Econom�a Informal

Carlos Manuel V�zquez Rodr�guez

Escuela Preparatoria “Fernando R. Rodr�guez”

M�xico, D. F., a 22 de Marzo de 2007

Lic. Alicia Vivanco

Coordinaci�n de extensi�n y Vinculaci�n

DGIRE

Presente

Me dirijo a usted para presentarle el trabajo del alumno Carlos V�zquez Rodr�guez. Se trata de una investigaci�n documental sobre el empleo informal y pone �nfasis en la situaci�n de los ni�os y adolescentes como trabajadores aut�nomos.

El trabajo define c�mo entender al trabajo informal dentro de un problema estructural de la econom�a; distingue no solamente entre asalariados y no asalariados sino el espacio creado por los trabajadores aut�nomos como �nica posibilidad de laborar y tener ingresos. Aqu� el caso de ni�os y j�venes se vuelve relevante por tratarse de una poblaci�n vulnerable. Es decir, el trabajo informal o aut�nomo si bien les permite ingresos disminuye sus posibilidades de acceso a derechos y garant�as individuales plenas.

El trabajo, adem�s, presenta una calidad relevante en tanto la revisi�n de fuentes y en la redacci�n de las definiciones, el planteamiento del problema y sus conclusiones.

Por estas razones, como asesor presento mi aval al alumno y a su investigaci�n.

Sin m�s por el momento quedo de usted para cualquier aclaraci�n.

ATENTAMENTE.

Vo.Bo. Lic. V�ctor Manuel Torres Olivares.

Mi�rcoles DF, a 22 de Marzo de 2007

Lic. Alicia Vivanco

Coordinaci�n de Extensi�n y Vinculaci�n

DGIRE.

Presente

Me dirijo a usted para presentarle el trabajo del alumno Carlos V�zquez Rodr�guez.

La econom�a informal es un sector tan evidente en nuestra sociedad que resulta imposible no preguntarse qu� lo genera y permite su reproducci�n exponencial. El retomar este hecho hace que este trabajo brinde una visi�n a la poblaci�n joven que est� o estar� enfrent�ndose a la b�squeda de un empleo.

Este trabajo resalta al sector m�s sensible en la econom�a informal: el trabajo infantil. Un problema que se refleja en el rezago educativo, en mano de obra en un sector infantil que al crecer no encontrar� un empleo formal.

El manejo de la investigaci�n documental realizada hace evidente los problemas estructurales de nuestro sistema econ�mico.

Sin m�s por el momento, qued� de usted para cualquier aclaraci�n

ATENTAMENTE

Lic. Laura Hilda Holand�s Ortega

Resumen

El trabajo analiza a la econom�a informal, la cual tiene gran auge debido a los modelos econ�micos mexicanos basados en la globalizaci�n. Afectando a varios sectores de la poblaci�n, en su mayor�a a ni�os y j�venes. La econom�a informal garantiza un r�pido proceso de acumulaci�n de riqueza que se desvincula del compromiso social. All�, el sector informal de la econom�a se ha convertido en el salvavidas de mucha gente, pues de cada 100 trabajos, 35 son derivados de este sector. Sin embargo, esta salida no impide que se desestabilice el empleo, se empobrezca la poblaci�n trabajadora, crezca el desempleo incontrolablemente y aumente el autoempleo, que como estrategia de los desempleados, convierten las calles en su medio de vida. Es importante mencionar que la econom�a informal es un problema de car�cter estructural en distinci�n entre el trabajador asalariado y el aut�nomo. Este �ltimo no tiene intenciones de regresar a ser asalariado, ya que su situaci�n actual le facilita ingresos mayores al salario m�nimo. Se tomaron ejemplos de situaciones de personas inmersas en la econom�a informal enfoc�ndonos en ni�os y j�venes como un fen�meno que va aumentando al tiempo que la econom�a no mejora. La econom�a informal en M�xico se debe a m�ltiples factores que inciden y se relacionan, tales como el exceso de regulaciones y tr�mites para registro de empresas, inadecuada fiscalizaci�n y pol�ticas econ�micas de corte neoliberal implementadas los �ltimos a�os. Que aunque no son los �nicos factores, si son los que mantienen a la econom�a informal como una alternativa.

