Apuntes sobre el anarquismo y la revolución española
En los años 30 España tenía el movimiento anarquista más grande del mundo. Al comienzo de la guerra "civil" española, más de un millón y medio de trabajadores y campesinos eran miembros de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), federación de uniones anarcosindicalistas, y 30,000 eran miembros de la FAI (Federación Anarquista Ibérica). La población total de España era entonces 24 millones.
La revolución social que se enfrentó al golpe fascista el 18 de Julio de 1936 es el más grande experimento en socialismo libertario hasta la fecha. Aqui la última unión sindicalista de masas, la CNT, no solamente rechazó el alzamiento fascista sino que fomentó ampliamente la ocupación de tierras y fábricas. Más de siete millones de personas, incluídos cerca de dos millones de miembros de la CNT, pusieron la auto-gestión en práctica en las más difíciles circunstancias y de hecho mejoraron las condiciones de trabajo y la producción.
Durante los excitantes días que siguieron al 19 de Julio, la iniciativa y el poder estaban verdaderamente en manos de los miembros de la CNT y la FAI. Fue el pueblo común, sin duda bajo la influencia de los faístas (miembros de la FAI) y de los militantes de la CNT quienes, despues de derrotar el alzamiento fascista, pusieron en marcha la producción, distribución y consumo una vez más (bajo términos mucho más egalitarios, por supuesto) así como organizaron y se prestaron como voluntarios (en los cientos de miles) a las milicias, que se mandarían a liberar aquellas partes de España que habían caído bajo Franco. De todas las maneras posibles la clase obrera española estaba creando con sus propios actos un mundo nuevo basado en sus propias ideas de justicia social y libertad -- ideas inspiradas, por supuesto, en el anarquismo y el anarcosindicalismo.
Toda la industria de Catalunya fue puesta ya bien bajo la auto-gestión por los trabajadores o controlada por ellos (es decir, ya bien haciéndose cargo totalmente de todos los aspectos de la dirección en el primer caso, o en el segundo, poniéndo la antigua directiva bajo su control). En algunos casos, las economías de pueblos y regiones enteras se transformaron en federaciones de colectividades. El ejemplo de Alcoy (población 45,000) se da como ejemplo típico:
"Todo estaba controlado por los sindicatos. Pero no debe suponerse que todo era decidido por unos pocos comités burocráticos de arriba sin consultar a los miembros de la unión. Aquí se practicaba la democracia libertaria. Así como en la CNT había una doble estructura recíproca; desde la base .. hacia arriba, y en la otra dirección una influencia recíproca desde la federación de esas mismas unidades locales a todos los niveles hacia abajo, desde la fuente y vuelta a la fuente" [Gaston Leval, citado en The Anarchist Collectives, Ed. Sam Dolgoff, p.105].
En el frente social, las organizaciones anarquistas crearon escuelas racionales, un servicio de salud libertario, centros sociales etc. El movimiento Mujeres Libres combatió el papel tradicional de la mujer en la sociedad española, potenciando miles dentro y fuera del movimiento anarquista (ver Free Women of Spain de Martha A. Ackelsberg para más información sobre esta importantísima organización). Esta actividad en el frente social se basó en el trabajo comenzado mucho antes del principio de la guerra; por ejemplo, los sindicatos a menudo fundaban escuelas racionales, centros de trabajadores, etc.
Hay muchas versiones que afirman que el movimiento anarquista fue aplastado entre el leninismo (el partido comunista) por una parte y el capitalismo (Franco) por la otra. Y que desgraciadamente, los anarquistas colocaron la unidad antifascista antes que la revolución, ayudando así a sus enemigos a derrotarlos a ellos y a la revolución. Aunque eso es algo que aún hoy se debate todavía.
Anarquía y Resistencia