MAPAS MENTALES
Por: Agustín Jiménez S.
agustin@cauac.com
Introducción
Una de las características que ha llevado al ser humano a lograr el desarrollo
que ha alcanzado es su capacidad de transferir su aprendizaje de generación
en generación por medio de símbolos. La simbología tiene diferentes
expresiones y una de ellas es la expresión escrita, la cual ha permitido
almacenar cantidades ingentes de conocimiento hasta nuestros días. En
Occidente la imprenta convirtió la escritura en la herramienta por excelencia
para dejar consignado el conocimiento mediante el uso de diferentes
combinaciones de letras y números. Hasta hace muy pocos años nunca se
cuestionó si la escritura tradicional era la mejor manera de organizar y
estructurar la información, ya que su correspondencia con el lenguaje verbal
hacía parecer que ésta fuera la forma natural y más efectiva de hacerlo. Pero
las exigencias de la vida moderna con su abrumadora generación de
información y su avasallante competitividad, al igual que los descubrimientos
que se han hecho sobre el funcionamiento cerebral en los últimos sesenta
años, han llevado al desarrollo de nuevas técnicas para manejar la información
más eficiente y eficazmente, respondiendo de una manera más adecuada a la
forma natural en la cual funciona el cerebro. Tal vez una de las técnicas que ha
tenido mayor acogida y difusión ha sido la creada por el psicólogo británico
Tony Buzan, llamada Mapas Mentales. Buzan es licenciado en psicología,
lengua inglesa, matemáticas y ciencias generales, y con el correr de los años
se ha convertido en una autoridad en todo lo relacionado con el funcionamiento
cerebral y el aprendizaje, con más de 14 libros publicados en 50 países y
traducidos a 20 idiomas, entre los que se incluyen best sellers como Use
Ambos Lados del Cerebro, El Libro de los Mapas Mentales y Entrenamiento
Cerebral.
La diferencia entre la escritura tradicional y los Mapas Mentales estriba en que
la primera maneja la información lineal, secuencial y fragmentadamente,
mientras que los segundos permiten un manejo simultáneo e integrado de la
información, aprovechando la capacidad de asociación natural del cerebro. La
popularidad de los Mapas Mentales ha ido creciendo a paso firme desde su
introducción en los años setenta y hoy en día es usado por un sinnúmero de
personas alrededor del mundo para innumerables aplicaciones en diferentes
ámbitos de vida. Personalmente los vengo usando desde hace
aproximadamente diez años y se han convertido en una herramienta
fundamental en mi trabajo por su utilidad y versatilidad. Principalmente los
utilizo con excelentes resultados para resumir textos, facilitar procesos, tomar
notas, hacer diseño curricular y planear.
Generalidades
Los Mapas Mentales son una técnica gráfica que permite organizar y
representar el pensamiento de una manera acorde con la forma natural y
virtualmente automática en que el cerebro funciona, lo cual hace su uso fácil,
espontáneo y divertido. Al estar libres de toda estructura lineal, los Mapas
Mentales permiten que las ideas fluyan y generen a su vez nuevas ideas,
sacando provecho de la capacidad asociativa del cerebro, incentivando así la
creatividad de quien los usa. Adicionalmente, los Mapas Mentales se pueden
enriquecer con colores, imágenes, símbolos y jerarquías que les añaden
interés, belleza e individualidad, aprovechando las capacidades propias del
hemisferio derecho del cerebro, cosa que fomenta la creatividad y la capacidad
de recordación del individuo.
Es importante señalar que en un Mapa Mental no sólo se representa
información, sino también las relaciones entre las distintas ideas, lo que facilita
su asociación y la comprensión de situaciones complejas.
Esta técnica es
única, porque permite manejar el detalle sin perder la perspectiva del todo. Se
puede decir que fomenta el pensamiento sistémico al mantener integrada la
información en un solo golpe de vista. El pensamiento sistémico se puede
definir desde una perspectiva práctica como una dinámica de pensamiento que
permite hacer lecturas totales de flujos, eventos y fenómenos interactuantes,
para así tener una mejor comprensión de la complejidad. Esto hace de los
Mapas Mentales una herramienta prácticamente de uso obligado para cualquier
persona que quiera seguirle el paso a la creciente complejidad en que vivimos
en el mundo actual.