Econom�a informal

Introducci�n

La econom�a informal no es un fen�meno nuevo, sino que ha sido constante en la econom�a mexicana. La importancia que ha ganado en los �ltimos a�os es por las insuficiencias del modelo de desarrollo. Para algunos, la econom�a informal es un factor da�ino por que estimula la evasi�n de impuestos, la competencia desleal a los negocios formalmente establecidos, corrupci�n y en ocasiones delincuencia. Para otros representa el medio de subsistencia ante la falta de empleos formales.

Gran parte de la poblaci�n Econ�micamente Activa (PEA) se encuentra inmersa en la informalidad. En nuestro pa�s 25.5 millones de personas se desempe�an en la econom�a informal.

En los a�os setenta, se habl� de una “teor�a dual” que impuls� la idea de fragmentar a la sociedad en dos sectores: el formal y el informal. El formal involucra a las personas y actividades que incorporan cierta fuerza laboral a la estructura econ�mica integrada por diferentes formas de organizaci�n productiva, pero que cumplen con las normas establecidas por el Estado con el fin de regular las relaciones capitalistas de producci�n. La informalidad tiene su diferencia por que se realiza sobre un ambiente oficialmente no regulado.

El sector informal no tiene intenciones de regresar a ser asalariado, ya que la situaci�n en la que vive le garantiza un ingreso mayor al sueldo m�nimo y de manera m�s r�pida y f�cil.

Las ideas de esta divisi�n han cambiado al grado de establecer que no hay un sector en el que sus acciones est�n solo dentro de uno de los dos casos. La econom�a informal no es una variable distinta, sino que va de la mano con la econom�a formal.

La econom�a informal se encuentra en diferentes grados de informalidad. En el extremo inferior se encuentran los trabajadores independientes con comercio de productos b�sicos. En el nivel intermedio se encuentran aquellos con un comercio m�s organizado con una transformaci�n simple de bienes b�sicos. En el nivel superior se encuentran los que se dedican a la fabricaci�n en peque�a escala con bajo nivel tecnol�gico.

�Pero que se conoce realmente como econom�a informal?

No hay gran certeza en usar el concepto de Econom�a Informal, acu�ado en 1972 a partir de un estudio realizado por la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT) en �frica. El estudio reflej� que exist�a un gran n�mero de trabajadores pobres, los cuales realizaban actividades que no estaban reconocidas, registradas, protegidas o reglamentadas por las autoridades.

Desde un punto de vista econ�mico, “el sector informal se puede caracterizar como el sector no moderno o no capitalista de la econom�a, donde la utilizaci�n del capital es relativamente baja, predominan actividades econ�micas en peque�a escala”

El sector informal presenta caracter�sticas como el uso de una tecnolog�a rudimentaria, poco capital disponible, sin acceso a financiamiento, mano de obra poco calificada, bajo nivel de organizaci�n productiva, baja remuneraci�n, poca o nula distinci�n entre capital y trabajo, propiedad familiar, sin contabilizaci�n en el PIB. Las personas que est�n en la informalidad, son individuos que forman parte de la Poblaci�n Econ�micamente Activa y que no son desempleados.

El sector informal se distingue del formal por medio del �mbito jur�dico, ya que en ella se encuentran los individuos y los negocios que no cumplen con las normas establecidas del Estado.

La informalidad se distingue de las actividades ilegales, donde la explicaci�n radica en que la informalidad, no se tiene la capacidad de cumplir con la normatividad impuesta por el Estado, no por que se busque obtener ganancias, sino que las condiciones que se afrontan no lo permiten cumplirlo.

Las actividades ilegales las estudia la econom�a subterr�nea. En consecuencia, la econom�a informal es aquella parte de la econom�a subterr�nea que adquiere legitimidad debido al alto costo de las leyes y sus regulaciones. La econom�a informal abarca exclusivamente las actividades l�citas y que no son registradas, o lo son parcialmente en el sistema fiscal.

La gente ha encontrado en la informalidad una forma de subsistencia y ocupaci�n. Pero no se quiere dar a entender que todas las personas trabajadoras informales sean pobres, sino que hay personas que en la informalidad han encontrado un medio de incrementar sus riquezas.

En la econom�a informal, podemos encontrar actividades con fines econ�micos distintos como los at�picos del capitalismo, con un contexto de subsistencia m�s que de acumulaci�n; y los t�picos del capitalismo, con la finalidad de acumular riqueza.

Dentro de la econom�a informal de subsistencia hay individuos de bajos ingresos que requieren poco capital, pero los ingresos que obtienen son igualmente escasos, por lo que su capacidad de compra es nula.

