Medición y percepciónÞl tiempo Mayte García


Percepción y Medición del Tiempo

María Teresa García Vedrenne

Escuela Secundaria y Preparatoria de la Ciudad de México

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Resumen

¿Qué es el tiempo y por qué lo medimos? El tiempo y la medición del tiempo son dos conceptos distintos. La medición del tiempo se refiere a las divisiones que el hombre ha inventado para poder entender la realidad como una serie de hechos, comprendidos como causa y efecto. El registro del tiempo es la evidencia del transcurso del mismo; surge a partir del descubrimiento de la agricultura como una actividad de administración. Sin embargo, la noción del transcurso del tiempo es una facultad que el hombre ha tenido siempre, la cual se da gracias a la observación de los cambios en la naturaleza, que generalmente se manifiestan como ciclos (y por lo mismo nuestra manera de medir el tiempo es cíclica). La medición del tiempo es la comparación que hace el hombre entre el pasado y el presente, y que a su vez permite anticipar el futuro. Gracias a la medición del tiempo sabemos que el tiempo como tal es lineal; siempre va de atrás hacia delante, es progresivo e irreversible. ¿Por qué el tiempo sigue siempre una misma dirección? Existen tres diferentes tipos de flechas que explican la pregunta anterior — la termodinámica, la psicológica y la cosmológica— las cuales serán explicadas con mayor detalle a continuación. El tiempo es un tema universal, pues forma parte de muchas de las actividades humanas: en la filosofía surge como un problema, en la ciencia como medio para solucionar problemas menores y en las artes como una reflexión.

Percepción y medición del tiempo

1. Introducción

¿Qué es el tiempo y por qué lo medimos? Cotidianamente, nos movemos en un mundo que se encuentra regido por leyes naturales, en donde el concepto de “tiempo” es frecuentemente una variable de éstas. Este concepto aparece en diversas formulas físicas, siendo así fundamental para diferentes cálculos científicos: desde algunos muy sencillos como calcular la aceleración de un coche, hasta los más innovadores como la teoría de la relatividad. Junto con el espacio, el tiempo es uno de nuestros referentes más importantes; lo utilizamos cotidianamente formando horarios y rutinas para organizarnos. Nuestra realidad se mueve en torno al tiempo y, por lo mismo, nuestro sentido común funciona con base en él. Recordamos el pasado e incluso llegamos a sentir nostalgia por él. También esperamos e intentamos anticipar el futuro. Sin embargo, vivimos y nos movemos en el presente; el tiempo es simultáneo. El tiempo es algo común a todos los seres y, sin embargo, no sabemos con precisión en qué consiste.

2. Objetivo

Mi objetivo es observar cómo el hombre entiende el tiempo a partir de su medición, y así mismo, ampliar la visión que yo misma tengo sobre este concepto. A continuación analizaré de dónde surge la necesidad del hombre de medir el tiempo y haré breve énfasis en el proceso y en los cambios que ha tenido esta medición hasta llegar al calendario que se utiliza actualmente en mi cultura. Posteriormente, me concentraré en entender el concepto de tiempo por sí solo. Finalmente, ya habiendo definido las diferencias entre los conceptos de “medición del tiempo” y del “tiempo por sí solo”, y ya habiendo analizado cómo se interrelacionan, concluiré con la importancia del tiempo para el hombre como un ser histórico. Es decir, cuál es el papel del tiempo dentro de la definición filosófica del hombre.

3. Análisis

¿De dónde surge la necesidad de medir el tiempo? La forma en que se percibe el tiempo va directamente relacionada con la historia y la manera como ésta se escribe. Según San Agustín, el tiempo sólo se puede medir en el presente. “¿Cómo pueden existir estos dos tiempos, pasado y futuro, si el pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado?”( San Agustín, 1963, p. 324.) El tiempo, una vez que ha pasado, ya no existe, y por lo tanto es imposible medir algo que ya no está. Por ende, el pasado sólo existe en el presente, que es cuando se puede percibir como tal. Sin embargo, sí existen pruebas de que el pasado debe existir: esto se comprueba en la memoria, que no es más que el recuerdo de lo que alguna vez se percibió presente. De la misma manera, el futuro también existe, pero sólo en el presente y en forma de anticipación, ya que se basa en la interpretación de diferentes señales percibidas de lo actual.