Orígenes y Fundamentos
Para entender por qué y cómo funciona esta técnica gráfica es importante
hablar de sus orígenes y de sus fundamentos. Los Mapas Mentales se
originaron a partir de las inquietudes que le surgieron a Tony Buzan a finales
de los años sesenta cuando investigaba sobre la psicología del aprendizaje al
advertir que las notas tradicionales no facilitaban los principales factores para la
evocación de la información, que son la asociación y el énfasis. Esto lo llevó a
empezar a desarrollar una nueva técnica para tomar notas que ayudara a
destacar y asociar las ideas, naciendo de esta manera un concepto
embrionario de cartografía mental. Sus estudios posteriores sobre la naturaleza
del pensamiento, y sobre el funcionamiento y la estructura del cerebro dieron
pie a lo que finalmente conocemos hoy en día como Mapas Mentales.
Estos estudios tomaron como base las investigaciones sobre el funcionamiento
cerebral de Roger Sperry (premio Nobel) y de Robert Ornstein, las cuales
fueron confirmadas y ampliadas por los estudios del Profesor Eran Zaidel, al
igual que investigaciones sobre la estructura neuronal del cerebro como las del
doctor David Samuels y del doctor Pyotr Anokhin.
Sperry y Ornstein descubrieron en los años sesenta que los dos hemisferios de
la parte superior del cerebro humano, conocido como Neocorteza, tenían
dominancia en diferentes tipos de actividades mentales, como se muestra a
continuación:
Esta comprensión llevó a clasificar durante años a las personas en función de
su dominancia hemisférica, lo cual limitaba sus posibilidades al inducirlas a no
ejercitar el hemisferio no dominante, dado que de alguna manera esta
clasificación generaba la etiqueta de "incapaz" para todas las actividades
mentales que no fueran del hemisferio dominante.
Los estudios de Zaidel en los años ochenta dieron nuevas luces en este
sentido, ya que, aunque confirmaron los descubrimientos de Sperry y Ornstein,
determinaron, además que aún cuando cada hemisferio del cerebro es
dominante en actividades específicas, ambos hemisferios están capacitados
para actuar en todas las áreas. Eso significa que todas las personas podemos
desarrollar todas nuestras capacidades mentales en la medida que utilicemos
las técnicas adecuadas para ello. Un descubrimiento revelador en este sentido
ha sido que el desarrollo de aquellas actividades mentales en que se considera
“débil” a una persona produce en ésta una mejoría en su desempeño mental
general, incluyendo sus áreas “fuertes”. Por lo tanto, lo anterior indica que en
la medida en que logremos un mayor equilibrio en las capacidades de nuestros
dos hemisferios cerebrales, mejor rendimiento mental tendremos. Estos
descubrimientos confirmaron a Buzan que su técnica de cartografía mental
efectivamente contribuía a un mejor desempeño mental de quien los usa,
porque ésta propende por la integración hemisférica del cerebro al involucrar
actividades propias de los dos hemisferios en su elaboración.
Los estudios sobre la estructura neuronal nos han enseñado que las neuronas
están compuestas básicamente por un núcleo y miles de brazos llamados
dendritas que salen de éste. Estas a su vez tienen a lo largo múltiples botones
sinápticos que contienen los elementos químicos encargados de transmitir los
millones de mensajes que se manejan en nuestro procesamiento mental. Cada
botón sináptico se conecta con otro de otra neurona, y éste a su vez con otro
de otra neurona, y así sucesivamente, formando de esta manera una inmensa
red neuronal, en la cual se transmite la información bioquímicamente de
neurona en neurona prácticamente de forma simultánea e instantánea. Si se
tiene en cuenta que se estima que cada cerebro humano tiene un billón
(1.000.000.000.000) de neuronas, eso significa que la cantidad de conexiones
sinápticas es casi inimaginable en magnitud, lo cual demuestra que la
arquitectura natural de la estructura neuronal es irradiante. Lo anterior sirvió a
Buzan para desarrollar el concepto de pensamiento irradiante, el cual se
explica de acuerdo con sus propias palabra
de la siguiente manera: “Cada bit
de información que accede al cerebro, ya sea sensación, recuerdo o
pensamiento (cada palabra, número, código, sabor, fragancia, línea, color,
imagen, golpe, nota y textura), se puede representar como una esfera central
que irradia millones de “ganchos” de información, donde cada gancho
representa una asociación determinada. Cada una de estas asociaciones a su
vez posee su propia e infinita red de vínculos y conexiones. El número de
asociaciones que se tengan en funcionamiento se pueden entender como la
memoria de las personas, o si se quiere ver de otra forma, como la “base de
datos o la librería” de cada ser humano. Y algo de lo que se puede estar seguro
es que el mecanismo que procesa la información de esta “librería” es un
“sistema de procesamiento de datos” que sería la envidia de los más
avanzados computadores desarrollados hasta hoy. Como resultado del uso de
este sistema, el cerebro ya cuenta con mapas de información que maravillarían
a los más grandes cartógrafos del mundo. De ahí que se pueda considerar el
patrón de pensamiento del cerebro humano como una "gigantesca máquina de
asociaciones ramificadas", un super biocomputador con líneas de pensamiento
que irradian a partir de un número virtualmente infinito de nodos de datos. Esta
estructura refleja las redes neuronales que constituyen la arquitectura física del
cerebro humano. De esto se puede inferir que cuanto más se aprendan y/o
acumulen nuevos datos de una manera integrada, irradiante y organizada, más
fácil se hará seguir aprendiendo. Por lo tanto, se puede
concluir que el
pensamiento irradiante es la forma natural y virtualmente automática en que ha
funcionado siempre el cerebro humano
.”