Los bajos ingresos que les reporta la informalidad les impide mejorar su nivel de vida, haci�ndolos improductivos, por lo que la oportunidad de acceder a actividades m�s calificadas y remuneradoras se complica. La econom�a informal sumerge a los trabajadores en un c�rculo vicioso del que es dif�cil salir.

La econom�a informal es heterog�nea, las razones difieren de acuerdo a los fines econ�micos de las personas que se encuentran dentro del fen�meno. En la mayor�a de casos, Am�rica Latina presenta la informalidad de primer nivel o de subsistencia.

“La econom�a informal se constituye por todas aquellas actividades econ�micas que, sin ser ilegales, no est�n del todo registradas, reguladas y fiscalizadas por el Estado en los mismos espacios en que otras actividades si lo est�n”.

El prop�sito de la investigaci�n es reflejar algunas de las actividades que los ni�os, ni�as y j�venes realizan como econom�a informal, dando un panorama general, pero centr�ndose en el trabajo infantil.

La explotaci�n infantil es un fen�meno que va en aumento. La cultura mexicana tiene al trabajo infantil, como una actividad aceptable, pues los hijos son vistos como un seguro proveedor de parte del ingreso familiar, alrededor de “3.3 millones de ni�os tienen que contribuir a la econom�a familiar” (Agencias CEPAL, 2005).

Cabe mencionar que el trabajo infantil no se centra solo en las actividades que se ven en las calles, sino que, la mayor parte del trabajo infantil urbano se realiza en espacios privados que la poblaci�n no ve: talleres de confecci�n, bodegas, peque�os comercios, restaurantes, servicios de limpieza, talleres, f�bricas, etc�tera.

M�todo

La investigaci�n es de car�cter bibliogr�fico en la acumulaci�n y an�lisis de informaci�n que pueda avalar la hip�tesis y dar una caracter�stica de la poblaci�n que recurre con mayor frecuencia a la econom�a informal.

Aunque los resultados de la investigaci�n no sean completos ni abarquen al universo de ni�os trabajadores, si pueden reflejar la magnitud del fen�meno.

Mediante el an�lisis se busc� comprobar c�mo la econom�a informal es la salida que la gente ha tenido ante los problemas estructurales del modelo neoliberal del pa�s. Analizar c�mo afecta a la poblaci�n infantil y juvenil a sus derechos humanos y garant�as individuales.

La acumulaci�n permiti� realizar un an�lisis estad�stico sobre el empleo informal infantil y comentar sobre las soluciones y/o recomendaciones que el Gobierno del Distrito Federal aport� en un estudio en el a�o 2000 hacia el fen�meno de trabajo infantil.

En cuanto a los factores por los cuales la econom�a informal ha incrementado, se investigaron noticias de peri�dicos en Internet. Estos factores se compararon con los obtenidos en el trabajo infantil y se vieron las relaciones entre ambos.

Resultados

En M�xico, uno de cada seis ni�os y ni�as de entre 6 y 14 a�os trabaja, es decir, 3.3 millones de infantes est�n obligados a contribuir en la econom�a familiar y el 67% abandona la escuela. Existen m�s de 370 mil ni�os que no saben leer.

Dos terceras partes tienen entre 12 y 14 a�os y la otra tercera parte, entre 6 y 11 a�os. La UNICEF revel� que existen 40 millones de menores que trabajan en f�bricas, agricultura, miner�a, en peque�as industrias, talleres de artesan�a, hosteler�a y tiendas como vendedores ambulantes. (Viayra Ram�rez, 2005)

La explotaci�n infantil a escala nacional es un fen�meno que va en aumento por que la econom�a del pa�s no presenta mejor�a.

El estudio del GDF identific� a 14,322 ni�os y adolescentes que usan las calles como lugares de trabajo y vivienda.

El trabajo infantil del Distrito Federal, comparado con otras entidades federativas, destaca que en la Ciudad de M�xico se encuentra la mayor concentraci�n de ni�os trabajadores (v�ase Gr�fica 1).

El estudio encontr� que el empleo infantil se forma por una poblaci�n de adolescentes de 12 a 17 a�os (75%), el 25% tiene menos de 12 a�os, 1,500 menos de seis a�os y 5,600 son mujeres, donde una de cada diez tiene menos de seis a�os (v�ase Tabla 1 y Tabla 2).

Gr�fica 1. Comparaci�n del n�mero de menores por ciudad

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.15

Al rededor de 11,429 ni�os trabajadores se concentran en ocho Delegaciones. El promedio de cada una de ellas es mayor a los 1,400 ni�os, cantidad que es cuatro veces mayor al promedio de las Delegaciones restantes (aproximadamente de 350 ni�os).