Basándose en la filosofía de San Agustín, es importante tratar este tema porque finalmente la medición del tiempo es la que nos permite llevar un registro del pasado y una predicción del futuro. Por lo mismo, la medición del tiempo es necesaria para poder comprobar la existencia del pasado y del futuro. Es fundamental para concebir la realidad, pues funciona como evidencia de que el tiempo transcurre y no se detiene. Sí no existiera un vínculo entre la historia y la realidad, todas las investigaciones se convertirían en fantasía. Como lo proponen diversos autores en sus novelas, como por ejemplo George Orwell en 1984 y Lois Lowry en El Dador, en el momento en que se dejan de registrar los hechos y se prohíbe el tener acceso a la historia, la gente deja de tener recuerdos ya que estos pierden su sentido en la mente humana y pasan a formar parte de la fantasía y el ser humano pierde su sentido como ser histórico. La historia es la mejor evidencia de que el tiempo existe, es por esto que considero muy importante su medición.

3.1. Importancia de Medir el Tiempo

La medición del tiempo, y por lo tanto la historia, comenzaron cuando se descubre la agricultura. Surge con el objetivo de poder predecir el futuro para saber en qué momento se iban a tener buenas cosechas y en qué momentos no. Para esto, es necesaria la observación de ciclos en la naturaleza y por lo tanto la observación de cambios de los cuales se percatan a través de comparaciones con el pasado mismo. Por ejemplo, la diferenciación entre las estaciones del año: para notar que en primavera crecen los frutos fue necesario saber que en invierno no los había. Poco tiempo después, se forman asentamientos poblados por sociedades tributarias, en donde un sector de la población, el consejo supragentilicio, se encarga de administrar la materia prima, con lo que surgen los primeros calendarios. Este dato importante porque nos habla de que el antecedente del Estado surge a partir de un objetivo administrativo, en donde la medición del tiempo es la herramienta básica para el cumplimiento de sus funciones.

También aquí podemos ver que la noción del tiempo es una cuestión meramente relacionada con la percepción humana de los cambios en el ambiente. Es hasta después que adquiere un sentido ritual en donde la religión obtiene un papel fundamental: La agricultura trae consigo, en la mente humana, la divinización de la Tierra y los otros astros para explicarse los cambios en el ambiente y los fenómenos naturales. Existe una preocupación por la fertilidad de la Tierra y como consecuencia se hacen rituales y ofrendas, como por ejemplo, los ritos de Rey Sacramental (que se hacían cada año por superstición). El surgimiento de la escritura es otro hecho que fortalece la forma de medir el tiempo, ya que ésta permite llevar un registro, multiplica la transmisión del conocimiento y le da una continuidad. La escritura le da un carácter comprobable a los acontecimientos.

3.2. Conceptos del tiempo

Por mucho tiempo y en muchas culturas, se creyó que el tiempo era cíclico, es decir, existía el retorno y la repetición de eventos. Ahora sabemos que el tiempo es lineal e irreversible y que más bien, como expliqué anteriormente, es la medición la que se basa en ciclos que suceden en la naturaleza. Sin embargo, el tiempo existe independientemente de los ciclos naturales y de su registro. Entonces, ¿qué es el tiempo? Es imposible abordar su naturaleza, pues, como decía Kant, el tiempo no es una característica sujeta a los objetos y no es algo que exista como tal dentro de los entes; el tiempo es una intuición, porque nadie es consciente de todo lo que ve a la vez.

Pero la medición del tiempo sí existe dentro de los objetos, y es algo totalmente subjetivo, que se percibe de distintas maneras, pero que tiene como fin el poder entender al movimiento. Como por ejemplo, estamos acostumbrados a que cada cosa o persona tenga una edad, lo cual se encuentra dentro de ellas, pero por una definición que nosotros mismos hemos dado. Sabemos que un niño es más joven que un viejo puesto que su edad es menor. ¿Pero qué es lo que hace que uno tenga menor edad que otro? Es el tiempo, que en este caso se refiere a un número que nosotros hemos definido para medir la presencia del viejo y del joven. Sin embargo, es diferente hablar de solamente “tiempo” (que es lo que Kant considera como una intuición), a hablar de la “medición del tiempo” (que son las divisiones o magnitudes que el hombre ha inventado para dárselas a cada objeto y poder entender y explicarse la realidad con base en comparaciones).