Todo lo anterior, junto con sus propias investigaciones, sirvieron a Buzan para
confirmar que su técnica de Mapas Mentales seguía el patrón natural irradiante
de la estructura neuronal y del funcionamiento del cerebro, permitiendo
aprovechar en mucho mayor grado la capacidad asociativa e integradora del
cerebro en comparación con la escritura tradicional.
Los Mapas Mentales y el Aprendizaje
El aprendizaje se ve favorecido por la utilización de la cartografía mental,
porque, además de desarrollar la creatividad y la capacidad de síntesis de
quien los usa, su estructura irradiante facilita la “instalación” de los
conocimientos en el cerebro y su posterior evocación en comparación con la
escritura tradicional. Esta estructura también permite a la persona asociar
fácilmente lo que ya sabe con lo que desea saber, al generar una mayor
cantidad de conexiones neuronales que las notas tradicionales, lo cual ayuda a
relacionar con mayor facilidad la información que ya se sabe con la nueva. Es
importante señalar que los Mapas Mentales respetan la individualidad de quien
los usa, puesto que cada persona desarrolla su propia manera de elaborarlos,
cosa que fomenta la autonomía y la espontaneidad, haciendo divertido el
proceso. A este respecto Buzan dice: “Los Mapas Mentales ayudan a hacer
una distinción entre su capacidad mental de almacenamiento, algo que esta
técnica le ayudará a demostrar, y su eficiencia mental de almacenamiento,
cosa que los Mapas Mentales le ayudarán a conseguir. Almacenar los datos en
su cerebro eficientemente multiplica su capacidad; es como la diferencia entre
un almacén organizado y uno desorganizado o entre una biblioteca con o sin
un sistema para encontrar los libros.”
Características y Reglas
Las características básicas de un Mapa Mental son:
•
Estructura Irradiante: El asunto, idea o tema del cual va a tratar el Mapa
Mental se configura como un centro y de éste se irradian las ramas de
los subtemas.
•
Interconexión: Toda la información del Mapa se conecta entre sí a través
del centro, formando una estructura nodal.
Al elaborar un mapa mental lo primero es determinar las diferentes Ideas
Ordenadoras Básicas (IOB), las cuales se van a convertir en el centro y en las
ramas principales de donde se organiza toda la información. De acuerdo con
Buzan, las siguientes preguntas son muy útiles para encontrar las IOB:
•
¿Cuál es el propósito de este mapa?
•
¿Cuáles son mis objetivos específicos?
•
Si esto fuera un libro, ¿cuáles serían los títulos de los capítulos?
•
¿Por qué?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuál?, ¿Cuándo?
pueden servir en muchos casos para determinar las ramas principales
de un mapa mental.
La información complementaria de cada IOB se debe agrupar mediante
subramas que a su vez pueden tener subcentros o subramas dependiendo de
la necesidad.
A continuación se listan las reglas que se deben seguir al hacer Mapas
Mentales:
•
Organización: la información debe estar organizada de tal forma que
siga el movimiento de las manecillas del reloj. Eso quiere decir que, si se
dibujara un reloj en la hoja donde se está haciendo un mapa mental, la
primera rama principal debería trazarse en el cuadrante comprendido
entre las doce y las tres.
•
Jerarquía: sirve para destacar las ramas de las subramas, y éstas entre
sí, resaltando así la importancia, relevancia y/o prioridad de la
información.
•
Asociación: ninguna información en un Mapa Mental puede quedar “en
el aire”. Eso quiere decir que todo elemento que se incluya siempre debe
ir conectado a otro.