Al comparar la poblaci�n de menores y de menores trabajadores por Delegaci�n, tenemos que le estudio otorga como resultado a la Delegaci�n Cuauht�moc, con una tasa de 145 menores por cada 10 mil menores de 0 a 19 a�os. Le siguen las Delegaciones Benito Ju�rez (104.7), Venustiano Carranza (97.8) y Miguel Hidalgo (85.9).

Tabla 1. Tasa de menores trabajadores de acuerdo a la poblaci�n de 0 a 19 a�os

TRABAJO INFANTIL URBANO INFORMAL
	POBLACI�N	MENORES
	0 - 19 A�OS	TRABAJADORES	TASA
Poza Rica	58,875	1,172	199
Tuxtla Guti�rrez	173,712	3,004	172
Zacatecas	52,296	887	169
Toluca	256,855	3,807	148
Tijuana	431,668	5,853	135
Saltillo	236,203	2,689	113
Acapulco	316,905	3,341	105
Aguascalientes	301,136	2,843	94
Benito Ju�rez (Canc�n)	140,24	1,211	86
M�rida	263,93	1,905	72
ZMCM	20,259,349	128,819	63
Cd. Ju�rez	439,341	259	59
Guadalajara	1,477,386	7,266	49
Distrito Federal	3,196,395	14,322	44

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.15

Tabla 2. Clasificaci�n de menores por sexo de acuerdo al rango de edad

POBLACI�N TOTAL
	SEXO
RANGO DE EDAD	MASCULINO	FEMENINO
0 a 5	969	606
6 a 11	1,228	780
12 a 17	6,886	3,855
TOTAL	9,081	5,241

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.16

En estas Delegaciones se concentran actividades comerciales, tur�sticas, financieras y de gobierno. La importancia de cada Delegaci�n, de acuerdo a la aportaci�n del Valor Agregado de la Producci�n del Distrito Federal, arroja que las ocho Delegaciones con mayor ni�os trabajadores (el 76.5%) son �lvaro Obreg�n, Iztacalco, Magdalena Contreras, Coyoacan, Gustavo A. Madero, Miguel Hidalgo, Milpa Alta y Benito Ju�rez (v�ase Tabla 3)

Tabla 3. Comparaci�n de menores y el valor agregado por Delegaciones

MENORES TRABAJADORES Y VALOR AGREGADO
DE LA PRODUCCI�N POR DELEGACI�N POL�TICA
DELEGACI�N	% DE MENORES	TASA TRABAJO	VALOR
		INFANTIL	AGREGADO
CUAUHT�MOC	18,2	145,5	19,4
IZTAPALAPA	13,4	26,9	6,9
VENUSTIANO CARRANZA	11,9	97,8	3,9
GUSTAVO A. MADERO	9,9	30,2	5,7
COYOAC�N	7,8	47,6	6,7
BENITO JU�REZ	7,2	104,7	10
MIGUEL HIDALGO	6,9	85,9	22,5
SUBTOTAL	75		75,1

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.17

El estudio explica que de los ni�os de 6 a 17 a�os, el 69% son originarios de la Ciudad de M�xico, un 8% naci� en municipios cercanos al DF y el 23% restante es originario del Estado de M�xico, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Hidalgo y Quer�taro (v�ase Tabla 4).

El estudio revela que, de los ni�os que viven en la calle, la mayor�a son migrantes, y uno de cada dos ni�os ha nacido en una entidad diferente al Distrito Federal. Los movimientos migratorios son recientes, ya que los menores migrantes afirman tener menos de dos a�os de estar radicando en el DF.

En cuanto a la educaci�n sexual y de salud que presentan los ni�os migrantes, el estudio menciona que 20 de cada 100 menores, ya han tenido relaciones sexuales y 9 de cada 100 ya consumi� drogas. Los mayores riesgos que presentan los ni�os migrantes, son derivados de su condici�n. Por ejemplo el desarraigo, discriminaci�n, transculturalizaci�n y desintegraci�n familiar (v�ase Gr�fica 2).

En las �ltimas d�cadas, la afluencia de menores trabajadores se ha canalizado hacia algunos municipios del Estado de M�xico, ya que ha presentado mayor n�mero de asentamientos humanos. Los datos muestran que un 47% de ni�os viven en el DF y se trasladan al Estado de M�xico a trabajar, mientras que un 23% vive y trabaja en la capital.