Entonces, para medir el tiempo es necesaria la observación de referentes, ya que tiene como fin establecer un orden en la mente humana, porque es indispensable para la memoria. Aristóteles definía la idea de tiempo como una medida del movimiento según el antes y el después. El tiempo es distinto porque cada movimiento es distinto y estos no pueden existir sin el otro porque se exigen mutuamente. Tal vez  la noción del tiempo es algo que siempre ha existido: el hombre siempre ha sabido distinguir entre lo que ya pasó, lo que está sucediendo y lo que está en el porvenir. Esto se puede ver en la manera en que hablamos; conjugamos un mismo verbo que se refiere a la misma acción de manera diferente dependiendo del tiempo al que nos estemos refiriendo, además, utilizamos palabras como “antes”, “después”, “ahora”, etcétera, para indicar un orden en acontecimientos. Nosotros vemos al mundo como una sucesión de hechos, en donde cada detalle tiene su momento. Cada causa tiene su efecto y de esta manera formamos cronologías. El hombre tiene como facultad natural el comparar el presente con lo que ya sucedió y anticipar lo que podrá suceder y nuestra realidad está organizada siempre desde el pasado y orientada hacia el futuro. Pero ¿por qué sucede esto?

Regresando al intento de darle un significado completo al concepto del tiempo, en el diccionario El Pequeño Larousse Ilustrado se define esta palabra como el devenir, como una sucesión continua de momentos. Sin embargo, es imposible definir este concepto debido a su amplitud y complejidad. John Locke postuló que todo conocimiento se constituye a partir de ideas simples, que define como el objeto de las percepciones. Estas forman ideas complejas, a las cuales se les puede dar una definición como tal a base de sus cualidades. Las ideas simples existen en el interior de la mente, a diferencia de las cualidades, que se encuentran en los cuerpos. El tiempo es una idea simple ya que todos lo comprendemos y es una idea que existe en la mente, sin embargo, aunque sí existe el tiempo, no le podemos dar una definición.

En lo que resta de esta investigación, haré un análisis de la función que desempeña en diferentes ramas de la filosofía.

3.3. El papel del tiempo en los problemas filosóficos

El tiempo tiene un papel muy importante en los diferentes problemas filosóficos que han existido a lo largo de la historia de la humanidad. Por lo mismo, es un tema muy discutido y controversial. Lo encontramos en algunos problemas epistemológicos (referentes al conocimiento) ya que, aunque no responde a la pregunta “¿de dónde proviene el conocimiento?”, sí nos habla de que se necesita del tiempo para que exista el conocimiento. Por lo mismo, el conocimiento es diferente en cada momento. En la filosofía kantiana, existen dos tipos de conocimiento: el empírico o a posteriori, que se da después de la experiencia y el puro o a priori, es decir antes de la experiencia y que proviene de la razón. La diferencia entre estos dos tipos de conocimiento es el momento en el que se dan. Así mismo, se podría decir que la principal diferencia entre los racionalistas (que decían que la facultad cognoscente es el entendimiento, y que el conocimiento consiste en las ideas que formula el pensamiento) y los empiristas (que postulaban que el conocimiento se da a través de los sentidos en donde se producen las impresiones) es que se plantean un momento distinto en el cual se adquiere el conocimiento.

Por otra parte, el tiempo también está involucrado en algunos problemas metafísicos (referentes al ser) cómo “¿en qué consiste el ser?” Desde el siglo VII, los presocráticos observaron la naturaleza o physis y se asombraron ante el movimiento. Como consecuencia, se preguntaron sobre la esencia de las cosas sujetas al movimiento. Por ejemplo, veían que un bebé se convertía en adulto con el transcurso del tiempo. Pero ¿cómo es que el bebé y el adulto siguen siendo la misma persona a pesar de haber sufrido cambios físicos y mentales? ¿En qué consiste la esencia de está persona que la hace seguir siendo la misma a pesar de ser diferente? Plantearon cuatro diferentes tipos de movimiento existentes en el mundo: el local o sobre cambio de lugar de las cosas, el movimiento cuantitativo referente al aumento o a la disminución, el cualitativo o de alteración y el sustancial que se refiere a la generación o corrupción de las cosas. A partir de esto dieron origen a una de las preguntas clave para todo filósofo: “Si las cosas se mueven y por lo tanto cambian ¿Entonces cuál es la parte de verdad en las cosas? ¿Cuál es el arjé de todas las cosas?” El movimiento está siempre en función del tiempo, por lo tanto al hacerse está pregunta es, en parte, con la finalidad de entender qué es el tiempo y por qué es capaz de transformarnos.