•
Evocación: el color en conjunción con las imágenes, los símbolos y las
palabras “disparadoras” ayudan a evocar con rapidez y precisión la
información sin necesidad de tener que anotar “todo”. Entre más color
se use, más se estimula el proceso cerebral, lo cual favorece la
motivación, la memoria y la creatividad. Las imágenes y los símbolos
facilitan la asociación y la recordación de ideas. Las palabras
“disparadoras” son más efectivas para evocar la información, porque se
recuerdan con más facilidad que las frases completas.
•
Consistencia: todas las subramas de una rama principal deben ser del
mismo color que ésta, dado que esto permite ubicar la información más
fácilmente.
o
Escritura: al usar palabras, éstas deben escribirse una por línea y es
mejor que vayan en letras mayúsculas para facilitar su lectura.
Ventajas sobre la Escritura Tradicional
•
Ahorro de tiempo: al hacer notas se puede ahorrar entre el cincuenta
(50%) y el noventa y cinco por ciento (95%) del tiempo, y en su lectura y
repaso se puede llegar a ahorrar entre un sesenta (60%) y un noventa
por ciento (90%) de tiempo con respecto a la toma de notas tradicional.
•
Concentración en lo esencial: obliga a quien los usa a desarrollar su
capacidad de síntesis, razón por la cual el enfoque se mantiene en lo
verdaderamente importante.
•
Mejor recordación: al fomentar la capacidad asociativa del cerebro, el
uso de los Mapas Mentales mejora significativamente la retención de la
información y su posterior evocación con relación a la escritura
tradicional.
•
Mayor creatividad: esta forma de plasmar gráficamente la información
promueve la integración hemisférica debido a su estructura y al uso del
color principalmente, lo cual redunda en una mayor creatividad de las
personas que los usan frente a las que no.
•
Mejora de la alerta percepción: Al poner en uso todas las habilidades
corticales, el cerebro está cada vez más receptivo y alerta, cosa que no
sucede igual con la escritura tradicional.
Ámbitos de Uso y Aplicaciones
Los Mapas Mentales se pueden usar en cualquier ámbito de la vida, ya sea el
laboral, el académico, el familiar, el profesional o el personal. Tienen múltiples
aplicaciones entre la cuales se pueden nombrar lluvia de ideas, facilitación,
diseño curricular, preparación de exámenes, planeación, toma de notas,
resúmenes, organización del tiempo, solución de problemas, presentaciones,
coordinación de proyectos, toma de decisiones, entre otras.
Recomendaciones Finales
A continuación se presenta una lista de recomendaciones que facilitan y
potencian el uso de los Mapas Mentales:
•
Evitar bloqueos: para evitar bloqueos tenga en cuenta lo siguiente:
o
Definir las principales Ideas Ordenadoras Básicas haciéndose las
preguntas mencionadas anteriormente.
o
Poner el centro del Mapa y trazar algunas ramas principales.
o
Utilizar imágenes, símbolos y signos.
•
Reforzar: con el fin de reforzar la capacidad de retención de la
información es importante repasar y reconstruir los Mapas mentalmente
a los 30 minutos después de haberlos hecho. Luego al día siguiente,
una semana más tarde, al mes, 3 meses después y finalmente a los 6
meses.
•
Prepararse: para elaborar Mapas Mentales es esencial abrir la mente y
estar dispuesto a plasmar con creatividad la información. Además, tener
los materiales a la mano ayuda para evitar excusas y no usarlos.
•
Desarrollar un estilo personal: al hacer un Mapa Mental es importante
tener un estilo propio que permita la fluidez en su elaboración. Este
estilo debe ayudarle a la persona a trabajar con espontaneidad haciendo
divertido el proceso. Crear un código propio de colores y símbolos puede
ayudar a la hora de sintetizar y evocar la información.
•
Evitar el “autosabotaje”: hay cuatro cosas que se deben evitar a toda
costa al elaborar Mapas Mentales:
o
Romper las reglas al hacerlos.
o
Seguir usando la escritura tradicional para todo y usar sólo
esporádicamente la cartografía mental.
o
Tener una actitud que coarte la propia creatividad.
o
No practicar.
Referencias
Buzan, Tony. The Mind Map Book. Ed. Plume Penguin.1996
Buzan, Tony. Use both sides of your Brain. Ed. Plume Penguin.1991
http://www.monografias.com/trabajos5/map/map.shtml
http://www.monografias.com/trabajos15/mapas-mentales/mapas-mentales.shtml