En cuanto a la educaci�n, la investigaci�n arroj� que los j�venes ocupan m�s tiempo en la escuela. Las tasas se escolaridad se han incrementado, especialmente en los ni�os.

El grado de escolaridad mide los a�os que una persona invierte en la escuela iniciando desde primero de primaria. La escolaridad para el sexo masculino se incremento de 6 a 7.4 (23%), y en el femenino de 3.8 a 6 (58%).

Aunque la educaci�n es vital e importante para el desarrollo de un pa�s, la mayor escolaridad y competencia han resultado en que los j�venes tarden a ingresar a la fuerza de trabajo. Los que logran entrar, demandan empleos bien remunerados, pues es l�gico por el alto grado de preparaci�n.

En cuanto a la explotaci�n infantil con fines sexuales, encontramos que algunas ni�as menores trabajan de prostitutas. Estas, en su mayor parte, han salido de hogares humildes y se dedican a ese oficio desde j�venes, como consecuencia de una vida que en su mayor�a est� marcada por desintegraci�n o violencia familiar.

Tabla 4. Porcentaje de menores de acuerdo a las entidades de origen

ENTIDADES DE ORIGEN
	FRECUENCIA	PORCENTAJE	ACUMULADO
M�XICO	172	25,9	25,9
DISTRITO FEDERAL	93	14,01	39,91
PUEBLA	87	13,1	53,01
OAXACA	76	11,45	64,46
VERACRUZ	57	8,58	73,04
MICHOAC�N	33	4,97	78,01
GUERRERO	30	4,52	82,53
QUER�TARO	26	3,92	86,45
HIDALGO	25	3,77	90,22
CHIAPAS	14	2,11	92,33
TLAXCALA	9	1,36	93,69
JALISCO	8	1,2	94,89
SUBTOTAL	630

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.17

Gr�fica 2. Clasificaci�n de menores de acuerdo a la actividad y condici�n migratoria

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.17

El estudio encuest� a 1,753 prostitutas en la Ciudad de M�xico. Se encontr� que el 12.9% de las j�venes ten�a de 15 a 19 a�os y el 54% rondaba entre los 15 y 24 a�os.

En cuanto a los ni�os y j�venes ind�genas, el estudio revel� que muchos de ellos se adaptan a las pocas ofertas de trabajo que hay en la ciudad. Mantienen subempleos como trabajadores dom�sticos, construcci�n, comercio ambulante, vigilancia, jardiner�a, carpinter�a, artesan�a, etc.

Los ni�os ind�genas representan el 5% del total del grupo de 6 a 17 a�os, proporci�n 4 veces mayor a la que tienen en su conjunto en el Distrito Federal (1.3%). Del grupo de menores de 0 a 5 a�os, la poblaci�n ind�gena es del 20%.

El informe revela que esto puede ser posible por que las actividades que los menores realizan, no requieren de una capacitaci�n ni de un conocimiento del idioma espa�ol. Es por eso que es f�cil la inserci�n a ellas. La lengua que en general hablan los ni�os ind�genas es Otom�, N�huatl, Mazahua y Mixteco. (v�ase Gr�fica 3). La cuarta parte de los ni�os ind�genas son de sexo femenino (v�ase Gr�fica 4).

La mayor�a de los ni�os ind�genas no originarios de la capital, provienen de Oaxaca, Estado de M�xico, Puebla y Veracruz.

Gr�fica 3. Porcentaje de lenguas habladas por menores ind�genas en el Distrito Federal

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.16

Gr�fica 4. Menores Ind�genas y su clasificaci�n por sexo

Fuente: Robles Berlanga, Rosario, et. al., Estudio de ni�as, ni�os y j�venes trabajadores del Distrito Federal, editado por el Gobierno de l Distrito Federal, 2000, p.16

El estudio tambi�n menciona que los ni�os que viven en las calles, son propensos a incrementar los �ndices de violencia. Ante esto, la Sesi�n Inaugural de la Conferencia Nacional de Problemas de Readaptaci�n Social de Menores Infractores (Palomares, Agust�n, 1981), mencion� que el incremento de delitos cometidos por ni�os era causa de la formaci�n de grandes ciudades, promiscuidad, corrupci�n y desintegraci�n familiar.

Los m�s afectados por estas situaciones son los ind�genas que viven en zonas urbanas marginadas. Ni�os que tienen carencias de educaci�n, alimentaci�n y salud. Aunado a esto, tener que soportar ser explotados en sus trabajos.

