeramente superior. Una
vez que la mayoría de las piezas han desaparecido, su ventaja posicional es lo
suficientemente fuerte para darle un peón. Un peón de más es todo lo que
Capablanca necesita, ya que poseía el incomparable don de hacer ver todos los
finales fáciles, y es una delicia verlo ganar este.
1.d4
Cf6
2.Cf3
b6
El negro indica que tratará de controlar la
casilla e4 con su caballo y su alfil dama.
Esto hará difícil para el blanco jugar e4,
un objetivo deseable en las aperturas de
peón dama.
3.e3
Ab7
4.Ad3
c5
Este ataque sobre el centro de peones es
siempre recomendable para el negro.
5.0–0
Cc6
6.c3
e6
7.Ce5
Esto viola el principio que dice que cada
pieza debe ser jugada una sola vez en la
apertura. Pero el blanco está ansioso por
cambiar piezas, incluso si se pierde un
tiempo en ello.
7...
d6
8.Cxc6
Axc6
El resultado del primer cambio es que el
negro tiene dos piezas en el campo
contra una del blanco.
9.De2
Ae7
10.Ab5
Una vez más, el blanco mueve una pieza
dos veces, negando el desarrollo de
aquellas que están en sus puestos
originales.
10...
Dd7
11.Axc6
Dxc6
Un par de alfiles están fuera del tablero.
La diferencia es que el alfil del blanco ha
desaparecido completamente, pero el
negro ha sido remplazado por otra pieza:
la dama. Aparte del hecho de que el
blanco ha enrocado, él solo tiene una
pieza en juego, mientras que el negro
tiene tres.
12.Cd2
0–0
13.dxc5
Esto hace que la columna d sea accesible
a las torres negras. La jugada 13.e4 es
prematura, ya que 13...cxd4 14.cxd4 Tac8
y el caballo blanco y el alfil aún tendrán
problemas para desenvolverse.
13...
dxc5
14.e4
Tad8
¡Que bella vista tiene la torre!
15.e5
El peón avanza para que el caballo no
esté atado a su protección. Una vez que
el caballo se quite, el alfil está libre para
jugar. Después de que el alfil esté
desarrollado la torre dama entraría en
juego.
15...
Cd5
16.Cf3
Td7
¡Simple y fuerte! El negro se prepara
para doblar torres en la columna abierta.
17.Td1
Tfd8
18.Ad2
Una jugada modesta ¿Pero cuál otra hay?
Si 18.Ae3 Cxe3 19.Txd7 Dxd7 y el negro
domina la columna abierta.; La jugada
18.Ag5 sucumbe ante 18...Axg5 19.Cxg5
Cf4! (atacando la dama y amenazando
mate) 20.Dg4 Txd1+ 21.Txd1 Txd1+
22.Dxd1 Dxg2 mate.
18...
b5!
Libera b6 para la conveniencia del
caballo. Desde ahí el caballo puede ir a c4
o a4, estableciendo un punto avanzado
fuerte en una de esas casillas.
19.Rf1
Cb6
20.Af4
h6
Antes de continuar los asuntos en el
flanco de dama, el negro provee de una
casilla de escape para su rey, al mismo
tiempo que restringe la actividad del alfil
y del caballo blancos.
21.Txd7
El blanco sigue cambiando piezas, ya que
la posición se ve tranquila y sin peligro.
21...
Txd7
22.Td1
Txd1+
23.Dxd1
De4!
¡Una poderosa jugada! Gana por fuerza.
La amenaza (además de 24...Dxf4) es
24...Dc4+ seguido de 25.Dxa2.
24.Ag3
Si 24.Ae3 Cc4 gana el peón de rey o el
peón b; Si 24.Ac1 para proteger el peón
b, 24...Dc4+ 25.De2 Dxa2 26.Dxb5 Db1 y
el alfil clavado está perdido, y si 24.Ad2
Cc4 amenaza tanto el peón e como el b.
24...
Dc4+
25.De2
Dxe2+
26.Rxe2
Ca4
27.Rd2
Si 27.b3 Cxc3+ y el negro gana dos
peones en lugar de uno.
27...
Cxb2
28.Rc2
Cc4
29.Cd2
El blanco ofrece el cambio.
29...
Cxd2
¡Y el negro está feliz de concederlo!
30.Rxd2
c4!
En finales de alfil y peón, los peones no
deben ocupar casillas del color en el que
el alfil viaja. Si lo hacen, el rango de
actividad del alfil se restringe. Nótese
como la ocupación de e5 por un peón
limita el libre movimiento del alfil blanco.
31.Af4
Este no es sólo un intento de poner al
alfil en juego activo, sino que coloca una
trampa para un oponente voraz.
31...
a6
¡Capablanca ni siquiera se acerca a la
trampa! Si 31...Ag5 para cambiar alfiles y
entrar en un final simple de peones,
sucede 32.Axg5 hxg5 33.Re3 Rf8 34.Rd4
Re7 35.Rc5 a6 36.a3 y el blanco recupera
su peón.
32.Ae3
Rf8
33.Ab6
Re8
34.Re3
Rd7
35.Rd4
Rc6
36.Aa7
Si 36.Aa5 Ac5+ y el negro gana un peón.
36...
f5!
Atando los cabos para que ni el alfil ni el
rey blancos puedan moverse. Si el alfil se
mueve 37.Ab8, Ac5 mate. Si el rey mueve
37.Re3 Ac5+ cambia los alfiles y se llega a
un final con peones solamente y "los
finales de peones solos son los más
fáciles de ganar", dice Reuben Fine.
37.a4
Esto puede parecer un suicidio, pero los
movimientos de las blancas se están
agotando. Avanzar peones en el flanco
de rey sólo retrasaría lo inevitable
momentáneamente,
mientras
que
cualquier jugada de rey o alfil sería fatal.
La alternativa 37.exf6 Axf6+ 38.Re4 Axc3
deja al negro con dos peones de más, y si
37.Re3 Ac5+; 37.Ab8 Ac5 mate.
37...
g6
38.f4
h5
39.axb5+
Rxb5
40.g3
a5
41.Re3
Si 41.h3 a4 42.Re3 a3 y el peón no puede
ser detenido.
41...
Ac5+
42.Axc5
Rxc5
La moraleja es: ¡Juegue para ganar si
quiere tablas!
0–1