Otro problema filosófico importante en el cuál se encuentra ligado el tiempo es el de la cosmología (que se estudian en la ciencia), pues es un concepto necesario para explicar la constitución y evolución del universo. Los presocráticos también exploraron este tema: Anaximandro, que nació cerca del 610 a.C., hablaba sobre el apeirón, un ciclo necesario que no tiene límites y es permanente. Dijo que el orden se constituía con base en tiempo y al espacio. Esta propuesta es aceptada por los científicos actualmente, sin embargo, ahora se preguntan en que consisten cada uno de ellos. Los problemas de la cosmología siguen siendo muy estudiados en la actualidad, lo cuál nos muestra lo trascendental que es este tema. A continuación explicaré uno de ellos, postulado por Stephen W. Hawking, uno de los científicos más destacados del siglo XX.

3.4. El Tiempo dentro de la Ciencia

A mediados del siglo veinte se descubrió la teoría de relatividad, con lo que se descartó la idea del tiempo absoluto, es decir, se elimino la teoría de que cada suceso podría ser etiquetado con un número llamado “tiempo” de forma única. Desde este descubrimiento, el tiempo se comenzó a tomar como un concepto relativo al observador que lo medía, y se introdujo la idea del tiempo imaginario. En el tiempo imaginario no existe ninguna diferencia de si va hacia atrás o hacia delante; es indistinguible de las direcciones espaciales. Las leyes de la naturaleza no distinguen entre el pasado o el futuro y no se modifican cuando se usan simetrías en la misma formula. Lo que esto quiere decir es que sí se revierte el sentido del tiempo, y además se sustituyen las partículas por antipartículas y se invierte el movimiento de ellas, las leyes naturales se comportarían de la misma forma. “…La vida sería exactamente la misma para los habitantes de otro planeta que fuesen imágenes especulares (revertidas) de nosotros y que estuviesen hechos de antimateria en vez de materia.”( Stephen W. Hawking, 1988, tiempo, p. 182). Entonces ¿por qué el hombre sólo recuerda el pasado y no el futuro? y ¿cómo es que diferenciamos entre estos dos tiempos? En el tiempo real de la vida cotidiana sí hay una gran diferencia entre la dirección que lleva el tiempo; siempre va a hacia delante. A esta dirección se le llama flecha del tiempo y existen tres diferentes tipos de flechas, aunque todas están apuntando hacia la misma dirección: la termodinámica, la psicológica y la cosmológica.

La primera es la flecha termodinámica del tiempo, que resulta del hecho de que es más fácil desordenar que ordenar. Como dice la segunda ley de la termodinámica, no existe un proceso cuyo único resultado sea la absorción de calor de una fuente y la conversión íntegra de este calor en trabajo. Esto se refiere a que la producción de calor, que es el causante del desorden, se encuentra necesariamente en cualquier proceso, por ejemplo, para enfriar necesitamos de un refrigerador y este a su vez necesita producir calor para bajar la temperatura de los alimentos. El Universo comenzó como un sistema ordenado que se ha ido desordenando conforme evoluciona. El desorden aumentara con el tiempo.

La segunda flecha es la psicológica, la cuál esta directamente relacionada con la termodinámica. Como no conocemos el cerebro humano en todos sus detalles, es muy difícil hablar sobre la memoria humana, sin embargo sabemos que su función es darle un orden a las ideas. La memoria, y con ella el tiempo, es la base de nuestro sentido común. Como dice Stephen W. Hawking en su libro historia del tiempo, la memoria funciona pasando de un estado ordenado a otro, pero para estar seguros de que la memoria está en el estado correcto es necesario gastar cierta cantidad de energía, que se disipa en forma de calor, aumentando el desorden en el universo. Así, el aumento del desorden en el exterior es siempre mayor que el orden que se genera en la propia memoria (de la misma forma que funciona un refrigerador). La dirección del tiempo en la que un ordenador recuerda el pasado es la misma que aquella en la que el desorden incrementa. El desorden aumenta con el tiempo porque nosotros medimos el tiempo en la dirección en la que el desorden crece.