Discusi�n

Mucho se ha hecho para combatir el trabajo informal de menores. Tal es el caso de los diversos programas en donde se contempla educaci�n, vivienda, alimentaci�n etc. para ni�os de escasos recursos. Pero hay algo sobresaliente en el informe dado por el Gobierno del Distrito Federal. La introducci�n del informe menciona que el trabajo infantil es aceptado por que la cultura de los mexicanos no ve mal que un hijo aporte al ingreso familiar. Aunque no se est� poniendo en juicio que la conclusi�n a la que se lleg� es acertada o no, lo que se cuestiona es la manera en la cual se canalizan los programas de ayuda. Es decir, si la conclusi�n es que el problema es de car�cter cultural, se debe de canalizar los programas para combatir en realidad la forma de visualizaci�n cultural y no hacer campa�as que solo disfrazan la actividad de los gobernantes.

Algo importante del estudio es que el problema de menores trabajadores se ve como un problema de la ciudad, se�alando que la composici�n del hogar y la relaci�n que tengan los menores con los adultos va a influir en el aprecio y el cuidado que las familias pongan en el desarrollo integral del menor. (Robles Berlanga, 2000 p. 142)

Lo que sorprende es que p�ginas anteriores, se menciona que la tendencia de familias de escasos recursos es el de no mantener lazos afectivos, sino que poco a poco se convierten en lazos econ�micos. La mala situaci�n econ�mica los lleva inconscientemente a crear en el menor, que las relaciones familiares est�n condicionadas a lo que aporte para el gasto del hogar. Lo que redunda en no garantizarles mejor oportunidades de educaci�n, salud y bienestar. (Robles Berlanga, 2000 p.52).

Entonces nos encontramos con una contradicci�n, pues el cuidado de la familia no influye en la relaci�n que el menor tenga con los adultos, sino que va en funci�n del ingreso que la familia tenga, para poderle brindar al menor las necesidades b�sicas.

El Informe sigue diciendo que estas relaciones influir�n en las oportunidades educativas y en las posibilidades de desarrollar un capital humano, que a futuro les abra las perspectivas favorables en el mercado del trabajo. (Robles Berlanga, 2000 p. 142)

El mismo Informe menciona que la incorporaci�n a menores en actividades informales es una estrategia de las familias para aumentar los ingresos o no reducirlos. Se desglosa una lista en donde no aparece ning�n ingreso destinado a nada relacionado con la educaci�n. Mas bien, se encuentran comida, ropa, renta y gastos de la casa (Robles Berlanga p.47)

Un dato del Informe refleja el gran problema que tiene M�xico. Menciona que la mayor�a de los menores trabajadores que han dejado de estudiar tienen terminada su primaria. Se analiza que la inversi�n que realiza el gobierno en materia educativa est� desperdiciada, pues la idea es tener gente capacitada para la inserci�n a trabajos. Lo que ser� una p�rdida en la disponibilidad de una fuerza de trabajo capacitada y productiva. (Robles Berlanga, 2000, p.142)

El Informe menciona que las perspectivas educativas en los menores trabajadores est�n afectadas por dos factores. Los niveles de deserci�n escolar y el regazo escolar. (Robles Berlanga, 2000 p.142). Pero cabe preguntarse en esa afirmaci�n si en realidad sus perspectivas educativas est�n afectadas por que los menores desertan de la escuela. Sobre todo si el factor principal es que est�n trabajando y que su familia no tiene el ingreso suficiente como para que una parte del dinero recaudado por la familia se destine a gastos relacionados con la educaci�n.

El informe es acertado al declarar que parte de los ni�os se incorporan al mercado laboral por la contracci�n de la econom�a, falta de empleo, etc�tera. Pero tambi�n se le atribuye a que vivimos en una sociedad en donde el consumismo impera y las familias dicen requerir m�s ingresos, pero se ven influenciados por la sociedad urbanizada en la cual se desarrollan. (Robles Berlanga, 2000, p.142)

El estudio infiere que la econom�a informal sigue siendo una salida f�cil en la cual podemos tener un ingreso mayor al salario m�nimo. Esto seguir� proliferando si no se toman medidas que vayan acorde a la necesidad de la poblaci�n.

No podemos pedirle a la poblaci�n que se mantenga en un empleo en donde solo ganar� cincuenta pesos diarios y que con eso, tenga la obligaci�n de darle todos los servicios y necesidades b�sicas a su familia.

Basados en que la Econom�a Informal afecta a todos en general, podemos deducir que el verdadero problema es la falta de la satisfacci�n de lo necesario y someter a las familias a estar en un l�mite entre la supervivencia y la satisfacci�n de lo b�sico.

El capitalismo y la forma en c�mo la econom�a nacional se dirige, ha llevado a que las crisis econ�micas se vayan sopesando y balanceando por medio del castigo a los salarios de los empleados, bajando as� su poder adquisitivo, no incrementando empleos, no tener una mano de obra capacitada, que por lo tanto debe de abaratarse para poder tener un empleo.

Pero el gobierno solo se ha concentrado en ver las cosas superficialmente. Hacer subsidios, dar apoyos econ�micos, generar empleos temporales son algunos de los tantos malabares que el Estado realiza para que parezca que se da soluci�n a algo.

Al usar nuestro sentido com�n, podemos decir que si no se castigan los sueldos, la poblaci�n podr� tener su poder adquisitivo estable y podr� pagar las cosas de necesidad b�sica, como es la comida, el vestido, la habitaci�n, la educaci�n. De tal forma que los subsidios, que es lo que absorbe mucho capital del ingreso nacional, podr�a no necesitarse al tener a la gente con un buen sueldo que le ayude a pagar las cosas en su valor real.

Pero el M�xico en donde estamos es otro, vivimos en un contexto puramente capitalista y global. M�xico se ha caracterizado por tener su mano de obra barata, ya que es una de las armas que se tienen para que las inversiones de empresas extranjeras se mantengan aqu�.

Es un tema delicado, pues se refleja que los menores trabajadores, en m�s del 50%, abandonan los estudios por tener que aportar un ingreso al hogar. Pero eso a la larga traer� m�s problemas, rezago educativo, mano de obra no capacitada, m�s desempleados, que por necesidad tendr�n que salir a las calles a ser parte del auto-empleo.

Atributos como falta de seguridad social, falta de mecanismos de preservaci�n a la salud, falta de cumplimiento a las leyes, falta de recursos para ingreso a la educaci�n, falta de inversi�n por parte de empresas privadas, falta de competencia para aspirar a un mejor empleo, falta de las necesidades b�sicas, falta del cumplimiento a los Derechos Humanos, falta de prestaciones de ley, falta de ingreso para el retiro o jubilaci�n de adultos mayores, migraci�n a EU, etc.; no deben de ser puestos como causa de la econom�a informal, sino como consecuencias de usar a la econom�a informal como estrategia de supervivencia.

El desempleo infantil es una alerta, una situaci�n que se incrementa. La sociedad infantil y juvenil est� heredando los problemas de d�cadas pasadas. �Que pasar� cuando al buscar un trabajo no tenga y sea parte de la econom�a informal? �Y las pensiones? �Y la educaci�n? �Habr� derechos que no se violen para este sector de la poblaci�n? �Qu� pasar� con las leyes de protecci�n a los derechos de los ni�os?

En cuanto a los factores que contribuyen a que la econom�a informal se considere aun como alternativa, son tres principales.

La primer causa jur�dica es el exceso de requisitos y tr�mites para establecer un negocio formal. Cuando estos requisitos elevan su costo, los valores culturales se doblegan y puede causar evasi�n de los mismos.

Tabla 2: Tr�mites y costos de la formalidad en distintos pa�ses

Pa�s	No. de pasos o tr�mites	No. de d�as h�biles que se necesitan	Costo relativo al PIB de 1999	Costo nominal en d�lares	�ndice de corrupci�n (1999)
M�xico Canad� EUA Argentina Chile Brasil Venezuela Promedio de 85 pa�ses	15 2 4 14 10 15 15 10	67 2 4 48 28 63 124 47	57% 1.5% 0.5% 10% 13% 20% 11% 48%	2 492 280 150 774 620 890 423 3 873	61 5 18 71 19 45 77 n. d.

Fuente: Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE), en http://www.cipe.org/publications/fs/articles/article9e43.htm

Tan solo en M�xico se deben de cumplir 15 requisitos en un periodo de m�s de dos meses con un costo de 2,492 d�lares. Por eso es que en lo laboral, las empresas no abren tantas plazas, lo que ocasiona que gente se mueva hacia la informalidad. Esto es por que le empresa tiene que pagar 1.6 veces el salario ofrecido por cada empleado registrado. De all� que se buscara la “flexibilizaci�n” del mercado laboral.