Por último, la tercera flecha es la cosmológica, que se refiere a que el universo está en constante expansión sin alcanzar un límite o una frontera. Esto hace que las cosas se vayan separando cada vez más entre sí y que al mismo tiempo incremente el desorden. La fase expansiva del universo es condición necesaria para la vida inteligente. Sin ella, el universo entraría en una etapa de contracción en la cual el orden sería más fácil que el desorden y, por ende, no existiría la flecha termodinámica. Al eliminar este concepto, la dirección del tiempo también cambiaría y sería imposible el desarrollo de la vida.

3.6. El Tiempo en las Artes

¿Qué es del hombre sin el tiempo? El hombre es un ser que se mueve en torno al tiempo. La importancia de estudiar este tema va más allá de entender el concepto de tiempo por sí solo, ya que es inseparable del estudio de cualquier cosa y, sobre todo, es indispensable para el desarrollo de la vida. Como mencioné antes, el tiempo no es desprendible de la vida y es indispensable para el desarrollo de la vida inteligente, pero no solo eso, sino que forma parte de muchas preocupaciones universales que giran en torno a la humanidad, como por ejemplo el miedo a la muerte, que es un tema tocado por todas las culturas del mundo. En pocas palabras, es el miedo a la desaparición. Esta preocupación se ve reflejada de diversas maneras, como por ejemplo en la literatura.

Desde la época de los sumerios se han escrito textos que hablan sobre la necesidad de perdurar a través del tiempo. El ejemplo más típico es la Epopeya de Gilgamesh, en donde este personaje se angustia por la muerte de Enkidu y busca la forma de ser inmortal. Finalmente, Gilgamesh se da cuenta de que la única forma de permanecer en el tiempo es haciendo cosas que sean trascendentes. De esta manera las ideas se vuelven inmortales y nuestra alma también. Este mismo tema lo retoma Platón en Fedón, uno de sus diálogos, en donde habla de la separación del cuerpo y el alma, en donde la permanencia del alma se encuentra en la reminiscencia de las ideas.

Por otra parte, las diferentes religiones del mundo también reflejan el temor a la desaparición, pues en la mayoría de ellas se habla sobre la existencia de una vida posterior a la muerte.

A lo que deseo llegar con esto es que la perduración de nosotros mismos es algo que no podemos comprobar. Por eso mismo nos perturba que “nuestro propio tiempo” tenga un final. Además, esta angustia por el paso del tiempo es algo que ha continuado a través de la historia, pues también podemos ver cómo se refleja esta preocupación en ejemplos del siglo XX. Por ejemplo, uno de los más obvios es el cuadro de La persistencia del Tiempo de Salvador Dalí. En este cuadro se pueden apreciar unos relojes derritiéndose y un árbol muerto, que nos da la sensación de que el tiempo como tal sigue a pesar de que ya no haya vida. Otro ejemplo mucho más actual es la canción Time de Pink Floyd, en donde se hace una comparación del tiempo del universo con el tiempo que abarca nuestra vida. Podría continuar dando más ejemplos al respecto. Sin embargo, mi objetivo no es ese, sino dar a entender con esto lo trascendente del tema.

Finalmente, me gustaría hacer referencia a una frase de Andy Warhol: “Dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en verdad eres tú quien debe cambiarlas.”. Sí nosotros no nos movemos, el tiempo tampoco nos va a mover, y a la vez el tiempo no se va a detener con nosotros. Son los eventos que suceden conforme pasa el tiempo los que en verdad dan origen a los cambios. Es importante no confundir el movimiento con el tiempo sólo porque está en función de él. “El tiempo existe para que no todas las cosas sucedan simultáneamente, el espacio existe para que no todas las cosas me sucedan a mí.”