Por tener tantos requisitos, M�xico pierde el 15% del PIB e inhibe la creaci�n de 136 mil fuentes de trabajo, que puesto en costo ser�a una p�rdida de mil 282 millones de pesos.

El segundo factor son las cargas elevadas fiscales. El exceso de impuestos hace dif�cil cumplirlo. Seg�n el SAT, una persona f�sica gasta 12 mil 626 pesos en cubrir sus obligaciones fiscales. Es por eso que las micro, peque�as y medianas empresas sobreviven en el mercado evadiendo impuestos, cayendo en la ilegalidad e informalidad. Si su actividad solo deja para subsistir, no hay otra opci�n m�s que la informalidad por los ingresos limitados.

El tercer factor son las pol�ticas econ�micas de corte neoliberal. Desde los a�os ochenta, la econom�a mexicana a tenido serios programas de ajuste que han deteriorado las condiciones socioecon�micas por despidos, recortes del gasto social, contracci�n del salario, contracci�n del mercado de trabajo, pobreza y quiebre de empresas generaron pobreza e hicieron de la informalidad un salvavidas.

En 1995 la tasa de desempleo fue del 6.27% de la PEA, un 50% con respecto al a�o anterior. En esa d�cada, 1� millones y medio de personas entraron a edad productiva, de la cual solo la cuarta parte obtuvo empleo. La capacidad de compra se redujo al 50% y la econom�a informal fue una alternativa natural para los desempleados.

A veinte a�os del modelo neoliberal, la econom�a mexicana esta en crisis de forma permanente. La PEA creci� para el 2003 en 22 millones 755 mil 186 personas y solo se generaron 8 millones 371 mil 306 plazas, por lo que el desempleo ascendi� a 15 millones 228 mil 474 personas y el PIB creci� solo a 2.2%. Seg�n la OIT, en M�xico hay 25.5 millones de personas en la econom�a informal, 17 millones son hombres y 8.5 millones mujeres. En una reciente encuesta realizada por el INEGI, la econom�a pas� de 8.9 millones a 10.8 millones de personas, los cuales en conjunto representan al 12.5% del PIB del pa�s.

Conclusiones

La econom�a informal es un fen�meno complejo que produce efectos muy fuertes en la econom�a nacional. La econom�a informal ha ganado relevancia por su r�pido crecimiento en los �ltimos a�os debido al escaso impulso de las pol�ticas econ�micas neoliberales.

La econom�a informal es inversamente proporcional a la tasa de crecimiento econ�mico, pues si fuera mayor, ser�a menor el desempleo, y por lo tanto menos Poblaci�n Econ�micamente Activa ocupada en la informalidad.

La inadecuada fiscalizaci�n, el exceso de regulaciones y tr�mites, junto con la pol�ticas de corte neoliberal, han hecho de la econom�a informal y de la migraci�n a Estados Unidos, una alternativa de subsistencia ante la incapacidad de desarrollo y generaci�n de empleos formales ante una poblaci�n en crecimiento.

El modelo de desarrollo ha complicado la situaci�n a muchas regiones que se encuentran atrasados en la generaci�n de empleos, en donde la informalidad se convierte en la �nica alternativa.

El hecho de que se den informes sobre el trabajo infantil en ni�os es por que el fen�meno de econom�a informal es c�clico.

Cada persona que se encuentra ocupada en la econom�a informal, poco a poco adelgaza al sector asalariado, empobreciendo a�n m�s la cantidad de empleos que se pueden generar. Aunado a esto, si un ni�o, como �nico modo de supervivencia, necesita entrar a laborar, ser� una desigualdad de oportunidades, pues dejar� los estudios y la oportunidad de que en un futuro sea capaz de aspirar a un empleo remunerado, pues no es persona capacitada para realizarlo. Cerrando una vez m�s el ciclo, de tener que abaratar la mano de obra, migrar a Estados Unidos o entrar en la econom�a informal como �nico modo de supervivencia.

No solo es el hecho de que un ni�o trabaje, sino que los derechos de los ni�os se est�n perdiendo, y ahora son ellos los que exigen ser tratados con dignidad y respeto en su elecci�n de trabajar o no. Han creado sindicatos y asociaciones a favor de la defensa de sus derechos, el respeto y reconocimiento de que los ni�os son los que sufren las consecuencias de ajustamiento econ�mico y desean ser los autores de su realidad. Est�n preparados para una lucha de una vida digna de sus familias para crecer en protagonismo y justicia. Dicen no ser el problema, sino una soluci�n.

Referencias

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