4. Conclusiones

Independientemente de la medición del tiempo, éste es un factor que existe y que rige nuestra concepción del mundo. El tiempo existiría aunque el hombre no lo midiera. Pero entonces ¿por qué el hombre mide el tiempo? Como expliqué anteriormente, el tiempo tiene gran importancia en diversas disciplinas del hombre. En la filosofía, el tiempo es un problema; muchos filósofos se han preocupado por definirlo y por establecer la relación que guarda con el movimiento. En cuanto a las ciencias, el tiempo es un misterio, sin embargo, también es un factor que permite solucionar algunos problemas; es la base de casi todas las leyes naturales. Quizá, es en el arte en donde nos damos cuenta de la universalidad del tema, pues se encuentra reflejado de diferentes maneras. El tiempo es un tema bastante repetido en la pintura, en la literatura, en la música, etc.

El hombre, y la percepción que tiene de la vida, se mueve en función de un factor común que es el tiempo. Esto se ve cuando forma recuerdos, los almacena, escribe la historia y la estudia. También busca prevalecer, busca que sus ideas permanezcan y se preocupa por el futuro. El tiempo es simultáneo y a la vez irrepetible. Es difícil encontrar una justificación sobre su verdadera importancia cuando ni siquiera sabemos bien qué es. Sin embargo, es bastante lógico que el tiempo sea una preocupación universal del hombre porque es el creador de nuestras percepciones. Lo único eterno es el tiempo mismo; pues es imposible imaginar la existencia sin el factor del tiempo. Por lo mismo, la inmortalidad de las ideas, y por lo tanto del alma, se encuentra en el tiempo. Esta es razón suficiente para que nos preguntemos acerca de él.

Referencias

Bibliografía

Gispert, Carlos (2004), Atlas Universal de Filosofía, manual didáctico de autores, textos escuelas y conceptos filosóficos, Barcelona: Editorial Océano. pp1035.

Hawking, Stephen W. (1988), Historia del tiempo, del big bang a los agujeros negros, (capítulo 9: La flecha del tiempo). Barcelona: Editorial Drakontos,.

Kant, Immanuel (1963), Crítica de la razón pura, en Julián Marías, La filosofía en sus textos, Tomo II De Descartes a Dilthey. 2ª ed. Barcelona: Editorial Labor. pp.655-679.

Lledó, Emilio, et al. (2004), Historia de la filosofía. México: Grupo Editorial Santillana.

Locke, John (1963), Ensayo sobre el entendimiento humano, en Julián Marías, La filosofía en sus textos, Tomo II De Descartes a Dilthey, 2ª ed. Barcelona: Editorial Labor. pp.324-405

San Agustín (1963), Confesiones, en Julián Marías, La filosofía en sus textos, Tomo II De Descartes a Dilthey, 2ª ed. Barcelona: Editorial Labor. pp.324-325.

Páginas Web

Concepción del tiempo. [citado el 2/11/2006] A consultar en World Wide Web: <URL:http://www.pensament.com/tiempociencia.htm>

Calendario Juliano. [citado el 2/11/2006] A consultar en World Wide Web: <URL:http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_juliano>

Anaximandro. [citado el 14/12/2004 ] A consultar en World Wide Web: <URL:http://es.wikipedia.org/wiki/Anaximandro>

La Persistencia del Tiempo, Salvador Dalí [citado el 15/1/2007] A consultar en World Wide Web : <URL: http://www.allposters.com/-sp/The-Persistence-of-Memory-c-1931-Posters_i129261_.htm>

Time Lyrics [citado el 18/1/2007] A consultar en World Wide Web :<URL: www.pink-floyd-lyrics.com/html/time-dark-lyrics.html>

Apéndice A

The Persistence of Memory, c.1931 by Salvador Dalí

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Apéndice B

Time, song by Pink Floyd
Album: The Dark Side of the Moon

Ticking away the moments that make up a dull day
You fritter and waste the hours in an off hand way
Kicking around on a piece of ground in your home town
Waiting for someone or something to show you the way

Tired of lying in the sunshine staying home to watch the rain
You are young and life is long and there is time to kill today
And then one day you find ten years have got behind you
No one told you when to run, you missed the starting gun

And you run and you run to catch up with the sun, but its sinking
And racing around to come up behind you again
The sun is the same in the relative way, but you're older
Shorter of breath and one day closer to death

Every year is getting shorter, never seem to find the time
Plans that either come to naught or half a page of scribbled lines
Hanging on in quiet desperation is the English way
The time is gone, the song is over, thought Id something more to say

Apéndice A

Apéndice B

Traducción de “They say that time changes things, but you actually have to change them yourself” Andy Warhol (pintor, 1928-1987)

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